Un perro electrocutado y muchas incógnitas

D. A.
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La descarga mortal de una farola de Constitución el viernes 5 de noviembre vino precedida de otra más leve el martes 2, según la información oficial, aunque los rumores se han disparado entre los vecinos

Tramo de la avenida de la Constitución donde se encuentra, en primer término, la farola que electrocutó a un perro. - Foto: Rosa Blanco

Una derivación accidental del fluido eléctrico es la principal hipótesis que mantiene el Ayuntamiento de Segovia como causa de la muerte de un perro, poco antes de las 19.00 horas del viernes 5 de noviembre, electrocutado al entrar en contacto con una farola de la avenida de la Constitución. Una derivación accidental de una intensidad inferior a la que habría provocado que saltaran los diferenciales de la calle, pero suficientemente grande como para provocar la muerte de un animal de 30 kilos. Una hipótesis que por ahora aclara entre poco y nada, a la espera de informes más exhaustivos encargados por el Ayuntamiento a sus técnicos y a una empresa externa, aunque está por verse que permitan sacar alguna conclusión. 

El animal recibió la descarga y murió tras varios minutos de agonía. «Estaba totalmente rígido, aullaba, mordía la correa del dolor», relata Raquel Pacho, propietaria de una peluquería canina situada justo al lado, en el número 30. Influyó la lluvia que caía en ese momento y no se descarta que algún cable de la instalación antigua pudiera verse afectado por las obras que se llevan a cabo en esta calle desde mayo; acumulan más de dos meses de retraso, entre otros motivos, precisamente por falta de suministro de material para el nuevo alumbrado, aún inactivo (sus cables se empezaron a instalar el lunes 8). Sin embargo, también se antoja complicado que informes técnicos de este tipo se inclinen por lo contrario y determinen, de manera explícita y sin dudar, que haya una relación directa entre las obras y lo ocurrido. Certezas por tanto muy pocas, más allá del estado defectuoso de una farola, el dolor causado a una familia y la inquietud general de la ciudadanía ante semejante suceso. 

¿Falló 'sólo' esa farola?, ¿la toma de tierra?, ¿por qué no saltó el diferencial? «Esas respuestas son las que esperamos de los informes y hasta que no los tengamos, cualquier cosa que dijéramos sólo sería especular», subraya el concejal de Obras, Miguel Merino. «Los técnicos me piden que les deje trabajar para poder emitir de la manera más objetiva esos informes que nos permitan, por un lado, analizar políticamente lo ocurrido; y por otro, tomar las decisiones que corresponda». ¿Pero se pudo hacer algo para evitar el accidente?

PRECEDENTES. La concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, señala que a la Policía Local le consta un precedente, aunque se hable de otros dos. El que le consta es que tres días antes otro perro recibió una descarga eléctrica en la avenida de la Constitución, pero de menor intensidad y, al parecer, no de la farola del viernes, sino de otra a pocos metros de la que se ha señalado inicialmente como defectuosa. El viernes 5 fue la situada a la altura del número 28 y el martes 2, se supone que junto al 24, «según el informe policial». 

De Frutos reseña que, sobre las 21.30 horas del martes, Policía Local recibió un aviso por parte de la pareja de la mujer que paseaba al perro que sufrió la descarga. El animal no murió, pero reaccionó mordiendo a su dueña, que tuvo que ser atendida en un centro de salud. «Cuando llegaron los agentes al lugar no había nadie, sólo pudieron hablar con un vecino y la información era confusa», añade. Se pasó aviso al servicio de alumbrado para que revisaran la instalación esa noche y se volvió a llamar a la mañana siguiente, pero los operarios no detectaron ninguna avería. Se apagó por precaución la farola del número 24, pero no el resto, decisión que sí se tomó tras lo ocurrido el viernes, cuando se detectaron «anomalías» en la farola del 28. Desde entonces no se ha vuelto a encender ninguna de la acera. 

Desde Alcaldía se informaba el domingo de que, respecto al incidente del martes, «ni Policía Local ni el servicio de alumbrado pudieron recabar informaciones directas que permitieran dirimir el lugar exacto ni los detalles de lo ocurrido, procediendo a evaluar las farolas de la zona estimada sin encontrar anomalías y tomando medidas preventivas anulando el sistema eléctrico de la zona estimada que podría haber generado el problema».

UN SOLO PRECEDENTE OFICIAL. La concejala de Seguridad afirma que no les constan más precedentes, pero los rumores se han disparado. Un ciudadano publicó en la cuenta del Ayuntamiento que su perro también sufrió una descarga similar días atrás. El Día contactó con él pero, a pesar de que contó detalles de cómo, cuándo y dónde sucedió, pidió no ser identificado y esta redacción no ha podido verificar su versión por ninguna otra vía. Asimismo, Raquel Pacho apunta que, al día siguiente de la muerte del perro, el sábado por la mañana, se acercaron a su peluquería varios clientes y vecinos que hablaban de que, también días antes, había sido hallado un gato sin dueño junto a una farola y se avisó a la Policía Local. Otro supuesto precedente que, si es veraz, no ha podido ser contrastado. 

Por la parte política, el PP lanzó un comunicado el domingo en el que advertía que lo sucedido el viernes «podía haberse evitado si se hubiera controlado más esta obra» y «si se hubieran tenido en cuenta los avisos realizados días atrás por un ciudadano». Su portavoz, Pablo Pérez, habló por ello de «falta de interés» y «exceso de confianza» por parte del equipo de Gobierno, al considerar que, tras lo ocurrido el martes, «lo que se debería haber hecho es haberse preocupado más y no haberlo dejado en una mera revisión». 

La portavoz de Cs, Noemí Otero, se pronunció el martes, pero para opinar que «lo responsable es esperar los informes para emitir un juicio fundado», y el resto de grupos ha optado por no pronunciarse aún. Queda todo así a expensas de que hablen los técnicos, y con demasiadas incógnitas por aclarar.