«Soy un disfrutón»

Sergio Arribas
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El fichaje de Xavi no le consuela. «El Barsa sufre una quiebra integral», admite el procurador en Cortes, José Luis Vázquez (PSOE), apodado 'Curilla', por aquello de educarse en un seminario. Es la 'Cara B' del exalcalde del Real Sitio.

Vázquez, con la camiseta del Barsa y las bufandas del C.D. La Granja y de la Selección Española, en el campo del Hospital. - Foto: Rosa Blanco

Rueda el balón de la entrevista y el primer 'chut', en forma de pregunta directa, lo detiene con una palomita, luciéndose. Es sobre la crisis del FC. Barcelona, el club de sus amores. La camiseta que lucen Piqué, Memphis Depay o Dembelé es su segunda piel, como también la azulona del CD.La Granja, club del que su padre, Amadeo Vázquez, fue presidente y en el que a él aún se le recuerda como contundente defensa central.

Flota en el ambiente el reciente 'fichaje' de Xavi como entrenador blaugrana, equipo que ha caído al noveno puesto de la clasificación. «En el Barcelona hay una quiebra integral, deportiva y económica», reconoce el actual procurador del PSOE por Segovia en las Cortes regionales José Luis Vázquez (Villablino, 1967), fan blaugrana, pero que no participa de la euforia de la llegada del nuevo entrenador culé y sí augura un angosto y duro camino antes de regresar a la senda del triunfo. 

«El Barcelona y el Real Madrid son como el PSOE y el PP; tienen trayectorias de más de cien años y son capaces de sobreponerse a nefastas gestiones. Habrá que peregrinar un tiempo y, sí, claro, habrá mucho cachondeo madridista». «Pero a mí —enfatiza— jamás se me olvidará aquel 0-5 en Madrid, con todo el Bernabéu aplaudiendo. Estuve allí, con mi hijo Iván. Ese recuerdo de gloria me sirve de bálsamo para estos próximos años de penar», confiesa quien también fuera concejal y, con posterioridad, entre 2007 y 2019, alcalde del Real Sitio de San Ildefonso.

«Soy un disfrutón»«Soy un disfrutón» - Foto: Rosa Blanco

«Intento ser dos cosas en la vida y sé que soy también dos. Intento ser buen socialista y buen cristiano y sé que soy buen español y un gran culé», comenta el parlamentario, quien, desde el principio de la charla, mide con habilidad frases y palabras, con la misma precisión que lo hacia Xavi en el campo, especialmente en los pases y asistencias.

Es culé desde que nació, pues recibió el 'gen blaugrana' de su padre Amadeo, ya fallecido, a quien se refiere como «el ser humano que ha marcado mi vida». ¿Qué recuerda de él?  «Su rectitud», responde sin titubeos. «Era —añade— muy recto. Para él el esfuerzo era algo innegociable, pero luego era generoso, una persona buena. Mi padre tenía responsabilidad en la fábrica [de cristales de La Granja] y el día que celebró su jubilación, se desbordaron todas las previsiones. Era un hombre muy querido».

Amadeo era hombre de izquierdas, socialista. A los 63 años sufrió un ictus que, según explica hoy su hijo, le impedía controlar emociones y algunos movimientos. Poco después de sufrir aquel infarto cerebral, la militancia socialista designó a su hijo José Luis como candidato a la alcaldía del Real Sitio de San Ildefonso. «Cuando se lo conté, me respondió con sobriedad, como siempre. Pero de repente se echó a llorar, echó un exabrupto y dijo: 'ya no valgo para nada'. No papá, le dije, esto me gusta mucho, porque demuestra que yo tenía razón. Estaba seguro que me querías».

«Soy un disfrutón»«Soy un disfrutón» - Foto: Rosa Blanco

Algún 'disgustillo' le dio a su padre, como cuando, con apenas ocho años de edad, José Luis ingresó como interno en el Seminario. Quedó cautivado tras aquella visita con sus catequistas. «Desde pequeño quería ser misionero», recuerda. Aquella vocación explica cómo aún hoy al político socialista le apodan en su pueblo como 'Curi' o 'Curilla'.

«Siempre he estado orgulloso de ello. Iba a entrenar al club deportivo [La Granja] con la camiseta del Seminario (..) mi familia era de izquierdas, tanto mi padre como mi abuelo, que vivía con nosotros. A mi padre le podía no agradar, pero él ponderaba que nunca sería malo para mí. Sin embargo, mi abuelo, que también se llamaba Amadeo, lo llevaba bastante mal». Y es que cada vez que le iban a visitar al pequeño José Luis al Seminario en el momento de la despedida, el abuelo se quedaba rezagado a propósito para quedarse a solas con su nieto y reprocharle su 'idilio' con la iglesia católica: «Me cago en… que mal estás haciendo en casa».

No es un'spoiler': José Luis Vázquez no acabó con sotana ni alzacuellos, aunque lo de ser misionero  le sigue «deslumbrando», como lo demuestra el 'salvapantallas' de su ordenador, con una viñeta de  Forges con la leyenda: 'no te olvides de los refugiados'. 

El hijo de Amadeo comenzó a ser muy conocido por los vecinos, pues desde muy pequeño se encargaba de cobrar 'la iguala' del médico, el doctor Coto. Y como en la familia no cabían perezosos ni holgazanes, pues también, con apenas 12 años, también trabajó en la recogida de la frambuesa para Lola, Maruja y Fernando, en la finca de su propiedad, la llamada 'Casa de los Perros' . A los 18 años compaginaba su labor de cobro de recibos, con sus estudios en el Domingo de Soto —donde empezó a cursar la carrera de Derecho, que nunca terminó— y su trabajo en la fábrica de cristales, donde coincidía con su padre y su hermano Roberto. José Luis es el mayor. A  Roberto le saca dos años y medio, mientras a Sergio, el pequeño, le supera en 13 años. 

Desde niño y adolescente y también en su juventud, el balón era su pasión, desde que competía con el CD. La Granja en la categoría de infantiles. Luis Peinador fue su primer entrenador, después Félix Montes, Pablo Alejandro… Sí, fue el socialista Montes, que fuera alcalde de 1991 a 2007, quien le descubrió como futbolista y, sobre todo, como gestor público, pese a que «no tenía una especial vocación política». En La Granja el polideportivo estaba cerrado y José Luis y sus amigos del equipo de fútbol sala de la Asociación Deportiva Granjeña (ADG) le propusieron al regidor hacer uso del pabellón a cambio de crear una escuela deportiva municipal, que se convirtió en la primera de toda la provincia. 

Por entonces, a principios de los noventa, José Luis ya había abandonado el seminario con una «crisis de vocación muy grande» y aquel ímpetu juvenil le sumió en una etapa de rebeldía y cierto descontrol que él define como de «¡sálvese quien pueda!». Pero entonces un dramático episodio cambió su vida y le recolocó en la vida real. Fue el accidente de tráfico con el que estuvo a punto de perder la vida a los 24 años, que le dejó en coma 30 días en el Hospital Río Hortega. El siniestro ocurrió el 23 de mayo de 1991 en Tordesillas, cuando regresaba de León en compañía de sus abuelos y la madre de su hijo Iván. «Ahí cambió mi vida», recuerda el hoy procurador, que sufrió una rotura de fémur abierta y embolias cerebrales y pulmonares.

Decidió no terminar la carrera de Derecho y prepararse unas oposiciones, que aprobó, la de bibliotecario de la Diputación Provincial —encargado de uno de los tres bibliobuses—, aunque estuvo apenas dos años en el puesto. Y es que en 1995 aceptó el ofrecimiento de Félix Montes para acompañarle en su candidatura, el mismo que fue su entrenador, mentor y buen amigo, pese a ser madridista, porque «no se puede ser perfecto en la vida». La frase forma parte del amplio abanico de 'piques' y pullitas  que ambos se lanzan en cada 'clásico'.

José Luis hizo caso del consejo de su abuelo, en una frase que tiene aún hoy marcada a fuego. La política, le decía, es intentar arreglar la casa de los demás, «pero no te olvides que eres hijo de obrero y, por tanto, mal podrás arreglar la casa del otro si no tienes la tuya resuelta. O te haces funcionario o no serás un buen político». Y el nieto le hizo caso. «Mi ejercicio político —subraya— viene condicionado por la libertad que tengo. Mi fan político número uno, la que está más pendiente de mi carrera política,  es la bibliotecaria que me sustituye, María Jesús Artalejo a quien, por cierto, quiero mucho».  

José Luis ha sumado 24 años en la corporación de Valsaín y La Granja, como concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde (1995-2007) y alcalde (2007-2019), mientras ha sido diputado provincial doce años y consejero de Patrimonio Nacional con tres presidentes del Gobierno de España.

Cuando se le pregunta por su ascendencia gitana, José Luis lo confirma con orgullo. Su padre era hijo de Amadeo Vázquez y de Rolindes García Miranda, es decir su abuela procedía de una familia gitana, de Córdoba. No presume de señorito andaluz pero es de los que cuida su imagen y siempre suele aparecer enfundado en chaqueta o traje y, quizá —solo es una sospecha— con un peine guardado en el bolsillo. «Me gusta aprender de todo aquello que admiro y admiro sobre todo la belleza y el respeto y cuidarte, arreglarte, es un gesto de respeto para el resto», afirma José Luis, que desprende un halo de galantería, fina educación y coquetería; un envoltorio que recuerda al elegante y seductor Arturo Fernández.

Taurino y fan de Motley Crew. «Soy un disfrutón. Me gusta disfrutar de la comida y de la amistad y soy un enloquecido de la música». Reconoce que pasó de «despreciar» la música clásica a abrazarla con pasión, casi tanto como de la música heavy y de grupos como Motley Crew o Eskorbuto; mientras no oculta su condición de ser «muy taurino». «Sí, me gustan los toros, pero no el toro embolado, no me gusta el maltrato a ningún ser vivo, pero creo que la lidia de un toro tiene un componente no solo de tradición sino cultural. A los que no les gusta solo les pido que me respeten a mí, porque a ellos nunca les insultaré».

José Luis fue, como alcalde, el artífice de recuperar el nombre del 'Real Sitio' de San Ildefonso, de acuerdo con la nomenclatura que se le otorgó en 1810, aunque él lo niega y razona. «No recupero el nombre, lo que propicié fue impulsar la toponomía, de un municipio que conforman dos pueblos, La Granja y Valsaín [y la Pradera y Riofrío]. Porque llamar al municipio La Granja anula Valsaín y no es justo y además no es de rigor», añade el político, exfutbolista y fanático de su pueblo: «tiene los mejores palacios del mundo, es reserva de la biosfera, es parque nacional…. Pero, sobre todo, tiene unos vecinos únicos por su solidaridad». Y lo explica: «sus proyectos más representativos son el taller de inclusión de personas con discapacidad, en torno a la madera y el vidrio, y la agrupación de voluntarios de protección civil, ¡con más de 60 personas!, eso es impresionante ¿O no?».

La conservación deriva en hablar de su familia, de su madre María de la Paz o 'Paci' o 'Pacita', responsable del ropero municipal de La Granja y Valsaín desde hace 20 años, y de su mujer Henar, madre de dos hijas, todas también seguidoras del F.C. Barcelona.

Y, cómo no, la charla finaliza hablando del club blaugrana, de si Xavi hará 'limpia' en el vestuario y de la marcha de quien fue su estrella, de Leonel Messi. «Creo que es el mejor futbolista de la historia de la humanidad», afirma el político que no encuentra atisvo de exageración en la frase. «Messi nos ha dado todo y volverá.. bueno, pues ya está, el tiempo pasa, como todo en la vida y para él también, porque no es Dios», añade.  «Hay que disfrutar de la vida —termina diciendo— doy gracias al destino por todo lo que me ha dado y no reprocho a nadie ni a nada por aquello que me falta. Ser feliz es saber disfrutar de lo que uno tiene». Y si el Barsa pierde, pues ya ganará.