2.500 plazas universitarias se quedan sin cubrir cada año

SPC
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La demanda de las ramas sanitarias se sextuplica y en medicina se multiplica por 12, mientras en titulaciones como arquitectura se quedan vacías el 70 por ciento de las sillas y en ingeniería casi cuatro de cada diez

Imagen del interior de un aula de una carrera científica. - Foto: Clara Larrea

Más de 2.500 plazas para estudiantes que ofertan las universidades de Castilla y León se quedan cada año sin cubrir por falta de alumnos, lo que supuso en el último curso dejar vacías el 16,4 por ciento de las sillas previstas por los distintos centros. En los últimos años, se ha hecho un esfuerzo por ajustar la oferta a la demanda y se ha conseguido reducir estos vacíos desde las 3.779 plazas que quedaron libres en el curso 2015-2016 a las 2.522 de la actualidad, según los datos del Ministerio de Educación recogidos por Ical. La Universidad de Salamanca es la que se dejó el curso pasado más asientos desocupados, 1.330, con un problema en las titulaciones de ingeniería y arquitectura, donde no llega a cubrir ni cuatro de cada diez plazas. El patrón se repite en la Universidad de León, que se dejó en el alero 501 plazas, más de 20% del total y donde sólo se han cubierto poco más de la mitad de las matrículas de ingeniería y arquitectura. 

Las que tienen mayor ajustada la oferta y la demanda son las de Burgos y Valladolid. En el primer caso, sólo se quedaron vacías 167 de los 1.990 asientos que se ofertaban, es decir, poco más del ocho por ciento, con lleno total en artes y humanidades, ciencias y muy próximo en las ramas sanitarias En el caso vallisoletano, se dejan sin cubrir 524 plazas que supone poco mas del diez por ciento de las que salen a este peculiar mercado. También, como en los casos anteriores se flaquea en ingeniería y arquitectura y en artes y humanidades y se llenan las aulas de las facultades de ciencias y salud.

Ramas de estudio

Sólo en la rama sanitaria se cubre toda la oferta y se completaría mucho más si se ampliase. En el último curso, para las 2.050 plazas en las distintas ramas de ciencia de la salud que las universidades pusieron en este mercado, hubo 12.080 preinscritos, es decir, casi seis personas por silla, una situación paradójica en tiempos de escasez de profesionales sanitarios.

2.500 plazas universitarias se quedan sin cubrir cada año2.500 plazas universitarias se quedan sin cubrir cada añoEl resto de ramas presentan vacíos. La más destacada es la de ingeniería y arquitectura, donde pese a concentrar algunos de los sectores más interesantes laboralmente y con más proyección, sólo se cubre el 60% de las 3.498 plazas que se oferta en toda la Comunidad. El bajón de estos estudios se produce fundamentalmente en arquitectura que no llega a cubrir el 30% de las plazas disponibles, con datos como los de la Universidad de Salamanca que de 303 plazas ofertadas sólo se han cubierto 24, el 7,9%. La crisis de la construcción y la débil recuperación explican esta anemia de unos estudios que otro tiempo fueron señeros.

Los datos también se resienten en el área de artes y humanidades, donde sólo se ocupan el 78% de las 2.240 plazas disponibles; 492 quedaron libres el pasado curso. En este ámbito, los de mayor éxito son los de comunicación audiovisual, mientras que en las filologías se deja el pupitre sin alumnos en tres de cada diez casos. Es especialmente llamativo el poco atractivo de los estudios de arte, que deja vacías casi siete de cada diez sillas y de las filologías, que dejan las aulas a la mitad. Tampoco los estudios vinculados a la agricultura y la ganadería parecen encajar en la demanda y sólo cubren el 46% de las plazas.

Las ciencias sociales y las antes denominadas ciencias puras (física, química o matemáticas) mantienen más ajustada su oferta que llegan a ocupar al 90% en el primer caso y al 96% en el segundo.

¿Cuáles son las más demandadas? 

Un vistazo al listado de titulaciones permite también comprobar las preferencias y los olvidos de los alumnos. Las titulaciones más reclamadas son las sanitarias, especialmente medicina, en la que las preinscripciones de alumnos multiplican por 12 las 360 plazas que salen anualmente. También en enfermería y otras ramas vinculadas a la salud, la demanda supera a la oferta. Paradójicamente, el conjunto de las ingenierías también tiene mucha aceptación en un primer momento (1.869 preinscripciones) pero luego no se concretan en matrículas. Lo mismo ocurre con las filologías. Salvando las ramas de estudio sanitarias, sólo media docena de titulaciones se llenan de alumnos este curso en la Comunidad: educación primaria, comunicación audiovisual, derecho, matemáticas y estadística, deportes y veterinaria.