Abraham resolvió las bajas apostando por una defensa con tres centrales. Asier tuvo el 1-0, pero después los errores de la Segoviana le estuvieron a punto de costar muy caros. El partido bajó en calidad en la segunda parte, pero cualquiera de los dos se pudo llevar el triunfo en los instantes finales, marcados por el pitido del árbitro cuando un jugador de la Ponferradina encaraba a Pablo.