"No me importaría seguir en las Cortes"

Aurelio Martín
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Se presenta como sepulvedana y periodista con la etiqueta #EternoVíctorBarrio, en recuerdo a su esposo, de cuya fundación es vicepresidenta y activa en el programa de tauromaquia para niños. Es jefa de prensa de la Consejería de Presidencia.

"No me importaría seguir en las Cortes"

Raquel Sanz Lobo (Sepúlveda, Segovia, 1984), licenciada en Periodismo, jefa de prensa de la  Consejería de  Presidencia de la Junta de Castilla yLeón, ocupará el escaño vacante tras la marcha a Ciudadanos de la expresidenta de las Cortes regionales, Silvia Clemente, al figurar en el número cinco de la lista. En esta entrevista subraya que no le importaría continuar, ahora que se elaborar las listas electorales, y apuesta por la mejora de los servicios en el medio rural. También habla de la actividad de la fundación que rinde memoria a quien fue su esposo,  el  torero Víctor Barrio, muerto de una cornada en Teruel, el 9 de julio de 2016.

¿Qué impresión tiene al haber llegado a las Cortes cuando apenas quedan plenos?, ¿le merece la pena la experiencia?

Llego con mucha ilusión y ganas de aprender, aunque sea en poco tiempo.  En el primer pleno tomaré posesión pero habrá que elegir presidente de las Cortes por lo que ya hay un acontecimiento importante... Quedan muchas cosas que debatir y aprobar antes del final de la Legislatura. Será una experiencia muy enriquecedora, es innegable que me gustaría aprovecharla durante más tiempo, pero ya que ha sido así, disfrutar lo que queda. 

También puede aspirar a ser candidata, ¿le gustaría seguir? 

No me importaría, habrá que ver qué ocurre con las listas.  

 ¿Y en Sepúlveda, donde ya encabezó la lista en 2015?

Por cuestiones personales no vivo allí, tengo que hablar con el partido, hay que valorarlo, todavía hay tiempo.

Su entrada se debe a la marcha de Silvia Clemente, ¿qué opina de esta situación y de su desembarco en Ciudadanos?

Estoy un poco sorprendida, como la mayoría, son decisiones personales que afectan también a las instituciones pero hay que seguir y, en este caso, me ha tocado entrar e intentaré hacerlo lo mejor posible. 

¿Piensa que hay proyecto de Comunidad?

Por supuesto que lo hay, creo en el proyecto de Comunidad que hay desde el Grupo Popular, se ha visto durante todos estos años con Juan Vicente Herrera,  y la continuidad es Alfonso Fernández Mañueco con el mejor proyecto para Castilla y León.    

Las encuestas no dan una victoria con mayoría absoluta al PP, se plasma una fragmentación de voto, ¿cree que gobernará con pactos?

Eso es obvio, a todos los niveles habrá que recurrir a los pactos tras la entrada de nuevos partidos y otros que habían llegado anteriormente. La política española no estaba acostumbrada a ello,  lo que era habitual en otros países europeos, pero creo que vamos aprendiendo y que hay que entenderse por el bien de los ciudadanos.

Cuando conoce su nueva situación ¿qué es lo primero que se le viene a la cabeza en relación a los problemas que hay que atajar en Castilla y León?

Soy de Castilla y León y del mundo rural, hago mucho hincapié en la necesidad de acercar las políticas y  los servicios a este entorno. En esta Comunidad, a pesar de lo que se pueda vivir, tenemos mucha suerte en comparación con otras y, al estar en la Administración, veo todo el trabajo que se lleva a cabo, desde consultorios locales en pueblos muy pequeños a  colegios abiertos para tres alumnos. Hay que seguir avanzando en ello, en la zona nordeste demandamos mucho la mejora del transporte público y de las comunicaciones, es verdad que son temas que se vieron muy afectados con la crisis, pero hay que retomarlos. Me gusta hacer hincapié en todos los temas que mejoren los servicios para los ciudadanos en el mundo rural. Somos una Comunidad maravillosa, pero muy grande y muy poco poblada, entonces eso conlleva una serie de problemas que encarecen todo, como la educación, por ejemplo, la mía que estudié en Sepúlveda, fue más cara que cualquiera que estudie en Madrid o en Segovia. 

Se puede paliar con políticas, no solo autonómicas, sino nacionales, incluso europeas, para hacer atractiva la vida en los pueblos, la defiendo, hay que vivirlo para saber valorarlo, pero hay que crear también oportunidades de empleo para que se pueda revertir esta situación. 

Independientemente de su actividad profesional continúa apostando por mantener la memoria de Víctor Barrio, ¿que aceptación tienen los proyectos que ha emprendido la fundación? 

Hay mucho trabajo, todos colaboramos de forma altruista, seguimos con el programa para los niños, nos movemos por toda España, nos queda venir a Segovia, donde estaremos encantados de hacerlo cuando haya una feria, que está teniendo mucho éxito entre los más pequeños y los adultos también lo valoran. Tenemos pendiente la realización de una escultura en Segovia con las donaciones que hicieron Enrique Ponce y David Mora, en Cantalejo, y Alberto López Simón, en Colmenar Viejo, hay un boceto y hay que ponerse manos a la obra. De cara a la temporada 2019 pronto tendremos novedades.

¿Tienen algún litigio abierto aún por los insultos al torero?  

Está una denuncia de carácter civil contra Datxu Peris, concejal en Catarroja, que publicó unas cosas en Facebook  y fue condenada en el Juzgado de Sepúlveda, con sentencia ratificada por la Audiencia Provincial de Segovia, aunque ella recurrió al Supremo. Estamos esperando, creemos que pronto vamos a tener noticias y tenemos esperanza en que sean buenas, sobre todo porque se sentaría jurisprudencia, hablaríamos ya de un hecho histórico que, a pesar de todo lo que vivimos que fue muy duro y sigue siendo muy duro,  todo proceso judicial lo es, pero estaríamos hablando de que, a lo mejor, otras personas no tienen que pasar por esto porque hay una jurisprudencia por estos hechos delictivos. Luego estamos a la espera de juicio de un supuesto profesor de Valencia, en Segovia, por lo Penal, aunque aún no hay fecha. 

Y supondría un punto de inflexión respecto a estos temas…

Así es, por eso no tiramos la toalla, casi tres años después seguimos pendientes de juicios y demandas, para que no se vuelva a repetir que, porque alguien que trabaje en algo que no guste a otra persona tenga que aguantar una serie de insultos y amenazas. Son delitos de odio.