Escolares en cuarentena: una novedad con incertidumbres

Sergio Arribas
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«Han sido ágiles en la gestión» dice el progenitor de dos niños del CEIP 'Agapito Marazuela' enviados a casa por un positivo en la clase del más pequeño. «Aquí Educación nos ha vuelto locos» dice otra madre del CRA Los Llanos, de Valverde.

Mateo y Alejandro, dos hermanos de La Granja, que fueron enviados casa por un caso positivo en la clase del primero. - Foto: D.S.

Marcos González es padre de dos hijos, Mateo y Alejandro, de 6 y 10 años de edad, matriculados en el CEIP Agapito Marazuela de La Granja. El primero regresó a las aulas tras pasar 9 días de cuarentena en casa, como el resto de sus compañeros de primer curso de Primaria, tras detectarse un positivo en su clase. El hermano mayor estuvo 5 dias en cuarentena —3 días sin ir a clase— al ser contacto estrecho. A ambos les hicieron pruebas PCR con resultado negativo, dos en el caso del pequeño.

Fue el sábado 12 al mediodía cuando desde el Sacyl alertaron del caso a los padres y de la necesidad de hacer las pruebas a todo el grupo. A las nueve de la noche les telefonearon para comunicarles los resultados. Todos eran negativos, menos cuatro: uno positivo y tres con prueba errónea. Uno de los tres era Mateo, al que le repitieron de inmediato la prueba. Dio negativo. Al día siguiente, domingo, desde Sacyl, ante la consulta de los padres, recomendaron no llevar a los hermanos a clase. De ahí que a Alejandro, que tuvo algún síntoma compatible con el virus, le hicieron la PCR, con resultado negativo. Regresó el jueves, mientras su hermano lo hizo al lunes siguiente, tras superar con éxito la segunda PCR que le hicieron el sábado. Ante la cuarentena del aula de los pequeños —que se extendió a sus hermanos mayores—, el colegio impartió clases online al día siguiente de que los estuvieran recluidos en sus casas, comenta Marcos, que admite que «por suerte lo he tenido fácil» .

Con su mujer, Noelia, de baja médica, el padre telefoneó a su trabajo y le permitieron la opción del teletrabajo. «Otras familias lo han tenido muy difícil, porque no dan bajas por estas circunstancias y los niños no se pueden quedar con los abuelos, sería una temeridad», asegura.

Al tratarse de un caso detectado el fin de semana fue Sacyl quien se encargó de aplicar el protocolo. «Han sido ágiles, para ser uno de los primeros casos el engranaje ha funcionado, al menos en nuestro caso, les pondría buena nota, especialmente al colegio», afirma Marcos, que hace un llamamiento a la «responsabilidad colectiva» porque «nosotros nos movemos y el virus se mueve y lo normal es que este tipo de casos vuelvan a suceder», dice.

Mala comunicación. No tan satisfecha está Belén Herrero, madre de un niño de sexto de Primaria del CRA Los Llanos, de Valverde. Un caso positivo en la clase forzó a hacer la PCR a los alumnos que el centro consideró ‘contactos estrechos’, entre ellos al hijo de Belén, aunque no se comunicó nada al resto de los padres. Un par de días después, la clínica Quirón, adjudicataria de las pruebas, mandó un mail con los resultados a las familias afectadas, aunque Belén no pudo acceder con las claves. «Llamé a Quirón y me dijeron que Educación había bloqueado las claves porque ellos querían comunicárselo antes al colegio».

La sorpresa fue al ver cómo al día siguiente la profesora acudía a clase mientras que los niños sometidos a las pruebas permanecían en casa en cuarentena. «Me llama la secretaria del colegio, me dice que mi hijo es negativo, pero que debe permanecer 14 días en casa. Estábamos perplejos. Llamarían después para decirnos que los protocolos habían cambiado y que podían volver a clase… Y me enfado mucho, claro. ¡Los datos médicos de un hijo menor son propiedad de los padres¡» afirma Belén que anuncia, como ya ha hecho otra madre, de la presentación de una queja formal ante un proceder «tan caótico».

La madre aún se pregunta el porqué de los 24 alumnos de la clase solo eligieron a 5, entre ellos su hijo. «No han sabido explicarme qué protocolo aplicaron. Educación está dando palos de ciego. En el colegio las medidas de protección son exageradas, no tengo queja, pero Educación nos vuelve locos. ¿Por qué no permitió al colegio informar a todos los padres de niños de la clase?», afirma Belén, que considera que «los papás de todos los niños de la clase tienen derecho a saber lo que pasa. Ha sido un descontrol».