Diez 'arranques' inolvidables de un libro

Sergio Arribas
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Diez escritores segovianos desvelan el «mejor comienzo» de un libro, algo básico para saber si la historia tiene calidad o no tiene vuelta de hoja. En la lista, desde 'Cien años de Soledad' a 'Sed de Champán'.

'El Quijote', obra universal con un arranque de conocimiento universal.

Es la obra más leída después de la Biblia y su ‘arranque’ es tan universal como su autor. Cuando Cervantes escribió ‘Don Quijote de la Mancha’ no podía imaginar que, 414 años después, no habría ser humano sobre la faz de la tierra que desconociera las primeras líneas que salieron, literalmente, de su pluma: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor».

A buen seguro, en una hipotética encuesta —tan comunes ahora en época de elecciones— muchos lectores elegirían este universal ‘arranque’; los mismos que, según habla otro sondeo, crecen en número en nuestro país. Así lo dice el último barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2018, que indica que el número de lectores en tiempo libre en España ha crecido hasta el 61,8%, aunque un 38,2% no lee nunca o casi nunca.

No hay mejor ‘gancho’ para sucumbir al placentero hábito de la lectura que toparse con un libro de comienzo atractivo, potente y sugerente, de los que ‘atrapan’ desde la primera línea. Pero, ¿cuáles son?. Con motivo del ‘Día del Libro’, el 23 de abril, El Día de Segovia ha propuesto a diez escritores, poetas o ensayistas segovianos que eligiesen ese ‘arranque’ inolvidable de una novela, poema o ensayo y, curiosamente, quizá para huir del tópico, ninguno eligió la magna obra cervantina. 

Desde Ignacio Sanz a Marifé Santiago pasando por Amando Carabias o José Antonio Abella; además de firmas pujantes como Daniel Hernández o Alberto Martín, la mayoría no tienen dudas —y hasta se saben de memoria— el comienzo favorito de un libro, que ha pasado a formar parte imprescindible de su biblioteca y referente de su trayectoria.

El gestor cultural, director creativo y escritor, Juan Carlos Monroy, sostiene que el excelente arranque de una novela no garantiza mantener el nivel de calidad de la narración. «Por la misma razón —añade— todo el mundo recuerda el primer beso, pero pocos de aquellos besos inolvidables derivan en una relación de calidad afectiva y duradera y memorable a la altura de la excitación inicial. Por eso hay que leer muchos libros ( y besar muchas veces). Es la única forma de saber si la calidad ésta a la vuelta de la página o simplemente la historia no tiene vuelta de hoja».

¿Cuál es tu arranque de libro favorito? «Es de las típicas preguntas que uno tiene contestadas desde hace muchos años», afirma Carabias, también editor, que elige ‘Corazón blanco’ de Javier Marías, aunque confiesa que también quedó impactado con los arranques de ‘La Regenta’, de  ‘Clarín’ y de ‘Cien años de Soledad’, el comienzo que elige el poeta segoviano David Hernández Sevillano «por todo lo que me removió a mis veinte años».

Un arranque que ningún escritor eligió: «Al despertar Gregorio Samsa una mañana de sueño intranquilo, se encontró en la cama convertido en un monstruoso insecto». Es‘La Metamorfosis’, de Kafka.

AMANDO CARABIAS

Carabias elige el arranque de ‘Corazón tan blanco’, del escritor y académico Javier Marías.

Segoviano nacido en 1962. Ha publicado cuatro poemarios (’Humanidad perdida’, ‘Versos como carne’, ‘Quizá un martes de otoño’, ‘Los andamios de los pájaros’) y una colección de cuentos, entre otras publicaciones, además de participar en varias antologías de cuentos y de poesía. Más que como escritor, se define como ‘letraherido’.  Desde junio de 2017 dirige ‘Isla del náufrago’, una pequeña editorial. El día que comenzó «Corazón tan blanco» de Javier Marías, al poco de ser publicada en 1992 soñó «con escribir alguna vez un inicio tan potente que obligue a la lectura, que esté lleno de ritmo y que encierre en sí mismo todo lo que a continuación va a seguir». 
«No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola... »

JUAN CARLOS MONROY

Monroy elige «Sed de Champán» y su autor es Roberto Montero González, más conocido como Montero Glez.

Gestor cultural y director creativo. Combina su intensa labor cultural para instituciones públicas con el asesoramiento en comunicación a entidades privadas. Así mismo, ejerce de consultor estratégico para marcas y empresas en el ámbito del diseño y la publicidad. Su novela ‘Las manos llenas’ de reciente publicación es su tercer libro editado tras la novela ‘Yo maté a Kaulak’ (2015, Ediciones Democrazy) y el libro de cuentos ‘Relatos con alma’ (2016, publicado por Alma Media). 

Hace 20 años leyó una novela negra que le prestó un amigo. «Te enganchará desde la primera línea», le dijo, alargando el brazo derecho con la novela en la mano como si fuera una pistola. Y razón no le faltó. El arranque de aquella novela es como un disparo a bocajarro.
«El Charolito sólo se fiaba de su polla. Era la única que nunca le daría por el culo. Con arreglo a esto, es posible imaginarle la noche de autos, adentrándose en la residencia: llevaba el culo prieto, el ojo avizor y la pestaña alerta».

MARIBEL GILSANZ
La ocupación, de la escritora francesa Annie Ernaux, es la elección de Gilsanz.

Escritora y artista plástica nacida en Navalmanzano (Segovia). Autora de las novelas ‘Doble o nada’ y ‘El punto invisible’, editadas por la Tertulia de los Martes y Autorretrato postal, su novela más reciente, editada por Isla del náufrago en 2018.

‘La ocupación’, de Annie Ernaux, le atrapó desde el principio. «La ocupación, a la que se refiere el título, es la obsesión que describe la narradora al sentirse ‘ocupada’ por la mujer con la que se va a vivir su ex pareja. El comienzo de esta historia de celos habla de escribir sin tapujos. Me adentré en la obra de esta autora y admiré profundamente su valor», dice Gilsanz.  El libro se lo regaló un amigo. «Me dijo que esta novela le había recordado alguno de mis escritos. Creo que lo decía por la sinceridad del diálogo interior.».«Siempre quise escribir como si no fuera a estar cuando publicaran lo escrito. Escribir como si fuera a morirme y ya no hubiera jueces. Aunque es posible que sea una ilusión creer que el advenimiento de la verdad depende de la muerte».

MARIFÉ SANTIAGO BOLAÑOS

La concejala de Cultura elige ‘Así habló Zaratustra’, de  Nietzsche.

Es Doctora en Filosofía y profesora Titular de Estética y Teoría de las Artes en la URJC de Madrid (IUDAA). Sus últimos libros publicados son el ensayo ‘Arturo Baltar: el caminante que deshoja paisajes’, el libro de poemas ‘Teoría de los matices’. Y la obra de teatro ‘Cuadernos de la niña escondida’.  «Era 1978. Se nos ha hablado del autor en clase de Filosofía, estoy estudiando bachillerato y tengo unos 16 años… Ese principio auguraba que tendríamos que ir a Comala en busca de…, y que sería una suerte de exigencia moral no acordarnos de ciertos lugares de ciertas humanas Manchas… Ese arranque desvelaba que solo la generosidad del pensamiento riguroso filosofa ‘a martillazos’, desvelando y construyendo, como lo hace la Poesía». «Cuando Zaratustra tenía treinta años, abandonó su patria y el lago de su patria y marchó a las montañas. Allí gozó de su espíritu y de su soledad, y durante diez años no se cansó de hacerlo. Pero al fin su corazón se transformó, -y una mañana, levantándose con la aurora, se colocó delante del sol y le habló así: «¡Oh gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!».

IGNACIO SANZ

El escritor y ceramista elige ‘Pedro Páramo’ de Juan Rulfo.

Los últimos libros de Ignacio Sanz, autor de una obra muy extensa, son «Retrato de un ciempiés» (Veoveo ediciones), una mirada insólita sobre Acueducto; «El diente de oro de la abuela Vladimira», (Edelvives) que acaba de ser traducido al euskera y «La sombra del pantano» (Isla del náufrago), una novela corta que tiene como punto de partida la amenaza que pende sobre el cauce cartujo del río Cega.

Elige ‘Pedro Páramo’ de Juan Rulfo, que escribe «en un estado cercano a la alucinación». «Parece increíble. Pone en movimiento a vivos y muertos y lo hace lejos de cualquier retórica, dando voz a la gente del pueblo, como si su voz viniera de un lugar profundo.  Así que Rulfo es insondable. Lo he leído y releído y nunca se agota». «Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse  y yo en un plan de prometerlo todo».

MERCEDES GÓMEZ BLESA

Rainer María Rilke, Elegías de Duino, trad. José María Valverde, Barcelona, Lumen, 1984

Doctora en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, ha centrado sus investigaciones en el ámbito del pensamiento español contemporáneo, dedicando especial atención a la obra de las intelectuales de la II República y, muy especialmente, a la de María Zambrano.

El «arranque» de libro que más le ha impresionado ha sido el de las Elegías de Duino de Rainer María Rilke. Lo leyó cuando tenía 20 años. « En ese «arranque encontramos expresado con desgarro la ausencia de un Dios a quien implorar las súplicas y las quejas del ser humano que nos sitúa, cara a cara, con la enorme soledad humana», explica.¿Quién, si gritara yo, me oiría entre el coro de los ángeles? y suponiendo que me tomara uno de repente hacia su corazón, me fundiría con su más potente existir. Pues lo bello no es nadamás que el comienzo de lo terrible, que todavía apenas soportamos,y si lo admiramos tanto, es porque, sereno, desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible».

DAVID HERNÁNDEZ SEVILLANO

‘Cien años de soledad’ , de Gabriel García Márquez.

Como poeta ha publicado siete títulos. Los últimos son: ‘Lo que tu nombre tiene de aventura’ (Hiperión, 2017, Premio Valencia 2017); y ‘Para bajar al mundo’ (Ediciones Derviche, 2016) Como escritor de literatura infantil tiene publicados: ‘De boca en boca y río porque me toca” (La Guarida Ediciones, 2018);  y ‘¡Artista!’ (Bookolia, 2019).

Hernández elige un clásico ‘Cien años de soledad’ «por la manera en que llegó a mí y por todo lo que supuso y removió por dentro en la época de mis veinte años. De hecho hay veces que me he vuelto a encontrar con el libro solo para releer ese comienzo tan evocador: cuando las cosas carecían de nombre...» «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre».

ALBERTO MARTÍN

‘La sombra del viento’, de Carlos Ruiz Zafón.

Alberto Martín García. Publicitario y profesor universitario. Tiene tres novelas publicadas: ‘Tras la estela de un cuadro’, ‘Cuando sopla el viento de levante’, y ‘El silencio de Raquel’, una novela negra ambientada en Segovia.

No tiene dudas sobre su arranque favorito. Es el de ‘La sombra del viento’, de Carlos Ruiz Zafón. «Al acabar los dos primeros párrafos ya supe que me encantaría. Lo leí por primera vez en el año 2005, con 23 años. No sé si es el mejor libro que he leído, pero sí es mi favorito y el que me hizo adquirir el hábito de leer diariamente y disfrutar con el formato novela».«Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol de vapor que se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica en una guirnalda de cobre líquido.  —Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie —advirtió mi padre—».

JOSÉ ANTONIO ABELLA

El Maravilloso viaje de Nils Holgersson,novela sueca de la Premio Nobel Selma Lagerlöf.

El escritor burgalés, con fuertes raíces en Segovia, tiene una extensa y exitosa trayectoria narrativa. Sus últimas novelas publicadas han sido ‘El hombre pez’ (Valnera, 2017, reeditada en 2018), Trampas de niebla (Valnera, 2018) y La llanura celeste (Páramo, 2019). El libro que marcó su infancia y su vocación literaria, es una novela sueca de la Premio Nobel Selma Lagerlöf, El Maravilloso viaje de Nils Holgersson, que está en el origen de su última novela: ‘La llanura celeste’.

Lo leyó en su versión íntegra cuando tenía ocho años, convaleciente de una neumonía, y lo ha releído varias veces, incluida una lectura que hizo a sus hijos cuando eran pequeños, noche a noche y capítulo a capítulo.  «Érase un muchacho que no pasaría de los catorce años, alto, desmadejado, de cabellos rubios como el cáñamo. El pobre no servía para maldita la cosa. Dormir y comer eran sus ocupaciones favoritas; era también muy dado a juegos, en los que demostraba sus instintos perversos».

CARLOS ROD 

‘Esperando a Godot’ de Samuel Beckett.

Biografía. Desde 1996 codirige Ediciones La uÑa RoTa, fundada en Segovia en 1996. Como autor ha estrenado con el colectivo teatral Armadillo tres piezas escénicas. En 2007 obtiene el premio Dramaturgia Innovadora. En 2013 estrena en Teatro Pradillo su primera acción individual, Meditación del cero sobre sí mismo; y es seleccionado como dramaturgo residente en La Casa Encendida y Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M). 

Elige ‘Esperando a Godot? de Samuel Beckett. ¿Por qué? El mismísimo Beckett respondería: «No lo sé», o «Quizás». «En mi caso —dice Rod— porque la primera acotación de esta obra, escrita entre el 9 de octubre de 1948 y el 29 de enero de 1949, cambió la historia del teatro. Porque con apenas seis palabras se describe todo un mundo, que bien podría ser éste». Comienzo de la obra los dos idiomas en los que, cronológicamente, Beckett lo escribió: «Route à la campagne, avec arbre. Soir»; «A country road. A tree. Evening»; en  traducción al castellano: «Carretera de campo con árbol. Noche».