Javier Martín gana el XXXV Premio Cirilo Rodríguez

Patrícia Martín-Ical
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El delegado de la Agencia Efe en el norte de África lamenta que las nuevas generaciones "conocen peor el mundo".

Javier Martín y las finalistas, Natalia Sancha y Ana Alba. - Foto: Nacho Valverde Ical

El delegado de la Agencia Efe en el Norte de África, el salmantino Javier Martín, se alzó este viernes con la pieza la ‘Lente de la Tierra’ como ganador de la XXXV edición del Premio ‘Cirilo Rodríguez’, así como un cheque de 6.000 euros. Las corresponsales de El País en Líbano y Siria, Natalia Sancha, y de El Periódico de Cataluya en Jerusalén, Ana Alba, resultaron finalistas, con un premio de 1.000 euros y una reproducción más pequeña de la escultura de vidrio. 

Javier Martín afirmó, tras recibir el premio de manos de la alcaldesa de Segovia en funciones, Clara Luquero, y del secretario de Estado de Comunicación en funciones, Miguel Ángel Oliver, que ganar no es importante “por mí sino por Efe”, porque sucede a otro medio público, RNE, demostrando que son “medios de calidad” que hacen realidad “el  derecho de los ciudadanos a ser informado” y tener democracias más sanas fuertes y vigorosas.

Javier Martín reclamó estabilidad para el corresponsal, para el periodista internacional, porque curiosamente las nuevas generaciones “conocen peor el mundo”, en la era de internet precisamente por "la falta reposo" y calidad en el periodismo, con una gran reducción del número de páginas de Internacional en prensa y minutos en radio y televisión.

El periodista salmantino sostuvo que esa falta de contexto hace que “pensemos en dar una patada” a los inmigrantes en vez de “abrirles las puertas”, porque no se sabe que huyen “de una realidad que les supera” y también hace que “discursos radicales y fascistas” acaben calando en la sociedad.

El delegado de Efe destacó que le hace feliz por la historia del cementerio olvidado de los republicanos del exilio de Kassarine, en Túnez, donde encontraron tumbas abiertas y rotas en un patio de una casa. Martín agradeció a su medio que le dejaran investigar durante muchos meses y por apostar por formatos nuevos porque, en su opinión, el futuro es el multiformato, con el documental ‘El exilio olvidado’.

Por último, Javier Martín dedicó el premio a su familia, con la emoción de su mujer y sus dos hijos pequeño, que le ayudan “al llegar a casa” a que se le olviden muchas cosas de las que ha vivido.

SACRIFICIO. La primera en subir al escenario como finalista, por segundo año consecutivo, fue la corresponsal y fotógrafa en Líbano y Siria para El País, Natalia Sancha, que volvió a incidir en las carencias y la precariedad de los freelances porque el riesgo que se corre es perder no sólo información, "salud y en seguridad”, y reclamó “formulas para no sacrificar la seguridad física y psíquica”, todo un “túnel negro”, por el que “hemos pasados mucho”.

Sancha también resaltó ser finalistas dos mujeres “valientes” como lo es Ana Alba, además de ser “un Cirilo Javiviland” porque los tres trabajan en Oriente Medio, donde más ausencia hay de “libertad de expresión” y con las cuatro guerras más activas del mundo. La periodista freelance agradeció a El País tener un canal para poder seguir hablando y contando lo que pasa en Siria, así como “a las fuentes” que se convierten en amigos que arriesgan su vida. .

Natalia Sancha comenzó como periodista independiente en 2008, cubriendo continuadamente la guerra Siria desde sus inicios. Un país al que ha podido regresar hace poco después de que le negaran la entrada, por sus reportajes y noticias. Una corresponsal freelance decidida y valiente, “con tesón y la honestidad” que le gusta pisar el terreno para contar episodios históricos como la caída del ISIS, del Estado Islámico.

La segunda finalista en recoger su pieza de vidrio la ‘Lente de la Tierra’ fue la corresponsal freelance Ana Alba, que lleva desde 2011 cubriendo la información desde Jerusalén para El Periódico de Catalunya. Ana Alba recordó a Cristina Sánchez, ganadora del Cirilo del año pasado y compañera de RNE en Jerusalén, y a Gervasio Sánchez, al que le une una gran amistad.

Alba dijo que se siente afortunada de poder hacer lo que siempre quiso hacer, “periodismo internacional”, y recordó que la primera crónica se la hizo a su abuela, con nueve años, con el intento de golpe de Estado del 23F, lo que demuestra, remarcó, su vocación periodística que le apasiona y lo ve como un servicio público para denunciar situaciones injustas

La periodista agradeció a todas las personas, en todos los lugares del mundo, que le contaron su historia, en un ambiente de gran pérdida, horror o de tensión, por los que hay que sentir, reclamó, “una gran empatía”. Alba afirmó que no es más que "una llana reportera, no soy una corresponsal de guerra" porque precisamente están allí para explicar lo que ocurre para que "no nos engañen con una versión que no es cierta". 

Al igual que Sancha, Ana Alba lamentó que se destine muy pocos recursos y una gran precarización, con condiciones en algunos casos bastante lamentables, donde parece que “sólo interesa una firma” e incluso confesó que le ofrecieron “trabajar gratis” estando en Gaza.

GALA ANUAL. A la gala del ‘Cirilo Rodríguez’, celebrada en el Auditorio del Parador de Segovia, acudieron el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver; la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín; el presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero; el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Vázquez, entre otras autoridades.

La Asociación de Periodistas de Segovia impulsa este galardón, uno de los más prestigiosos a nivel nacional de la profesión periodística para reconocer el trabajo de los corresponsales o enviados especiales de medios españoles en el extranjero, y en recuerdo del periodista segoviano Cirilo Rodríguez, que comenzó su carrera en Radio Segovia y fue corresponsal de Radio Nacional de España en Nueva York, narrando hitos como la llegada del hombre a la luna en 1969.

El Premio ‘Cirilo Rodríguez’ está patrocinado por el Ayuntamiento de Segovia, la Diputación Provincial y Bankia, con la colaboración del Campus 'María Zambrano' de la UVa, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Iberia, Paradores, el Centro Nacional del Vidrio, la Asociación para la Promoción del Cochinillo de Segovia y la Asociación de Camareros de Segovia.