La concejala de Patrimonio Histórico de Segovia, Claudia de Santos, anunció el pasado jueves que la próxima semana se procederá a la retirada de la Virgen del Acueducto. El lunes «se empezarán a poner» los andamios, cuya instalación son un proyecto en sí mismo, dada la complejidad de bajar del monumento una escultura que, aunque no lo parezca desde abajo, mide 1,6 metros y pesa «entre 1.000 y 1.200 kilos», al ser de piedra caliza.

Mucho menos pesará la réplica, «50 o 60 kilos», una vez confirmado el material con el que se hará: resinas epoxídicas (adhesivo de ingeniería usado en aviones) mezcladas con áridos para hacer una capa de «cinco o seis centímetros» que se rellenará con «material más ligero». «Desde abajo no habrá diferencia con la original», que tras su restauración se expondrá en la Casa de Moneda. Se prevé resolver toda la operación «en dos o tres meses», así que probablemente haya réplica en la hornacina antes de las elecciones del 26 de mayo, aunque no se da por seguro.