"Para el verano deberíamos estar mucho mejor"

A.M.
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El virólogo segoviano Juan Reguera pide precaución en navidades y aconseja que en 2021 se celebren doblemente.

Juan Reguera Vidaechea, fotografiado en la Plaza Mayor de Segovia - Foto: Rosa Blanco

El virólogo segoviano y doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, Juan Reguera Vidaechea, de 44 años, el primer español en ganar el premio de la fundación francesa Bettencourt Schueller, advierte que hay que tomar precauciones ante los contagios, especialmente en reuniones vinculadas con las navidades, aunque reconoce en declaraciones a este periódico que se debe hacer «pensando también que estamos más cerca del final, la solución va a ser la vacuna,  para el verano que viene deberíamos de estar mucho mejor». 

Si en mayo señalaba que existía una previsión de dos años para ver la luz del túnel,  ahora se muestra convencido de que el proceso se acelera, principalmente porque, entonces, no se sabía que fueran a funcionar las vacunas ARN, conocidas como 'mensajero' –en las que en vez de introducir en el organismo un patógeno atenuado, como se conoce ahora, se envían las instrucciones para que sea el propio organismo el que produzca el antígeno (una proteína) que desencadene la reacción del sistema inmune–.   

No obstante, el virólogo advierte que «estas navidades hay que tener muchísimo cuidado, sobre todo con la gente mayor, estoy preocupado porque no es momento de bajar la guardia, emocionalmente es tiempo de estar en familia, relajados, hay que tener cuidado con eso, las reuniones no hacerlas muy grandes y pensar en que el año que viene será otra historia, no hay que caer en depresión, tener optimismo pero ser muy precavidos, evitar fiestas de fin de año en discotecas, lo que se hacía tradicionalmente, eso dependerá de las normas que dicte cada comunidad autónoma pero también del comportamiento ciudadano,  las del año que viene las podremos celebrar el doble». 

Así las cosas, prevé que, a mediados de enero, «habrá momentos de incertidumbre, vamos a ver si lo hemos hecho bien o no, si lo hacemos muy mal puede que haya que cerrar todo otra vez y bajar la curva; se debe mantener distancia, ver a la gente en la calle, con mascarilla, no hay problema, pero no meterse todos en grupo en el restaurante, habría que evitarlo este año (...), me queda claro que una de las causas de la primera ola fue la vida nocturna, la aglomeración de gente en locales cerrados, el alcohol, eso fue una bomba, con lo que sabemos ahora, conviene evitarlo estas navidades". 

El inicio de la pandemia sirvió de aprendizaje para muchos profesionales, también para la población,  por ejemplo la manera en que se transmite el virus,  su biología molecular o las mutaciones que le hacen tan letal, aunque queda bastante por aprender, reconoce Reguera, quien subraya que esta crisis pone en evidencia la importancia de la investigación y de tener expertos que estén al día en todos los países para poder ayudar a resolver problemas en un corto plazo.

Juan Reguera se muestra convencido de que, en la primera ola, «había que haber tenido mucho más cuidado en el rastreo de casos desde un primer momento, pero no estábamos preparados y no hubo capacidad de reacción para seguirlos casos, el tema no se tomó en serio hasta demasiado tarde, en el conjunto de los países, la gente no acababa de creer lo que estaba pasando, en algunos sitios se reaccionó un poco más prudentemente, en España fue muy fuerte, el confinamiento total, ahora estamos viendo que tampoco era eso, entonces no lo sabíamos, lo bueno es que se actuó a la vez,  ahora mismo se actúa de una manera aquí, otra allá, eso no está bien porque, al final, si en un sitio no se controla, la capacidad de difundirse [el virus] luego es mayor, el esfuerzo de uno se queda en nada, hay que actuar en conjunto (...) no tiene sentido cerrar a cal y canto una Comunidad si la de al lado no lo hace,  se ha soltado la mano en cuanto a no cerrar los locales del todo, no confinar, ha sido una opción que tiene un precio que son 350 personas que mueren todos los días».  

Sobre la situación de Segovia, con la incidencia más baja de Castilla y León, Reguera afirma que es posible que, como sufrió más contagios en la anterior ola, ahora tenga menos: «Las vías de transmisión del virus son las mismas, la gente que está más expuesta está más inmunizada, aunque no se haya conseguido una inmunidad colectiva, el virus progresará peor paulatinamente,  las medidas más la inmunización, que en verano era el 12%, reduce la probabilidad de transmisión, todo suma», matiza el investigador.