Un solo cine para toda Segovia

D. A.
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El cierre de los Cines Luz de Castilla apuntala la no reapertura de la sala de Caja Segovia, explotada por la misma empresa, y deja a la provincia solo con la cartelera de Artesiete, que aún está con menos de la mitad de público que antes de la covid

Entrada a los Cines Luz de Castilla, ya cerrados y sin cartelería desde el pasado lunes. - Foto: Rosa Blanco

'Top Gun (Maverick)' y 'La guerra de los niños' de Parchís comparten cartelera en estos días, pero poco tiene que ver la situación actual del cine con la de los años 80. Parchís, que ha vuelto para conmemorar el 25 aniversario de la EGB, está lejos del gancho de entonces por más que los padres tiren de los hijos, y el éxito que está cosechando la secuela del clásico aéreo de Tom Cruise no basta para frenar la caída en barrena del sector de la gran pantalla, aunque le ayuden los superhéroes. Así entraba Segovia en pandemia con programación regular de estrenos en tres cines de la capital y uno de Cuéllar (la sala Alfonsa de la Torre), mientras que desde el pasado lunes ya sólo le queda uno, Artesiete, después de estrellarse el del Luz de Castilla contra unas plataformas digitales que vuelan alto. Lo explotaba desde hace una década la empresa salmantina Sercine, que también se animó en 2017 a abrir la sala de la Fundación Caja Segovia (en la bajada del Carmen, con películas menos comerciales), pero ya decidió no renovar el contrato de alquiler con el shock inicial de 2020; y los estrenos también se esfumaron en este tiempo de Cuéllar.

La estadística dice que en España no había tantas salas activas como ahora desde 2014, pero la provincia empezó 2020 con 17 y hoy ya sólo tiene las siete del barrio de Nueva Segovia. La gran pantalla supo adaptarse a la consolidación de la televisión y la irrupción del vídeo doméstico en la mítica década de 80, y también ha resistido en este milenio el empuje de las descargas ilegales de internet, pero el despegue de Netflix, Disney+ y demás está haciendo estragos; al menos de momento.

'Apagamos los proyectores. Muchas gracias por estos 10 años' es el escueto mensaje que podía leerse en el cartel colgado en las taquillas del Luz de Castilla. «Los dos últimos años han sido muy complicados y el público no ha vuelto a responder, no hay otra explicación», lamentaba el lunes su gerente, José Manuel Fuentes, mientras apuraba el desmontaje de maquinaria para dejar todo libre a partir del miércoles 1 de junio.

Las pérdidas eran insostenibles, y más en vistas de que el paulatino regreso a la normalidad no ha venido acompañado de un aumento significativo del número de espectadores. «Tomamos la decisión con mucha pena, pero no hay que darle más vueltas: no ha funcionado, pues no ha funcionado. Sólo queda agradecer mucho a la ciudad la acogida que hemos tenido siempre y nada, aquí se va un segoviano más. No es un momento fácil, pero es que si ves que pasa el tiempo y esto no tira, al final no vale la pena», concluyó. Llegaron a dar empleo a 14 personas, quedaban ocho y ahora ya cero.

El resto del centro comercial sí que ha recuperado actividad. «Llevamos un año muy bueno, con cifras muy semejantes a las de 2019, mejores que las de 2021 y por supuesto muy por encima de 2020 tanto en afluencia como en ventas», destaca su gerente, Alexia Fernández. «Pero el caso del cine es muy particular», y de momento no se asoma otra empresa dispuesta a arrendarlo y reabrirlo a corto plazo.

En cuanto a la sala de la bajada del Carmen, la Fundación Caja Segovia mantiene un convenio con Caixabank para cederla a eventos del Tercer Sector (la semana pasada celebraba allí un acto la Asociación Española contra el Cáncer, por ejemplo), después de que Sercine no se interesara por renovar su contrato al desatarse la pandemia. 

EL SUPERVIVIENTE. Artesiete, mientras tanto, lidia como puede con la crisis. Antes de la covid eran 13 trabajadores y ahora son 10, contando a su gerente, Humberto Casado: «De momento aguantamos con un 55 o un 60% menos de espectadores que antes de la pandemia», lamenta. «Las únicas películas que están funcionando son las de superhéroes, las de acción para chavales». De hecho, entre sus espectadores predominan las familias y «los jóvenes desde los 13 o 14 años, que es cuando empiezan a salir con los amigos, hasta los 25».

«Un poco sí se ha notado» el aumento de público con el fin de las mascarillas en interiores el 20 de abril y la supresión de la butaca de separación un mes después, pero queda mucho por recuperar. «A veces incluso suspendemos pases porque no ha venido nadie», continúa el gerente de Artesiete, pese a que basta con que haya un espectador para tener que mantener la programación, cuando el cine necesita «al menos 20 o 25» para que una proyección no deje pérdidas. Y el cine de Nueva Segovia tiene siete salas que alimentar: las dos más grandes, con 409 butacas cada una; la más pequeña, con 97.

Ahora Artesiete debería mejorar cifras con el cierre del Luz de Castilla por una simple cuestión de selección natural y trasvase de público, y en ello confía Casado.Sin embargo, allí también piensa que había «determinado público que iba al cine del centro comercial aprovechando que iba a comprar otras cosas, o para entretener a los niños mientras compraba», por lo que teme que una parte de esa cuota de mercado se pierda sin más. 

«Las plataformas digitales han hecho mucho daño», constata el gerente de Artesiete, pero «la calidad de sonido, imagen y bienestar de un cine es imposible de conseguir en casa», subraya. «Hay sobre todo determinadas películas que, por sus efectos especiales, no es lo mismo verlas en una pantalla de 30 metros con un buen sistema de sonido que verlas en casa, donde pierdes un poco la experiencia». Un plus indiscutible que choca con el precio de las entradas frente al de la suscripción a un canal de streaming, pero que debería permitir que Segovia conserve al menos el cine que le queda.