En la Academia Integral Segoviana se sienten «afortunadas», dentro de lo que cabe, por haber sabido mantener parte de su actividad con clases online.«Al menos no dejamos tirados a los alumnos», valora Natalia Vicente, profesora y una de las tres socias de este centro que da formación desde Primaria hasta la Universidad. 

Es la primera vez que recurren a la vía online, pero se han adaptado rápido. Procuran mantener los mismos horarios y grupos de antes del cese de las clases presenciales, aunque también dan alguna individual y prestan otro tipo de «apoyo más personalizado» en ciertos casos. «En general hemos tenido una buena aceptación», si bien algunos de los alumnos presenciales no han podido seguir por no tener internet en casa o por otras circunstancias.

«A futuro tendremos pérdidas», comenta Vicente; de hecho, ya ingresan menos por descuentos que aplican sobre sus precios de clases presenciales, aparte de bajas. «Sabemos que se va a notar porque las situaciones familiares han cambiado y no todo el mundo podrá seguir manteniendo este apoyo, pero tenemos puesta la esperanza en que se siga valorando la formación como algo muy importante y que esto no nos haga mucho daño», concluye.