Personajes con historia - Emperador Teodosio

La quinta conquense del emperador Teodosio


El hispano que gobernó Oriente y Occidente

Antonio Pérez Henares - 07/06/2021

En el pequeño pueblo de Noheda, a menos de 20 kilómetros de Cuenca, se encuentra el más fabuloso mosaico romano hallado en Hispana y por su extensión y belleza en el podio de los más grandes de todo el Imperio. El triclinio, salón de banquetes, cuyo suelo decorado alcanza los 290 metros cuadrados, de los cuales 231 están embellecidos por esa magna e inaudita obra artística en las que se utilizaron tres millones de teselas. Alguna, por ejemplo, para algún brillo o matiz en un ojo, de tan solo un milímetro.

Cuatro escenas lo protagonizan. Un cortejo dionisíaco de extraordinario diseño, ejecución y colorido, una escena cuyos personajes centrales son el príncipe troyano Paris y Helena de Esparta, otra con motivos marineros y una cuarta que narra la trágica carrera entre el rey Enómao y Pélope, pretendiente de su hija Hipodamía. A este rey le habían augurado que sería muerto por quien desposara a su hija y poseedor del tiro de yeguas más veloz de Grecia los retaba a una carrera cuya victoria le supondría desposarla y su derrota ser ejecutados. Todos lo fueron hasta que Pélope enamoró a la princesa y esta para salvarlo de la muerte cambio algunos pernos de una rueda del carro de su padre por cera y esta al derretirse hizo que se saliera. El rey no solo perdió la carrera, sino y para que se cumpliera la profecía, al caer del carro murió golpeado por este y la rueda desprendida. Una tragedia griega, vamos.

El mosaico despierta la admiración de todo especialista que lo conoce y que no encuentra parangón alguno, ni siquiera el pompeyano de Issos, en el resto de yacimientos. Fuentes y mínimas acequias por las que corría el agua recorrían el suntuoso salón donde a buen seguro, acompañados de música y danzas, los selectos invitados degustaban los más exóticos manjares, de la más elaborada cocina y traídos de los más recónditos rincones del Imperio. Porque la quinta, a pesar de la prudencia del arqueólogo y desde hace ya años alma de las excavaciones, Miguel Ángel Valero, es de tal magnificencia y dimensiones que deja atónito al visitante con tan solo lo que ahora puede contemplarse, pero que a buen seguro guarda aún bajo tierra impactantes sorpresas y deslumbrantes secretos.

Y quizás también la solución de su misterio. ¿Quién era su dueño? Porque en ningún otro lugar se han datado mármoles traídos de tal número de canteras de otros tantos lugares de la tierra, 34 en total, casi el doble que el enclave que le sigue. También resulta relevante que en las terrazas con piscinas que se han comenzado hace muy poco a excavar haya semillas de plantas de los más exóticos lugares tanto de oriente como de occidente, sin olvidar otras de procedencia africana. El atrio donde los invitados esperaban antes de entrar al banquete tenía cabida para 700 personas y el balneum, donde estaban las terma, ocupa 900 metros cuadrados, casi el triple que los baños de la ciudad, ya de empaque, de Segobriga, también situada en esta misma provincia.

 

Origen español  

La datación de todo ello, que además testifica el estilo del propio mosaico, con claras influencias orientales, indican ya muy claramente una época tardía del imperio, en pleno declive en occidente y cada vez más poderoso en Constantinopla que acabaría sobreviviéndolo muchos siglos. Hablamos ya de la centuria cuarta. Y la pregunta que brota a todo quien contempla ese esplendor en la ahora humilde pedanía de Noheda no puede ser otra que pudiera ser Dominus de aquel lugar. ¿Quién pudo tener en ese momento tal poder para haber podido construir y mantener aquello?

Desde luego y a la fuerza había de ser alguien muy poderoso, tan poderoso como para poder traer cualquier cosa y de cualquier lugar de las dos partes del gigantesco imperio. Alguien que aunque nadie se atreve a pronunciarlo quizás solo pueda ser uno, o al menos alguien de su familia. Y ese uno no es otro que Teodosio el Grande, el último emperador que ciñó las coronas de oriente y occidente. Un emperador hispano, cuyo lugar de nacimiento se discute. Dicen unos que Itálica, otros se acercan con la segoviana Coca, que también lo reivindica como hijo, y otro ya señalan a Conca (Cuenca) y hay quien apunta ya mucho mas cerca, a la pequeña ciudad de Ercavica, muy cerquita de Noheda. Desde luego no lo dirá Valero, porque ante todo ha de mantener el rigor y tan solo lo hará el día que encuentre una prueba irrefutable, que puede aparecer, y estoy seguro que espera que algún día lo haga, entre ese 90 por cien que aún queda cubierto y a la espera de ser excavado. Pero hasta entonces el arqueólogo se guardará sus teorías. Pero yo soy escritor y no estoy sujeto a esos rigores así que, sin afirmarlo tampoco, sí puedo creer que esa, que Teodosio el Grande era el Dominus de Noheda, es por indicios la probabilidad mayor. Por descarte. Porque emperador solo había por entonces uno y no parece que nadie más tuviera posibles para hacer cosa igual a aquella. Y además ¿no han hecho todas las gentes algo parecido tras triunfar fuera de su tierra? ¿Y no es lo que sigue haciendo el personal hoy mismo? Conquistadores extremeños, indianos asturianos o ricos del ladrillo a todos le pone eso de la gran quinta y palacio que lucir ante sus paisanos.

Flavio Teodosio o Teodosio I el Grande, nació en la muy romana y feraz Hispania en el año 347. En el año 379 alcanzó la dignidad imperial tras el gran desastre militar romano a manos godas en Adrianopolis y compartió en principio el poder con Graciano y Valentiniano II, encargándose del Oriente para después, en el 394, reunificar bajo su mando ambas partes, y siendo por ello el último emperador de la totalidad del Imperio. A su muerte, se separaría de nuevo, quedando en manos de su hijo Arcadio, el oriente y del otro, Honorio, Occidente.

Muy asentado ya el cristianismo, siguió la estela de Constantino, apoyándolo y apoyándose al tiempo en él, favoreciéndolo contra el aún pujante paganismo para concluir en hacerlo por decreto religión oficial del Imperio en el año 380.

 

Expertos militares  

Su padre, Teodosio el Viejo, era un curtido militar y con él anduvo por campamentos, batallas y guerras escalando dignidades y cargos por la Britania y luego como comandante militar por el Danubio. Pero su progenitor cayó en desgracia y acabó ejecutado. Él decidió regresar a Hispania. La pérdida de dos legiones a manos de los sármatas puede que tuviera que ver con una cosa y la otra. Su prudente retirada a sus posesiones hispanas le preservó de las posteriores convulsiones que tras la muerte primero de Valentiniano y luego de su hermano Valente en Adrianópolis le volvieron a llevar a primera fila, pues los hijos de ambos, Valentiniano II y Graciano lo llamaron a su lado y el segundo lo nombro coaugusto con él en Oriente. Graciano fue asesinado solo cuatro años más tarde y Teodosio se quedó solo al mando del Oriente, aunque elevó a su rango a su hijo mayor Arcadio. Esa larga estancia en Constantinopla es algo que aflora en cada una de las figuras y de las tres millones de teselas del mosaico.

Por último y al morir Valentiniano (393) el emperador de Occidente, al que Teodosio había apoyado siempre contra una pléyade de pretendientes, quedó como emperador único en ambas partes. Aunque como ya hizo en Constantinopla, no tardó en nombrar a su hijo menor Honorio como coaugusto en Roma.

Para ello hubo de vencer a quien sería su rival más peligroso Eugenio, que pretendía volver al paganismo como religión imperial. La batalla de Frígido, en la actual Eslovenia tuvo lugar en el 394. El asalto frontal de Teodosio fue repelido con lo que su rival consideró suya la victoria. Pero al día siguiente al recomenzar la batalla un vendaval tremendo se abatió sobre las filas de Eugenio. Su campamento fue tomado, Eugenio aprisionado y degollado. Como no podía ser de otra manera se atribuyó lo sucedido a la intervención celestial de dos ángeles que la noche anterior habían visitado a Teodosio.

Eugenio no fue el único opositor que le presentó batalla, otro había sido Máximo que llegó a dominar gran parte de Occidente y al que pudo al fin vencer cuando quiso completar su conquista penetrando en Italia. Derrotado en Poetovio en 388, también fue ejecutado.

Arcadio y Honorio eran los hijos de su primera esposa, la también hispana Aelia Flacila. De otra esposa posterior, Gala, hija de Valentiniano, tuvo a la que luego sería también emperatriz, la famosa Gala Plácida.

Teodosio fue un hábil estratega y diplomático. Su logró fue romanizar y convertir en sus mejores tropas a los godos que habían asaltado el Imperio y derrotado al emperador Valente en Adrianopolis. De hecho uno de los caudillos godos claves en su victoria contra su opositor Eugenio fue Alarico.

Tuvo gusto por las artes y por las hermosas construcciones. A él se debe el traslado del obelisco de Alejandría a Constantinopla, símbolo muchos años de aquella ciudad y que aún se conserva y preserva su nombre .

Murió en Milán, en el año 395, San Ambrosio pronunció su panegírico en presencia del general Estilicón y su hijo Honorio, donde se proclamó su contribución al triunfo del cristianismo contra los paganos y también contra la herejía arriana entonces muy en boga. Sus restos fueron después trasladados a Constantinopla y enterrados como un santo ya como tal se le considera en la religión ortodoxa.