Luquero gana con apuros, pero prevalece la izquierda

D. A.
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Las fuerzas de izquierda logran los mismos concejales que en 2015, ya que el PSOE pierde 2, mientras IU pasa de 1 a 2 y entra Podemos con 1. Pero Cs se ha quedado a 65 votos de quitar un edil al PSOE que le habría dado opción de gobernar con el PP

Luquero gana con apuros, pero prevalece la izquierda - Foto: Ical

La apurada victoria del PSOE en las elecciones municipales de Segovia no impedirá que Clara Luquero continúe gobernando. Prevalece una mayoría de izquierdas en el Gobierno municipal que prácticamente le asegura su investidura en el pleno del próximo 15 de junio, aunque las matemáticas digan que todavía hay otras opciones abiertas.

El PSOE baja de 12 a 10 concejales; el PP sube de 8 a 9; Ciudadanos, de 2 a 3; Izquierda Unida, de 1 a 2; entra Podemos con un concejal y Centrados, que tenía 2 (obtenidos como UPyD en 2015), se queda fuera del Ayuntamiento. Tampoco entra Vox, que durante el recuento se mantuvo con un concejal hasta alcanzar el 80% del escrutinio, pero con el 86% ya lo había perdido y al final se ha quedado con un 4,82% de los votos (1.290 en total), cuando la ley electoral obliga a alcanzar un mínimo del 5% para poder tener representación. Se quedó a 18 centésimas, del mismo modo que Podemos ha entrado con sólo 17 centésimas por encima del 5% y un total de 1.386 votos.

Ahí ha estado en buena medida la clave: si entraba Vox, cobraba fuerza la posibilidad de un ‘pacto a la andaluza’ porque este partido, PP y Ciudadanos habrían sumado 13 concejales; pero han sido las fuerzas de izquierda las que han alcanzado esa cifra.

Resultados de Segovia capital facilitados por el Ministerio del InteriorResultados de Segovia capital facilitados por el Ministerio del Interior

Además, el reparto de concejales que otorga el sistema de la ley D’Hont refleja que Ciudadanos se ha quedado a sólo 65 votos de haber obtenido un concejal más, el último, el vigésimo quinto de la Corporación, y coincide que se lo habría quitado al PSOE, que al haberse quedado en ese caso con nueve, habría dejado a las fuerzas de izquierda con doce concejales, por 13 que habrían sumado PP (9) y Cs (4). Sólo 65 votos que podrían haber propiciado un cambio abismal.

Lo que aún está por verse es la suerte de pactos de gobierno o de investidura que facilitan la reelección de Luquero, pero su continuidad al frente del Ayuntamiento está cantada. Cabría incluso la posibilidad de que Luquero fuera investida sin el apoyo de nadie más que su partido, aunque buscará posibles acuerdos con IU y Podemos-Equo o con Cs para asegurar un Gobierno de mayoría absoluta.

 

Candidatos en positivo. Es todo un clásico que en las elecciones ganen todos, pero los resultados de las municipales de Segovia, ciertamente, dejan a la mayoría con posibilidad de ver botellas medio llenas. Clara Luquero reconocía tras cerrarse el escrutinio que no estaba “plenamente satisfecha” por la pérdida de dos concejales. Ha sacado 1.583 votos menos que en 2015, pero vio peligrar la Alcaldía casi toda la noche. Sólo pasado el 80% del escrutinio remontó hasta verse con un concejal por encima del PP, y hasta entonces, además, era Vox quien entraba con un concejal y propiciaba la posibilidad de un pacto a la andaluza con nueve del PP y tres de Ciudadanos.

Pablo Pérez (PP), por su parte, puede celebrar que, siendo nuevo candidato y en plena depresión popular a casi todos los niveles, ha conseguido mejorar los resultados que obtuvo su partido en 2015 por número de votos (8.434, frente a 7.672 hace cuatro años) y también por concejales (uno más, nueve). Aunque lo que mejora es el peor resultado de la historia del PP en Segovia, ya que desde 1991 siempre obtuvo al menos once concejales, salvo en 2015.

Noemí Otero (Ciudadanos), mientras, puede celebrar que mejora los resultados de García Orejana en 2015 por votos (pasa de 1.894 a 3.503) y por concejales (de dos a tres), aunque la buena progresión que llevaba la formación naranja a nivel nacional les había llevado a soñar con resultados muy por encima de los conseguidos finalmente. No sólo por quedarse cortos en número de ediles, sino porque además no suman suficiente peso como para ser determinantes. Y todo por esos 65 votos citados que le habrían dado un papel absolutamente determinante.

 

El triunfo de IU. Ángel Galindo (Izquierda Unida), en cambio, celebra sin matices sus dos concejales. Llegaba al 26-M con temores fundados del daño que podría hacerle no haber conseguido cerrar una coalición con Podemos. De puertas adentro, nadie descartaba que ambos partidos se vieran penalizados y que se pudieran incluso quedar fuera los dos, y sin embargo, lo que ha hecho es duplicar la presencia de su partido. Este mandato le acompañará Ana Peñalosa, sobrina de Luis Peñalosa, a quien tomó relevo Galindo en 2015, de forma que IU consigue volver a tener dos concejales por primera vez desde el mandato 2003-2007.

En ese pulso silencioso con Podemos, además, la formación morada tampoco ha salido del todo mal parada, dado que Guillermo San Juan entra y su voto no será testimonial si se trata de alcanzar una mayoría de izquierdas, ya sea para gobernar o en el día a día. Aunque el peso más desequilibrante sea el de IU.

La diferencia no es menor, dado que PSOE e IU ya pueden sumar mayoría cualificada frente a PP y Cs si se produjera esa situación en votaciones durante el mandato, ¿o estaría dispuesto Podemos a soportar con relativa frecuencia una foto votando junto al bloque de centro-derecha? Eso es algo que se irá viendo, en cualquier caso, porque lo primero que debe definirse es si el PSOE gobierna en minoría o cierra algún acuerdo de gobierno que, por otro lado, no pudo lograr en 2015 con IU.

 

Candidatos sin consuelo. PSOE, PP, CS, IU, Podemos... Hasta ahí llegan los partidos que pueden suscribir lecturas positivas o al menos ver botellas medio llenas. No hay consuelo para Centrados, que se presentaba por primera vez con esa denominación, pero sus miembros procedían de UPyD, que obtuvo dos concejales en 2015. La candidatura de Cosme Aranguren se ha quedado lejos de entrar al contabilizar 974 votos, poco más de la mitad de los que consiguieron como UPyD en 2015 (1.740). De hecho, se han quedado incluso por detrás de Vox (1.290), que en cualquier caso tampoco tiene nada que celebrar, ya que no ha conseguido acta de concejal ni para su cabeza de lista, Esther Núñez. Apenas ha retenido un tercio de los apoyos que obtuvo su partido en las pasadas generales, demostrándose una vez más que el elector no vota igual en municipales, que el candidato cuenta y rara vez basta con un discurso más genérico que local.