Hasán Rohani ha afirmado hoy que las nuevas sanciones anunciadas por Estados Unidos contra el Banco Central del país muestran la "desesperación" de Washington ante la "resistencia" de Teherán.
"Resulta que esta campaña de máxima presión a fracasado a la hora de lograr algo, dado que a nuestra gran le ha ido bien durante este año", ha manifestado, según ha informado la agencia iraní de noticias FARS.
Así, ha recalcado que se dirigirá a la Asamblea General de Naciones Unidas, "en la que los estadounidenses han impulsado sus sanciones crueles", para denunciar la situación.
Rohani ha hecho hincapié en la importancia de esta sesión de la Asamblea General y ha agregado que a las autoridades estadounidenses "no les gusta ver una delegación iraní para que dé su opinión y entrevistas".
El mandatario iraní ha hecho así referencia a la incertidumbre sobre una posible negativa de Estados Unidos a entregar visados a la delegación del país asiático, que finalmente han sido concedidos.
El propio Rohani anunció el domingo que durante su participación en la 74ª Asamblea General de Naciones Unidas presentará un plan de seguridad para la región.
"Este año, vamos a Nueva York con el eslogan de Una coalición por la esperanza y la Iniciativa de paz de Ormuz. Vamos a proponer un plan en Naciones Unidas que se basa en el hecho de que Irán, con la ayuda de los países de la región, puede garantizar la seguridad en el golfo Pérsico y en el estrecho de Ormuz", dijo.
Rohani explicó que "la lógica del plan se basa en la autoseguridad" porque "la presencia de fuerzas extranjeras en esta región puede causar problemas". "Si realmente quieren seguridad en nuestra región, tienen que irse de ella", instó a los países occidentales, de acuerdo con el discurso difundido por la Presidencia iraní.
Estados Unidos ha impulsado la creación de una fuerza naval para garantizar la libertad de navegación en el estrecho de Ormuz en respuesta a los incidentes con buques petroleros ocurridos durante el verano en este importante canal.
Además, la Administración de Donald Trump ha aprobado un despliegue militar para reforzar las defensas saudíes tras los recientes ataques contra instalaciones petroleras en Arabia Saudí, para lo cual también busca apoyo internacional.
Washington culpa de estos sucesos a Teherán, en el marco de la escalada de tensión que comenzó en 2018 con la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear firmado tres años antes, por el cual Irán se comprometió a limitar el desarrollo militar de su industria atómica a cambio del fin de las sanciones internacionales.