"¿Segovia 21? No somos una inmobiliaria, se puede enajenar"

Aurelio Martín
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El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, hace balance de sus dos mandatos al frente de la Corporación provincial.

"¿Segovia 21? No somos una inmobiliaria, se puede enajenar" - Foto: Rosa Blanco

Quienes defienden las diputaciones las consideran básicas para la atención a los municipios, mientras que sus detractores opinan que sus competencias pueden ser asumidas por otras administraciones. Cuando apenas le quedan cinco meses para dar el relevo a quien le sustituya,  el presidente de la corporación provincial, Francisco Vázquez, secretario autonómico del PP de Castilla y León, habla en favor de la continuidad de estas instituciones de proximidad  y de la gestión llevada a cabo en los dos últimos mandatos. 

¿Cómo ha sido el paso por la Diputación, después de conocer otros cargos?

Para asumir responsabilidades políticas, con ocho años es suficiente, lo he demostrado también en las Cortes Regionales y en la Cámara Alta.  Un mandato se queda corto en una Administración local porque se dejan muchos proyectos encima de la mesa pero con dos se culmina un ciclo. En junio dejaré la Diputación, no me voy a presentar a las elecciones municipales. Esta etapa ha sido la más satisfactoria porque, es verdad que te llevas disgustos por no poder atender todas las peticiones, pero se nota el trabajo porque está cerca del ciudadano. 

En el caso de la Diputación estamos para servir a los pueblos. En este pleno ha ido la aprobación del plan de ayudas a inversiones municipales, con 226 obras, una en cada pueblo, estoy seguro de que desde un consejo de alcaldes, como propuso Centrados, quienes tuvieran el privilegio de estar sentados allí arrimarían el ascua a su sardina. Esto es rancio y antiguo, viene del siglo XIX, hay que venir enseñados a las instituciones. Ya me cuido mucho de que los diputados, que son concejales de ayuntamientos, no barran para casa y que ningún municipio salga perjudicado. 

Sin embargo, desde algunas fuerzas políticas se vincula a las diputaciones con el clientelismo político... 

Siempre que surgen algunas fuerzas de corte urbano han denostado el mundo rural que es el que defienden las diputaciones, aunque, sin ir más lejos, en la capital también desarrolla la acción social y cultural, aparte del Ayuntamiento. La Administración local es la más débil, ningún Gobierno se ha preocupado porque las Diputaciones tengan un sello de identidad propio pese a que deben asumir competencias que no les corresponden. No conozco una administración en la que haya menos clientelismo que en una diputación, hay un margen de maniobra mucho más amplio en los grandes contratos que hacen otras administraciones. Me preocupa que quien rechaza las diputaciones sea por desconocimiento, ha habido fuerzas políticas que han nacido con esa vocación, pero cuando están representados,  perciben desde dentro lo que se hace y dejan la cantinela… . 

Una de sus primeras acciones fue disolver el consejo de administración de Segovia 21, ahora Urbanización Quinta Real, y enviar al fiscal la documentación por si había irregularidad ¿cuál es el futuro de este complejo?

El proyecto llevaba diez años cuando llegué, en 2011, es cierto que no eran los mismos planteamientos debido a la crisis económica y que había que atajar la situación. Tuve que suprimir el Consorcio Agropecuario porque la Diputación se quedó como único ente que realizaba aportaciones, lo mismo que el Patronato Provincial de Turismo y abordamos una gran reconver sión en el Museo ‘Esteban Vicente’, para no cerrarlo. Había que coger el toro por los cuernos en muchos entes en los que estaba representada la Diputación, con unas normas estrictas en cuanto al gasto. La competencia de la Diputación no es tener una inmobiliaria, ojalá que la sociedad se hubiera enajenado cuanto antes, si hubiera podido, en estos años, lo hubiera hecho. Ahora está en un momento interesante porque se ha reactivado el mercado financiero e inmobiliario, es una opción importante para que la Diputación pueda sacar un beneficio económico, como ya ocurrió.  Año tras año se ve la evolución de la sociedad, que está siendo muy positiva, incluso se puede quedar sin pasivo financiero.   

¿Van a vender?

Segovia 21 no es una cuestión que deba gestionar la Diputación, se puede enajenar perfectamente, ya no arrastra ese pasivo tan grande, después del concurso de acreedores.     

Cuando a los socialistas se les recuerda el pufo del CAT, enseguida hablan de el de ‘La Faisanera’ y el Palacio de Congresos, ¿son comparables ambos casos?

No, incluso ellos saben que no es así porque, en estos dos mandatos, han ido de la mano con el Grupo Popular. Todas las decisiones de la sociedad han contado con el refrendo de los dos grupos mayoritarios. Es cierto que, en 2003, cuando estaba de portavoz en el Ayuntamiento de Segovia, apoyamos el CAT pero el devenir ha sido distinto. La transparencia, las 20 reuniones de comisión institucional que hemos realizado en la Diputación sobre Segovia 21 no se han producido de la misma forma en el Ayuntamiento. No quiero polemizar.  Ahí están los presupuestos del año pasado y del anterior, donde estaban incluidas las cuentas de Segovia 21,  fueron apoyados también por el Grupo Socialista.

¿Para cuándo el Palacio de Congresos?

Querría que cuanto antes, no depende ni del Ayuntamiento de Palazuelos ni de la Diputación, sino de la Confederación Hidrográfica del Duero.  El aparcamiento se está ejecutando desde el año pasado, falta la tercera fase de la construcción y el equipamiento. Ya hay dinero para finalizarlo en los presupuestos de 2019. Ojalá que sea este año aunque siempre he dicho que no quería cortar una cinta antes de las elecciones, ya nos acusaban, en 2015, de que nos dábamos mucha prisa para inaugurarlo, si no se acaba antes de mayo que no se acabe, pero el caso es que quede hecho.   

Existe un gran problema de despoblación, desempleo y los 208 municipios necesitan resolver problemas de infraestructuras, aparte de tener que mantener 1.100 kilómetros de carreteras provinciales, entre otros servicios, ¿cuál ha sido el eje principal de la política que ha desarrollado el gobierno de la Diputación en estos ocho años?  

Ha sido una gestión bastante austera porque lo requería la situación económica con un índice de endeudamiento muy asumible, que ha quedado reducida en torno al 20% del presupuesto. Hay una carga social muy importante, somos la única institución de la provincia con cuatro centros asistenciales, que asiste también a los ciudadanos de la capital, hasta el punto de que dedicamos el 50% del presupuesto a servicios sociales, área a la que pertenece más de la mitad de la plantilla. Hay una buena distribución de centros de acción social y unas ochenta personas trabajando en equipos multidisciplinares.  Somos una Diputación social porque nos dedicamos a las personas, pero también cultural. 

En época de crisis se suelen reducir gastos que se piensa que son superfluos o no dan votos, pero nosotros hemos hecho todo lo contrario, creando el Instituto de la Cultura Tradicional de Segovia, potenciado el teatro Juan Bravo y duplicando la subvención al Museo de Arte Contemporáneo, aparte de 60 programas culturales, lo que nos convierte en el gran dinamizador de la cultura de la provincia.  En estos ocho años nos hemos gastado 33 millones de euros en potenciar la cultura de la provincia de Segovia, en plena crisis. El problema de la despoblación es un problema general. La gente vive donde quiere pero, además, hay mucha hipocresía, todo el mundo habla de despoblación pero nadie hace nada y se está primando vivir en las grandes ciudades. Lo importante es que haya servicios en el medio rural y lo que hacemos es ayudar a los ayuntamientos en lo que podemos.

¿Qué se hizo hace mil años cuando esta tierra estaba despoblada?, privilegiar a la gente para que viniera a vivir, como eximirla del pago de impuestos, por eso lo que se debe hacer depende de otras administraciones. Los que más hablan de despoblación son los urbanitas que se rasgan la vestiduras cuando son ellos quienes provocan la despoblación. La implantación de industrias es otra medida, pero ahora se están concentrando en torno a las ciudades.

El PSOE rechazó sus presupuestos argumentando que eran continuistas y de poco calado…

Si hubieran sido continuistas deberían haberlos aprobado, como hicieron los dos años anteriores. Ya sabía que en un año electoral la oposición no se puede aprobar los presupuestos, hay que decir la verdad a la gente. 

¿Usted en la oposición haría lo mismo?

Puede ser que hiciera lo mismo, sí, sí… , pero no es lo mismo, en la Diputación tenemos mayoría y no hace falta el concurso de otras fuerzas políticas, aunque lo hemos intentado.  Lo entiendo, les podían haber afeado sus jefes que, en un año electoral, apoyaran unos presupuestos del PP y más en este caso al secretario autonómico del PP de Castilla y León.  

Se encuentra en la terminal a punto de embarcar, valga la metáfora, ¿cuál va a ser su destino?

Nunca me he apegado a un sillón, mi destino está como jefe de servicio en la Junta de castilla y León, pero estoy en servicios especiales desde 2001, cuando asumí la portavocía del Grupo Popular en las Cortes regionales. Me puedo permitir abandonar una responsabilidad sin ir a la calle, que es lo que se achaca a los políticos cuando se preguntan ‘¿dónde van a ir estos si no tienen otra cosa que hacer?’, yo sí que tengo otra cosa que hacer, otra cuestión es que tenga otras responsabilidades políticas y, de momento, no vuelva a la Administración a la que pertenezco. No hay que estar siempre en los mismos sitios. 

El candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y león, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado que los candidatos a presidir las diputaciones no se conocerían incluso hasta pasados los comicios, que las cosas habían cambiado, ¿cuál sería el perfil de su sustituto en el PP? 

En otras ocasiones es verdad que hemos definido los candidatos, siempre en coordinación con la dirección nacional, haremos lo mismo que en el conjunto de España. Hay que tener en cuenta que el fraccionamiento político que hay en el Estado no es el mismo que el de hace cuatro años, aunque me atrevo a decir que vamos a conservar la mayoría absoluta en la Diputación porque los alcaldes están trabajando muy bien.

¿Cómo vivió la decisión de designar candidato a la Alcaldía de Segovia a Pablo Pérez, cuando la propuesta que surgió de Segovia había sido otra?

La competencia para la nominación de los candidatos a las alcaldías de las capitales de provincia es de la dirección nacional del partido, cuyas directrices siempre han seguido las direcciones regional y provincial, en este caso también.  

¿Cree que se puede volver a reproducir esta situación con las autonómicas, teniendo en cuenta de que puedan disputarse el encabezamiento de la lista la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, y usted?

No creo que haya ningún problema, para la confección de las listas esperaremos a que se disuelva la Cámara, el uno o el dos de abril, es cierta cortesía. Yo respeto lo que hacen otros, que los nominan ahora, y quien está allí sentado no pinta nada, saben que tienen fecha de caducidad…

Se le ve muy optimista pero ha habido titulares en los que se decía que ‘El PP rompe por Segovia’...

Los titulares periodísticos les respeto pero comparto muy pocos, se ha visto que no es así, en las próximas fechas vendrá a Segovia el presidente nacional, Pablo Casado,  ya ha estado varias veces el presidente regional, cada uno puede poner lo que quiera pero aquí no hay nada roto..

Como director de la campaña regional, ¿le preocupa que la irrupción de Vox o el auge de Ciudadanos puedan propiciar los peores resultados del PP en Castilla y León?

Me preocupa mi partido, cuestiones internas de organización, otras fuerzas me preocupan menos… No es el mismo escenario, estas elecciones son absolutamente distintas porque en el tablero electoral hay cinco o seis actores, al menos. Siempre hay bipartidismo, unos están en el gobierno y otros en la oposición, estén en un solo partido o fraccionado.  

¿Pese a lo sucedido en Andalucía, mantiene lo que afirma Fernández Mañueco de que debe gobernar la lista más votada?

Por supuesto, es lo más correcto, pero debe haber las mismas reglas del juego para todos porque otros no respetan esa máxima, desde 1996, cuando Felipe González perdió ante José María Aznar por 300.000 votos y podría haber gobernado con IU, pero dejó hacer gobierno al PP. Esas reglas del juego han pasado a mejor vida, nosotros seguimos proponiendo lo mismo, si otros juegan con otra baraja no vamos a ser tan tontos...

¿Piensa que, igual que han hecho en Andalucía con el PSOE, Ciudadanos apoyará un gobierno que desplace al PP en Castilla y león?

Nosotros vamos a tener una mayoría suficiente, dije que podíamos contar con unos 35 parlamentarios pero ahora soy más optimista, en torno a los 40. ha cambiado el panorama político, las encuestas son fotos fijas que van variando. Castilla y León y Andalucía son dos comunidades que han estado regidas por una fuerza política mayoritaria desde hace mucho tiempo, pero no se pueden comparar los resultados de una autonomía útil, como afirma Juan Vicente Herrera, porque aquí tenemos los mejores resultados en educación, en dependencia, en sanidad o en empleo, Andalucía es todo lo contrario, lógicamente se tiene que producir un cambio de gobierno.

¿Va a exigir el PP responsabilidades a la alcaldesa de Gomezserracín,Laura del Río, por posar con una bandera preconstitucional’?

Las mismas que va a exigir el PSOE por posar con una bandera republicana a la corporación municipal de Segovia…