"Subirán los gastos y el tiempo para tratar en odontología"

David Aso
-

Ana Belén Esteban, odontóloga, reflexiona sobre el presente y futuro de su actividad, dentro de la serie de 20 entrevistas realizadas por El Día a otros tantos profesionales segovianos.

Ana Belén Esteban, odontóloga de la Clínica Esteban Salamanca, en Cuéllar.

«Somos un servicio esencial pero en realidad no podemos trabajar porque no tenemos suficientes medios de protección y el riesgo de contagio es muy elevado», lamenta Ana Belén Esteban. «Atendemos urgencias por teléfono, mandamos recetas por Whatsapp y en lo que va de confinamiento he atendido de forma presencial a tres pacientes », aunque sus ingresos son «cero» porque no les cobró. Incluso decidió donar casi todo su material de protección a un hospital: «Mascarillas, guantes, batas... casi todo lo que teníamos. Moralmente no me podía quedar con todo eso y que luego estén los profesionales con bolsas de plástico e impermeables». Al fin y al cabo, para su labor necesita muchos más medios y ahora tampoco se dan las condiciones para hacerlo viable.

En su clínica (Esteban Salamanca, de Cuéllar) trabajan cinco odontólogos, cinco auxiliares y una persona de limpieza, pero solicitó un ERTE y se lo concedieron. En estas semanas, sin embargo, todo son gastos. «No pago sueldos, pero sí cuota de autónomos, la consulta, y ahora estamos como locos buscando material para prepararnos de cara a la reapertura», aunque todo son dudas. «Trabajamos a 20 centímetros del paciente, nada de dos metros, y necesitamos mucha protección. El Colegio nos manda nuevos protocolos, que son muchos; las casas comerciales nos bombardean y estamos mirando para comprar nueva aparatología. Mamparas, pantallas de protección, geles...». Sólo en la adquisición de una máquina que absorbe aerosoles acaba de invertir 3.000 euros, a pesar de que se han juntado muchos colegas para conseguir como grupo precios más económicos. 

Los costes suben y admite que podrían tener que repercutirlo en los precios para el paciente, mientras el mercado no pinta bien a medio plazo. «Al principio tendremos tratamientos a medias que terminar, pero después todo lo que sea demanda de tratamientos estéticos bajará, igual que en la crisis anterior; y con tantas medidas de protección tardaremos más en tratar a cada paciente, por lo que haremos menos por jornada, y luego está la dificultad de trabajar dos mascarillas, gafas, pantalla...». Mucha incertidumbre y, de momento, según lamenta, sin ayudas a la vista por parte del Gobierno para sobrellevar tantos cambios.