La nueva sanidad rural que prepara la Junta

A.M.
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El gerente de Asistencia Sanitaria en Segovia pide a los profesionales que evalúen el modelo. «Si implantas algo forzado está abocado al desastre»

Sacyl consulta cómo aplicar la nueva sanidad rural

La Gerencia de Asistencia Sanitaria del Sacyl, de la que es titular en Segovia Jorge Elízaga, ha enviado un  un documento a los diferentes centros de salud de la provincia para que los profesionales evalúen cómo se debe plantear la asistencia sanitaria en el medio rural y el lugar idóneo para albergar los llamados  Centros Rurales de Agrupación (CRA), según el proyecto de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla yLeón, aún entendido «como una filosofía», sin que se haya implantado, ya que solo entrará en prueba en Aliste (León), desde este lunes. Después, las autoridades sanitarias se reunirán con los alcaldes de los municipios, algunos de los cuales, con gobierno socialista, han iniciado una campaña colocando una pancarta en la fachada  de la casas consistorial con el lema ‘Nuestro médico se queda’.  

Durante el programa ‘Enfoque de actualidad’ de La8 Segovia, Elízaga aseguró que el modelo «va a partir de los profesionales, no vamos a implantar nada sin ver si es adecuado al centro de salud y que todos ellos están de acuerdo, si implantas algo forzado está abocado el desastre».

Asimismo el gerente de Asistencia Sanitaria añadió que «hay problemas en atención primaria, hay situaciones que mejorar, los planes que se están haciendo son un embrión de lo que se tiene que hacer, tenemos que darle forma, en Segovia estamos en la fase de conocer cómo queremos hacerlo, lo negociaremos y, si se implanta es para beneficio de mejorar la asistencia sanitaria de los ciudadanos, no se trata de hacer recortes ni disminuir el número de médicos».

La filosofía del nuevo modelo, de acuerdo con el gerente, es que el CRA quedará más cerca que un centro de salud y funcionará todos los días, al menos,  con un médico y una enfermera, contando con más medios, aparte de que también se atenderá el actual consultorio, siempre que haya cita previa, porque ahora se están dando casos en los que acuden los profesionales y no hay pacientes.  

Jorge Elízaga no pasó por alto la posiblemente politización del tema por algunos alcaldes: «Cuando salen esas pancartas supongo que lo que quieren es mantener las cosas como están, estamos de acuerdo en que así no están bien y pueden ir a peor si los recursos disminuyen, entonces quedarse parado y que el médico siga yendo lunes y jueves no es la solución al problema, tiene que pasar por otro planteamiento», dijo textualmente. 

Estando de acuerdo con la concentración, tanto el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, como la coordinadora de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública, Nines Raquejo, mantienen discrepancias y dudas, destacando en primer lugar que  el documento no ha sido consensuado con sus organizaciones, aunque Elízaga sostuvo que «el programa actual es resultado de ese documento marco que se elaboró con todos los actores», después de varias reuniones celebradas, en 2018, para elaborar el documento marco.

Enrique Guilabert está «al 100% de acuerdo con los centros de agrupación, son matemáticas [se refiere a la falta de profesionales y numerosos centros dispersos], pero los consultorios se van a terminar cerrando por inanición, es más importante potenciar una asistencia domiciliaria potente».

A su juicio, «si lo que queremos es lo mejor para quien vive en la zona rural habrá que hacer centros pero hace falta transporte, frecuencia y comodidad para el paciente».

Requejo mantuvo que «las cosas hay que hacerlas de abajo a arriba, porque si se hacen de arriba a abajo se provocan agujeros y no queremos que este nuevo plan de la sanidad rural sea un agujero, el proyecto de la consejera de Sanidad es inconcreto, una declaracion de intenciones que genera inseguridad (...) la población no quiere que le tomen el pelo, por eso el documento, que es una declaración de intenciones, que como tal no está mal, necesita una concreción, desde el transporte a la asignación de recursos, por ejemplo, luego que haya consenso, hay que sentarse y explicárselo a la población, que no es tonta».   

Con la idea de que hay que luchar para que «el sistema siga siendo fantástico y público 100%», Raquejo se mostró convencida de que «hay que cambiar lo que está», argumentando que ha subido la percepción de la población sobre el empeoramiento de la atención primaria».

En el estudio de demografía médica elaborado por el Colegio, según Guilabert, se precibe que Segovia está por debajo de otros provincias, con 195 médicos por cien mil habitantes: «Están muy mal repartidos, nos sentimos discriminados con respecto a provincias como Valladolid o Salamanca, si hay una incidencia se produce un problema porque supone sobrecarga de trabajo, lo que va en perjuicio de la calidad asistencial, no dedicas el tiempo necesario al paciente, no es lo que era antes», matizó. 

En base a estos datos, el presidente del colectivo profesional subrayó que «ahora estamos justitos, pero, además, dentro de cuatro a diez años, van a jubilarse un número elevado de médicos, hay que tomar medidas cuanto antes, hay que reorganizar la atención primaria, no habrá tiempo para cubrir las plazas, para poder llegar con recursos suficientes al medio rural hay que empezar ahora, no tiene nada que ver con el medio urbano, hablamos de una falta de homogeneidad en la distribución de recursos humanos (...) tiene que producirse un cambio creo que va a ser para bien, que la gente no ponga resistencia, a la larga va a ser un  beneficio casi con seguridad, aunque ahora estamos haciendo un gran esfuerzo para que las necesidades [de la población] estén cubiertas».

Nines Raquejo sostuvo que «la población se encuentra insegura, se han perdido valores de la atención primaria que se basa en que siempre te atienda tu médico o tu enfermera, eso se ha cortado, no tenemos tiempo en la consulta para atender a los pacientes adecuadamente, no se le presta la atención precisa porque no se tiene tiempo para ello».  

Además, en su opinión, «no se cumplen valores de la atención primaria como prevención, educación para la salud, promoción, no se hace participación comunitaria, solo atención asistencial pura y dura, producimos un mal a los pacientes pero también al sistema porque generamos más listas de espera, lo que crea una mayor derivación al hospital y una alteración en la estructura del sistema». 

Según Elízaga, en el Complejo Hospitalario «faltan médicos en especialidades muy concretas» y, en el conjunto de los 16 centros de salud, hay un déficit sobre la plantilla oficial de médicos que se concretan en cuatro o cinco en los equipos y unos diez en las áreas.  

El gerente respaldó la idea de  que «las plantillas muy ajustadas tienen  muchas dificultadas cuando hay bajas o vacaciones» y, en algunos casos, «deben estar un poco mejor dotadas para poder asumir estos problemas, cuando surgen».

Lo más preocupante es que no hay ninguna ‘bolsa de médicos’ donde poder acudir.