Ya lo avanzaba a mediados de septiembre, al ser preguntado por la prensa durante su comparecencia por la toma de posesión del nuevo director del Archivo General Militar, y este miércoles el alcaide del Alcázar, el coronel José María Martínez Ferrer, preguntado por la prensa tras una rueda convocada para tratar otro asunto, confirmaba que será imposible cumplir con el calendario previsto para las obras de la plaza de la Reina Victoria Eugenia. Arrancaron en enero con un plazo de once meses y ahora pueden prolongarse al menos otros cuatro.

«Probablemente ahora estemos hablando de tener la obra completamente terminada en Semana Santa (en 2020 se celebra del 5 al 12 de abril) porque hemos aprovechado para realizar la actualización de los sistemas contraincendios», justificó. «No es necesario aludir a Notre Dame», dijo, pero ahí dejó el recuerdo del fuego que el pasado 15 de abril provocó el derrumbe parcial de la catedral parisina. Así, «siguiendo las recomendaciones del servicio de Bomberos», el Patronato del Alcázar aprovechará que la plaza está levantada «para dotarla de un mayor volumen de agua» mediante la mejora de la red de tuberías e hidrantes.De esta forma, los bomberos podrán actuar «en las mejores condiciones» si en el futuro se produce un fuego «tanto en el Alcázar como en la zona circundante». 

«Por lo demás, aunque no se trata de una campaña arqueológica, van apareciendo restos que vamos documentando», prosiguió. Recordó el hallazgo de «algunos muros de la antigua catedral de Santa María», y también de «algunas conducciones del Acueducto». «Alguna parte sí que lo dejaremos abierta al público y otras, siguiendo la reglamentación vigente, la documentaremos y la cubriremos», avanzó. La primera fase del proyecto, la de la mitad sur, sí que está casi acabada e incluye la rehabilitación de las fachadas de la Casa de la Química, que mostrará su mejor cara «a finales de octubre o principios de noviembre».