Nuestros campeones

Nacho Sáez
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El Club Deportivo Apadefim es uno de los espejos en Segovia de la película de Javier Fesser. Hombres y mujeres, veteranos y jóvenes, unidos para demostrar que en el deporte no hay barreras.

Integrantes del Club Deportivo Apadefim. - Foto: Rosa Blanco

Isabel Escobar sale a las tres de trabajar en el Centro Especial de Empleo de Apadefim-Fundación Personas y directamente pone rumbo –algunos días sin ni siquiera haber comido– al pabellón de La Lastrilla para jugar al baloncesto. El sacrificio que realiza es lo de menos para ella, porque disfruta como una niña botando al balón, lanzando a canasta y riéndose junto a sus compañeros. Es una de los 45 integrantes del Club Deportivo Apadefim, que promueve el ejercicio físico entre las personas con discapacidad intelectual de Segovia desde hace más de dos décadas. 

Ofrece la oportunidad de practicar –con independencia de la edad y el sexo de los participantes– baloncesto, fútbol sala, atletismo, natación, tenis de mesa, golf, rugby inclusivo y ciclismo en mountain bike. Luis Miguel Madroño, uno de los veteranos (62 años), formó parte del equipo de baloncesto y ahora hace golf. Cualquier cosa con tal de mejorar su psicomotricidad, su capacidad de integración social o, simplemente, pasarlo bien. El propio Luis Miguel, que puede presumir de ser subcampeón de España de golf en nivel 1, podría pasar por uno de los personajes de ‘Campeones’, esa película que emocionó a millones de españoles el año pasado y que se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la gala de premios de los Goya de este sábado.

«Nos ha hecho más visibles en la sociedad y nos ha ayudado a enseñar cómo son en realidad estas personas», señala sobre el filme José Luis Arnanz el Javier Gutiérrez de este Club Deportivo Apadefim. Son las tres de la tarde del lunes y al entrenador le toca entrenamiento con el equipo de baloncesto en el pabellón de La Lastrilla. Primero dirige el calentamiento, en el que no deja de corregir a sus discípulos, a los que impone una exigencia en absoluto alejada de la que tiene un equipo normalizado. Tampoco se relaja a la hora de dar instrucciones cuando comienzan los ejercicios con balón. «Es que la sociedad tiene miedo a lo desconocido, pero pueden derribar cualquier barrera», subraya el propio Arnanz.

Diego Postigo ha sido campeón de Castilla y León de campo a través, medalla de plata en los campeonatos de España de 10.000 metros y el año pasado se clasificó en la cuarta posición a nivel nacional en 5.000 y 10.000. Sus resultados ejemplifican el afán de superación de estos deportistas y el buen trabajo que hace el CD Apadefim, presente siempre en las principales competiciones organizadas para personas con discapacidad intelectual. 

El pasado sábado tocaba viaje a León para participar en una nueva jornada de la Special Olympics, una Liga que cada fin de semana se disputa en una provincia de Castilla y León. El pasado mes de noviembre reunió a más de 400 deportistas en Segovia. «Ir a otras ciudades les permite a los chicos tener un tiempo de ocio los fines de semana que es importante», remarca el entrenador, que les acompaña en estos desplazamientos y que disfruta de los éxitos que cosechan. Algunos practican varios deportes: tenis de mesa en Santa Eulalia con el Club Deportivo Amigos del Tenis de Mesa, atletismo en las pistas Antonio Prieto a través de la Escuela de Deporte Adaptado del Instituto Municipal de Deportes, golf en Los Ángeles de San Rafael o, una vez al mes, rugby inclusivo en Valladolid gracias a una iniciativa en este sentido puesta en marcha hace cuatro años por El Salvador. El club vallisoletano ha permitido que viajen a Toledo para medirse a equipos de esta provincia, Jaén y Hernani (Guipúzcoa).

A los 45 deportistas que forman parte del CD Apadefim hay que añadir otro medio centenar que todas las mañanas realizan ejercicios de psicomotricidad en el centro que la organización tiene en El Sotillo. Teodoro Samaniego constituye otro ejemplo de los efectos positivos del deporte sobre las personas con discapacidad intelectual. Cerca de alcanzar los 60 años, aún hace ciclismo. ¿Les cuesta a los más jóvenes engancharse al deporte? «A los que vienen de la educación integrada, normalmente menos, pero depende de cada persona», indica Arnanz, que suele contar con la ayuda para dirigir los entrenamientos de estudiantes adaptados.

Víctor Martín tiene 20 años y ha estudiado un ciclo de grado medio de actividades físicas en el medio natural. «También he hecho un curso de entrenador de baloncesto y el próximo año voy a entrenar al equipo de mi pueblo, Riaza», cuenta al final de uno de esos entrenamientos con los que colabora en prácticas con el CD Apadefim. Antes que él lo hizo Diego Postigo, que se acaba de sacar la oposición de bedel en centros oficiales. Ambos son dos campeones. Como los de la película de Javier Fesser, como también los integrantes de la asociación Down Segovia y como tantos miles anónimos que cada día derriban obstáculos.