El embajador de los Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, reiteró hoy la amenaza de una retirada parcial de las tropas estadounidenses en el país germano, antes de la visita del presidente Donald Trump a Europa.
"En realidad es ofensivo esperar que el contribuyente estadounidense siga pagando a los más 50.000 estadounidenses en Alemania, mientras que los alemanes emplean su superávit comercial para fines domésticos", declaró Grenell.
Durante una visita a Washington del presidente polaco Andrzej Duda en junio, Trump sugirió trasladar parte de las tropas destinadas en Alemania a Polonia.
La embajadora de los Estados Unidos en Polonia, Georgette Mosbacher, tuiteó esta semana: "Polonia está cumpliendo con su obligación de pagar el dos por ciento del PIB a la OTAN. Alemania no lo está haciendo. Nos gustaría que las tropas americanas en Alemania vinieran a Polonia".
Grenell se mostró de acuerdo con ambos, al declarar que "el presidente Trump tiene razón y Georgette Mosbacher tiene razón. Muchos presidentes han pedido a la mayor economía de Europa que pague por su propia defensa. Es una petición que se ha producido durante años y desde varios gobiernos".
En opinión del embajador, la situación ha llegado a un punto en el que los estadounidenses y el presidente de los Estados Unidos deben reaccionar.
Alemania es el país europeo que alberga el mayor número de tropas estadounidenses, con 35.000 soldados, solo superado por Japón en el ámbito mundial. A esta cifra deben sumarse 17.000 civiles estadounidenses y 12.000 alemanes empleados por el Ejército norteamericano.
A pesar de un aumento en el gasto militar, fijado en un 1,36 por ciento para este año y con un promedio estimado de un 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) para 2024, Alemania sigue estando lejos del dos por ciento fijado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Como muestra de su rechazo, el presidente Trump evitará ir a Alemania en su próxima gira europea, que se iniciará en la cumbre del G7 a celebrar el 24 de agosto en Biarritz (Francia), donde se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel.
Del 31 de agosto al 3 de septiembre, el presidente estadounidense visitará Polonia y Dinamarca, países vecinos de Alemania y que han mostrado su apoyo a los Estados Unidos en asuntos claves, como la oposición a la construcción en el Mar Báltico del gasoducto Nord Stream 2