El secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO Castilla y León, Lorenzo Rubio y el secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT Castilla y León, Pablo Zalama, sostuvieron que la pandemia dejó en evidencia que ha fallado el sistema de las residencias de mayores y exigieron que realicen, cada trimestre, inspecciones de trabajo "sin avisar" en estos centros y se elaboren informes a los que se pueda tener acceso. 

Para ambos sindicatos, que comparecieron con motivo de la celebración mañana del Día Internacional del Mayor, “las personas acogidas en estos centros es lo primordial y principal”, como lo tiene que ser para cualquier partido político. Rubio aseguró que todas las residencias de mayores tiene que tener carácter sociosanitario, responsables en enfermería y medicina y denunció que, antes de la pandemia, desaparecieran los médicos de los centros y en las zonas rurales lo asumieran los titulares de los centros de salud. “Esto no es así. No es lo que marca la norma”.

Castilla y León cuenta con una población de personas pensionistas de 25,3 por ciento, con 608.000 personas, con 51.000 usuarios de centros residenciales. Desde CCOO y UGT reclamaron una nueva Ley de Residencias, que ponga fin a la situaciones de maltrato a las personas mayores.

“No vemos los resultados de las inspecciones en estos centros para controlarlos y desde las organizaciones sindicales exigimos que cada trimestre haya una Inspección de Trabajo, vaya y se haga un informe de la situación de cómo están la residencias”, resumió Lorenzo Rubio. En su opinión, hay que poner fin a las llamadas previas a estos centros para que cuando vaya la inspección ya lo tengan todo preparado y en condiciones. “Visitas sin avisar y con diagnósticos en el que se puedan intervenir por parte de los sindicatos”, resumió.

Por su parte, Pablo Zalama puso el foco en la falta de trabajadores en las residencias de mayores, lo que hace inviable que se puedan prestar la atención que merecen los ancianos. “El problema que tenemos es que se marchan los médicos y enfermeras porque no tienen un contrato seguro o un salario digno. Si no hay trabajadores en las residencias no se pueden ocupar de los que viven en ella”, subrayó el dirigente de UGT.

Los representantes de los sindicatos de pensionistas y jubilados agradecieron el cariño, vocación y dedicación de las auxiliares que trabajan en estos centros, que se ven obligadas, en muchas ocasiones, a trabajar por falta de medios y con ratios muy por encima de lo establecido que también pone en riesgo su propia salud.

Pablo Zalama denunció que en las residencias públicas no hay contratación, no hay inversión y en la privada sólo buscan ganar dinero. “Hay una multinacional que tienen 130 residencias de ancianos y cotiza en un paraíso fiscal. No hay derecho a esto sólo se dedican a ganar dinero y no a cuidar a los que tiene que cuidar”, sentenció.

Desde UGT y CCOO también exigieron la mejora de la teleasistencia y se reviertan los recortes de 2012 en Dependencia, aumentar la intensidad de la ayuda a domicilio y revistar los copagos existentes. Lorenzo Rubio valoró positivamente que al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se le haya “movido la conciencia” y Castilla y León vaya a contar con teleasistencia avanzada, para mediante cámaras de vídeo, se puede ayudar y controlar a las personas mayores cuya situación les permitir vivir en sus propios domicilios.

Celebración austera, mismas reivindicaciones

Desde las Federación de Pensionistas y Jubilados de CCOO Castilla y León y la Unión de Pensionistas y Jubilados de UGT Castilla y León remarcaron que este año, ante la pandemia del COVID-19, no habrá concentraciones ni movilizaciones, pero sí trabajarán para que este día, el 1 de octubre, se de visibilidad a las personas mayores que son las que más necesitan Servicios Sociales y Bienestar, así como acabar con la situación “muy delicada” en la que se encuentra el Sistema Nacional de Salud, para que se eviten los contagios y se hagan protocolos en los hospitales.

En cuanto a las pensiones, Pedro Zalama volvió a pedir que la deuda de 22.000 millones de euros de la Seguridad Social, sería fácil dejarla a cero si se dejase de asumir gastos que no le corresponden. No está en contra de subvencionar las contrataciones de los trabajadores pero sí que haga a través de la Seguridad Social con las cotizaciones de los trabajadores, que supone 3.700 millones de euros.

Además, los 4.000 millones de euros los costes de las cotizaciones de los trabajadores se haga a través de los Presupuestos Generales del Estado.

En su opinión, todos los trabajadores deben cotizar por el total de sus ingresos porque si no se causa una merma a las arcas de 7.700 millones. Si se suman todas las cantidades, la Seguridad Social no tendría deuda. Por último hizo hincapié en que hay margen para seguir subiendo las pensiones. En Europa, suponen el 12,4 del PIB y en España, el 10,9. “11.000 millones de euros para seguir subiendo las pensiones con el IPC”, argumentó.

Los sindicatos lamentaron que el presidente del Banco de España y otros gurús de la economía estén “desorientando” a los ciudadanos para encaminarles hacia los fondos privados de pensiones y la sanidad privada.