«Nuestra visión para la recuperación se ha visto pospuesta"

Javier D. Bazaga
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Entrevista con Enrique Marazuela, director de Inversiones de Banca Privada de BBVA

Enrique Marazuela, director de Inversiones de Banca Privada de BBVA.

La tercera ola ha cambiado los planes de muchos gobiernos y las previsiones de muchas empresas que confiaban en empezar a remontar desde este primer trimestre del año. En BBVA las proyecciones se han visto retrasadas, pero mantienen el optimismo y ven el final de la pandemia para este mismo año.

El INE fijó el retroceso de la economía española en el año 2020 en el 11% del PIB. ¿Deberíamos estar preocupados?

Ha estado en línea con nuestras previsiones, pero evidentemente es un dato preocupante, hemos caído mucho más que en los países del entorno europeo… También es cierto que España depende mucho del turismo, y debo decir que la ventaja competitiva del modelo turístico español sigue intacta, pero estamos en unas circunstancias que son incompatibles.

¿En el momento que se terminen las restricciones volveremos a la situación anterior?

En el caso del turismo sí, pero hay que ver cómo va el calendario de pandemia, porque en el caso español el turismo en verano es muy potente, y habrá que ver cómo llegamos a verano. Sí consideramos que 2021 será el año para la erradicación de la pandemia. Estamos con una tercera ola con unas cifras muy malas de contagio, pero a la par que en el resto de Europa.

Los analistas hemos considerado que ha habido un cambio de escenario desde el mes de noviembre, cuando tuvimos los datos de efectividad de las vacunas. Evidentemente no va a ser un camino rectilíneo, será un camino tortuoso donde vamos a tener problemas de velocidad en la administración de las vacunas, problemas con los suministros... Pero sí estamos manejando que vamos a erradicar la pandemia antes de que acabe 2021 en el mundo desarrollado.

Ante la virulencia de esta tercera ola, ¿qué podemos esperar en los próximos meses? En BBVA ya han hecho una revisión a la baja de las previsiones autonómicas...

Evidentemente hemos revisado a la baja el crecimiento del primer trimestre porque no contemplábamos así esta tercera ola. Hasta los epidemiólogos se han visto sorprendidos por la misma. Sí puede haber una desaceleración que nos haga revisar a la baja las previsiones para 2021, pero al final son uno o dos trimestres donde no hemos podido crecer todo lo que esperábamos. Pero nuestra visión a largo plazo para la recuperación no se ve alterada, solo se ve pospuesta.

¿Mantienen que la recuperación será asimétrica e incompleta?

Mantenemos la misma opinión. Habrá sectores que salgan antes y más rápido, y sectores que vayan más atrasados. Una asimetría que podemos ver en el sector turístico, o con otros que se han visto afectados por ejemplo con la disrupción digital, donde ha habido sectores que se han adaptado rápidamente.

Y será incompleta porque, con los números que tenemos encima de la mesa, con una caída del PIB en 2020 del 11%, una recuperación que manejamos para 2021 del 5,5% o puede que algo menos por la pérdida de este primer trimestre, y una recuperación del 7% del PIB en 2022 por la llegada de los fondos europeos, sí estamos volviendo a la casilla de salida, aunque no volvamos a las cotas de 2019.

¿Y cuándo se podrá volver a esas cifras de finales de 2019?

En términos de PIB a finales de 2022 o principios de 2023. En cuanto a la pujanza, habrá que tomar muchas decisiones. Es un año muy bueno con una política monetaria expansiva, y una política fiscal expansiva, y pueden venir muchos fondos de Europa, que vendrán condicionados a que hagamos las reformas estructurales que tenemos que hacer. Nosotros creemos mucho en esas reformas porque nos pueden aportar un extra de crecimiento más allá de lo que pueda suponer la inversión directa de esos fondos.

Esos fondos fijan cuatro líneas estratégicas, ¿en cuáles deberíamos incidir más?

Los cuatro ejes son compatibles, no son excluyentes. Pero la gran apuesta que creemos se debe hacer es en mejorar la educación. Al final la riqueza de las naciones es el capital humano.

Pero no podemos decir que apostamos por la digitalización y nos olvidamos de todo lo demás, son compatibles. En la digitalización sí va a haber un antes y un después con esa disrupción y lo hemos visto en comercio electrónico o con bienes y servicios. Y ahí no podemos quedarnos atrás.

Si hablamos de fortalezas tenemos el turismo, la sanidad, el sector primario… pero, ¿cuáles serían nuestras vulnerabilidades?

Comparto las fortalezas, y en cuanto a vulnerabilidades señalaría que vamos a salir con una cifra de deuda pública del 120% en términos de PIB. Es una cifra muy elevada y no veo conciencia de que debamos bajar esa cifra de endeudamiento público. En los acuerdos de Maastricht este ratio estaba en el 60 por ciento, y lo estamos duplicando.

Luego tenemos temas de competitividad en los que avanzar muchísimo, con el fin de que ese paro estructural que tenemos alrededor del 15% sea más perecido a lo que hemos concebido siempre como un sistema económico desarrollado, en torno al 5% o incluso por debajo. Y además sería muy inclusivo porque las causas de la pobreza en España no son tanto los salarios sino las cifras de paro.

Durante la pandemia se ha generado mucho ahorro de las familias. ¿Puede hacer que eso favorezca el consumo privado?

Si. Lo vimos este verano cuando se empezaron a relajar las normas de distanciamiento social vimos una recuperación del consumo como un efecto de la demanda embalsada. Ahora también vemos esa demanda embalsada y a medida que vayamos poco a poco avanzando en la inmunización habrá un efecto sobre el consumo.

¿Podemos por tanto ser optimistas de cara al futuro en cuanto a la economía española?

Clarísimamente. No teníamos prevista esa tercera ola y su impacto, pero está meridianamente claro que este 2021 será el año de la erradicación de la pandemia, a la que seguirá la relajación de las normas de distanciamiento social, y con lo que iremos a una nueva normalidad, porque ya no será la misma normalidad con la disrupción digital. Iremos a un mundo mucho más digitalizado. Lo importante es que aprovechemos la gran oportunidad que nos brinda Europa con esos fondos para actualizar y modernizar la economía española, y corregir incluso algunas debilidades que históricamente hemos tenido.