Adif tapia por sorpresa la estación de trenes

Nacho Sáez
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El Ayuntamiento desconocía el sellado de la mayoría de puertas y cristaleras que ha llevado a cabo la entidad ferroviaria con el objetivo, dice, de reducir el vandalismo y lograr una uniformidad estética.

Adif tapia por sorpresa la estación de trenes de Segovia - Foto: Rosa Blanco

Tan en el olvido va quedando la estación de trenes convencional que  prácticamente ha pasado desapercibido un cambio en su fisonomía que más bien simboliza un clavo más en el ataúd al que parece condenada. La vieja cantina y otros de los espacios en los que se escribió esta parte de la historia de Segovia y del ferrocarril en España han quedado tapiados sin que Adif –la entidad encargada de su gestión y mantenimiento– se lo haya comunicado siquiera al Ayuntamiento.

«No nos han informado de actuaciones en la estación de Renfe», apunta la concejala de Urbanismo, Clara Martín. Tras una consulta realizada por esta redacción el pasado 19 de febrero, fuentes de Adif han explicado que «debido a las repetidas acciones vandálicas que, desde hace aproximadamente dos años, ha venido soportando la estación de Segovia Centro, Adif entendió necesario tomar medidas de protección adicionales que complementaran a las anteriormente implantadas (en los accesos a los aseos, por ejemplo)».

Durante los dos últimos meses de 2020, sus técnicos instalaron unos chapones desmontables en la mayoría de las cristaleras y puertas, tanto del edificio de viajeros como del inmueble contiguo, también muy olvidado. «Consideramos que la medida ha sido efectiva desde el punto de vista de la seguridad, a la vez que se ha logrado una cierta uniformidad estética en la medida de lo posible», han indicado esas mismas fuentes.

Adif tapia por sorpresa la estación de trenes de SegoviaAdif tapia por sorpresa la estación de trenes de Segovia - Foto: Rosa Blanco

Paralelamente la propia Adif y el Ayuntamiento continúan negociando la cesión de los terrenos contiguos, donde está proyectada la construcción de la nueva estación de autobuses de Segovia con el apoyo de la Junta de Castilla y León. «Actualmente seguimos trabajando conjuntamente para buscar una solución técnica que satisfaga los legítimos intereses de ambas partes y la viabilidad económica de la operación», ha remarcado la gestora de infraestructuras. Sin embargo, lleva camino de convertirse en un proyecto histórico de la ciudad. 

Ya en 2015 el PSOE incluía en su programa electoral la promesa de promover la creación de un nuevo centro cívico municipal en la antigua estación de ferrocarril mediante la solicitud a Adif. «Estamos viendo las posibilidades con ellos, pero no tenemos ningún avance al respecto. Al final Adif quiere sacar el mayor rédito posible a su suelo y en eso estamos trabajando», desvela la concejala de Urbanismo.

Sobre la mesa está también la declaración de este espacio como Bien de Interés Cultural, en cumplimiento de la Proposición No de Ley aprobada por la Comisión de Cultura y Turismo de las Cortes de Castilla y León en septiembre. «Esta estación ‘vieja’ y la línea que aún da servicio son símbolos de la lucha para traer el progreso que protagonizaron nuestros antepasados, a la vez que fue punto de reunión cultural de personajes literarios tan importantes como Antonio Machado», reivindica desde hace tres años la Asociación Amigos del Ferrocarril Ciudad y Tierra de Segovia. «Segovia es grande y rica por la diversidad de su historia, que no sólo está en su casco histórico. También debemos de protegerla, fomentarla y defenderla porque con su cierre o pérdida todos perderemos, ya sea un transporte público alternativo o un patrimonio histórico en lo ferroviario», añadía.

El sellado llevado a cabo ahora ha cogido por sorpresa a muchos. «Quizás esos espacios estaban deteriorados y eran un riesgo para las personas», trataba de intuir este jueves el portavoz de la Coordinadora Estatal por el Tren Público, Social y Sostenible, el segoviano José Luis Ordóñez, quien tampoco lo conocía al ser preguntado. Las pintadas por doquier, los cristales rotos, las paredes desconchadas y los malos olores se habían adueñado del paisaje de la estación. Ahora le toca estrenar imagen.