"Que se lo tomen como una competición más"

Nacho Sáez
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Cuatro exolímpicos segovianos ofrecen sus consejos a David Llorente y Javi Guerra para los Juegos de Tokio.

Antonio Prieto, en Seúl 88. - Foto: DS

Las burbujas, los controles, las medidas de protección y los test de coronavirus han dejado paso desde este viernes a las medallas, los récords, el espectáculo y la emoción. Ese es al menos el anhelo de los miles de deportistas que se congregan en Tokio (Japón) hasta el 8 de agosto. Los Juegos pandémicos arrancan con incertidumbre y miedo por las posibles repercusiones sanitarias, pero también con esperanza. El deporte puede contribuir una vez más a recuperar la normalidad, igual que ayudó antes en guerras, conflictos raciales y otras crisis.

En medio dos segovianos, David Llorente y Javier Guerra, tratarán de tener su cuota de protagonismo. El primero comenzará a competir el próximo miércoles (ese día disputará sus series; si se clasifica tendría las semifinales y la final el viernes), mientras que Guerra tendrá que esperar para hacer acto de aparición al último día de competición. Cuatro de los segovianos que antes que ellos también fueron olímpicos les dan unos consejos antes de afrontar la cita.

Antonio Prieto: "A veces atenaza pensar que los Juegos son algo excepcional, pero solo es el halo de los aros"

Si no hay ningún imprevisto, Antonio Prieto viajará a Tokio el próximo viernes en su calidad de técnico del Consejo Superior de Deportes (CSD). «Van a ser unos Juegos extraños, raros, diferentes», opina. «Cuatro compañeros que ya están allí me han dicho que el viaje es insufrible, tienes que estar cuatro horas en el aeropuerto, el calor que hace en esta época en Japón. Pero para los deportistas afortunadamente se pueden celebrar [los Juegos] y van a poder cumplir su sueño».

El suyo ha cumplido treinta años. Los que han pasado desde que participó en los Juegos de Moscú 80, un aprendizaje para lo que le llegaría después con Los Ángeles 84 y Seúl 88. «En los primeros era muy joven. Tenía 22 años y la competición me vino excesivamente grande. Entonces se corrían dos 10.000 y no estaba preparado. El mejor recuerdo lo tengo de Seúl. Estaba bien y entré en la final. En Los Ángeles me fui en la eliminatoria pero estaba bien», rememora en conversación telefónica.

Y confía en el papel que puedan realizar Javi Guerra y David Llorente, a los que conoce bien. «Javi necesita pocos consejos porque ya estuvo en Río, aunque no pudo competir. Ya sabe el ambiente que se respira allí. David es más novato pero es un deportista experimentado en campeonatos del mundo y de Europa. Es joven pero ya ha pasado por todo. Que se lo tomen como una competición más. A veces atenaza pensar que los Juegos son algo excepcional y crea más presión, pero no tiene más que el halo de los aros», remacha Prieto.

María Martín: "Tienen que alcanzar el estado de 'flow'

María Martín califica la experiencia de participar en unos Juegos Olímpicos como «única, preciosa, mágica, maravillosa». Ella estuvo en los de Seúl 1988 formando parte del equipo español de gimnasia rítmica y, aunque no consiguió medalla, lo vivió como una fiesta. «Entonces no había Internet, no teníamos esa ventana al mundo, por lo que la experiencia para mí fue muy potente. De repente te ves con deportistas de todos los deportes y de los sitios más recónditos. La sensación que yo tuve fue que estaba compitiendo pero que era una celebración del deporte, algo muy diferente», explica.

A Javi Guerra y David Llorente les recomienda que «crean en sí mismos y disfruten». «Es complicado porque eres consciente de que en ese momento te estás jugando muchos años de trabajo y que puede ser un trampolín para el resto de tu carrera. «Ahora mismo todos los deportistas buscan alcanzar el estado de ‘flow’ cuando compiten. Se conoce mucho en psicología deportiva y se trata de alcanzar el nivel de activación óptimo, ni por arriba ni por abajo para centrarte completamente en esa tarea. Entras en una especie de burbuja porque si tomas consciencia de lo que te estás jugando en ese momento te puede llegar a desbordar», reflexiona esta segoviana, que en la actualidad es profesora titular y directora del Grupo de Investigación Psicosocial en el Deporte en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid. De Guerra destaca que tiene «una cabeza de oro» y que «ha mostrado una resiliencia espectacular tras lo que le pasó en Río». Respecto de Llorente apunta que «su biografía deportiva y la mía curiosamente tienen muchas cosas en común. Apoyo familiar, sentir que llegas ‘salvaje’ a un equipo nacional,  deportes que requieren mucha constancia y capacidad de trabajo, rápida progresión o el interés por investigar».

Carlos Melero: "Que sufran al máximo, es una oportunidad única"

Los Juegos Olímpicos que comienzan este viernes se parecen a los que guarda en su palmarés Carlos Melero. «No sabíamos si se iban a suspender», recuerda sobre Múnich 72, donde once miembros del equipo israelí fueron secuestrados y asesinados por un comando del grupo terrorista Septiembre Negro, una facción de la Organización para la Liberación de Palestina. Ahora la cita olímpica está en el alero por culpa del coronavirus.Melero sí que pudo participar finalmente y lo primero que le viene a la memoria es que coincidió con el atleta Agustín Fernández: «Éramos vecinos en Segovia. Vivíamos uno a cincuenta metros del otro». De la competición cuenta que no se parecía en nada a la actual. «En los Juegos te enfrentabas en aquel momento a rivales que no conocías. Había un grupo con el que sí habías coincidido en carreras, pero otros no y veías cómo nada más empezar se quitaban la ropa. Algunos no tenían muchos conocimientos en aquella época», señala. Al margen de las anécdotas, la contrarreloj por equipos –la prueba en la que participó Melero– se tornó en frustración para el equipo español.  «Poco antes habíamos hecho quintos a pocos segundos de Suiza, que había sido tercera, pero no salió el día. Teníamos mucha ilusión, pero no nos salió nada», reconoce el exciclista.

A sus 73 años, ya jubilado de la faceta como empresario que inauguró al colgar la bicicleta, conoce por supuesto el desafío extremo al que se enfrentará Javi Guerra en la maratón, pero también se ha empapado de las dificultades que aguardan en la competición de eslalon a David Llorente. «Les aconsejo que confíen en sí mismos y que luchen a tope. Que sufran al máximo porque es una oportunidad única», remarca. «Cuando empecé a competir en el deporte, mi sueño era ir a unos Juegos Olímpicos y al Tour de Francia y lo conseguí», se despide volviendo a su historia.

Miguel Ángel Prieto: "Hay que ir a por todas, claro, pero disfrutando"

Miguel Ángel Prieto ya ha avisado en el trabajo –es fisioterapeuta del Grupo Quirón y tiene también su propia clínica– que tiene previsto llegar con ojeras cada día hasta que finalicen los Juegos Olímpicos de Tokio. «Quiero ver absolutamente todo. No me lo pienso perder», dice, al mismo tiempo que se muestra contrario a una posible suspensión de la competición. «Después de un año de retraso, me parecería una pena por respeto al trabajo de los deportistas. No creo que sea incompatible una cosa con la otra. Hay que establecer unos protocolos que permitan competir».

Él no se imagina su vida sin el legado personal que le dejaron los Juegos Olímpicos de Barcelona, en los que participó en los 20 kilómetros marcha. «Barcelona 92 tuvo muchos momentos especiales, pero guardo un recuerdo muy especial, la entrada al Estadio Olimpico después de 20 kilómetros. Se me ponen los pelos de punta cuando lo recuerdo», apunta. Por eso, tiene claros sus consejos para Javi y David. «Una vez llegados a los Juegos el camino está recorrido. Lo duro y lo difícil ya lo han hecho y ahora toca disfrutar y saborear cada segundo y cada momento. Ir a por todas, está claro, pero disfrutando», zanja.