Con limones, limonada

Sergio Arribas
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Fiestas de Segovia: ¿Más de lo mismo o serán las mejores de la historia? ¿Se puede disfrutar del festejo sin morir en el intento, por exceso o aburrimiento? «Si la vida te da limones, haz limonada», si esto es lo que hay, toca exprimirlo.

Con limones, limonada

¡Son fiestas en Segovia! Me lo decía el otro día un amigo de Soria y no porqué deslizara su interés en acoplarse en mi apartamento como invitado. Por nada del mundo se perdería las sorianas, las de San Juan o de la Madre de Dios, las ‘sanjuaneras’, que solo coinciden con las de Segovia por caprichos del calendario. No resiste una comparación, empezando porque las de la capital soriana —tiene menos de 40.000 habitantes— son Fiestas de Interés Turístico Internacional, con marcado acento taurino y una participación popular, de peñas y pandas, que pone en evidencia el axioma del recio espíritu castellano. Por curiosidad, eché un vistazo al programa ‘numantino’ y ¡oh, sorpresa!, al menos en el programa ‘oficial’, ni un solo concierto, expulsados por las ‘macroverbenas’. Por cierto, en una participará la orquesta segoviana ‘La Huella’, algo que pude decir, con orgullo, a mi amigo soriano.

Nadie puede ofenderse si admitimos que las Fiestas de San Juan y San Pedro de Segovia nunca han trascendido más allá de nuestras fronteras, ni contaron con un sello diferenciador, sea por su modestia o por esa ausencia de imaginación o atrevimiento en los gobernantes para estirar el presupuesto municipal destinado al golgorio. «Si te dan limones, haz una limonada» —dice el dicho popular— o, lo que es lo mismo, si esto es lo que hay, pues hagamos por exprimirlo. 

Veo el programa de este año y hago una rápida consulta entre compañeros, algunos a los que casi doblo la edad, por aquello de que se me escape el nombre de algún ‘dj’ de moda o el ‘triunfito’ de turno que haga aquí escala. «Bueno, es un poco más de lo mismo. Cambian los artistas que vienen y poco más», sueltan los más críticos; mientras hay quien ya avisa que no se perderán los conciertos de Rozalén y Fangoria, que según el mismo sondeo, suponen la citas más atractiva.

El chupinazo. ¿Serán más de lo mismo o pasarán a la historia como las mejores de los últimos años? Dan ganas de acudir a Rappel o a Sandro Rey, o a la Bruja Lola o incluso a la otrora televisiva Aramis Fuster. No hace falta ser adivino ni tener una bola de cristal para percatarse de la evidencia. Más de la mitad del programa festivo lo integran actividades deportivas —80 propuestas—. Pienso en los fabricantes de trofeos. Una bicoca.

Vayamos al ‘chupinazo’. Atrás quedaron los tiempos en que la reina y damas acudían sobre aquellas carrozas construidas, con más voluntad que maestría, por los diferentes barrios. Para ganar solemnidad, se pasó después a la entrada triunfal del cortejo sobre coches de época. De la Plaza Mayor a la Plaza de Artillería, un cambio de escenario que abrió un formato que logró perpetuarse. Al principio la bienvenida festiva se adornaba con un espectáculo, más o menos grandilocuente. Después llegó la fórmula del concierto inaugural, por donde desfilaron —después de las damas— Café Quijano, Sergio Dalma y un David Bustamante ‘estrella del colorín’, porque por entonces vivía su tumultoso divorcio con Paula Echevarría.

Este año, la pregonera será la directora teatral Ana Zamora, que ha dejado estupefactos por su brillante escenografía de la gala de los últimos premios Max de teatro. Puestos en harina, me pregunto: ¿qué escenografía haría Zamora para impactar al público en el acto inaugural? 

El sábado habrá que estar atentos a la fórmula y protocolo del ‘cambio de montera’, pues será la primera vez que un hombre tome el  bastón de mando de los festejos.  Hugo González, de 22 años, pedirá que le dejen el micrófono «unos segundos» para mostrar sus dotes como cantante de reggaeton. Amante de Lil Wayne, Maluma, y ‘La Paquera de Jerez’, el joven Hugo cantará —si le dejan— el estribillo de ‘Bailamé’, su última composición, disponible en Spotify. Y lo hará enfundido en el traje típico segoviano. No me lo pierdo.

Entre bambalinas estará Rozalén, que no Rosalía, como algunos pensamos, equivocadamente, al oir el nombre cuando La 8 Segovia adelantó en exclusiva los artistas que acudirían a las fiestas. Leo que el ayuntamiento de Córdoba acaba de ‘fichar’ a la ‘celebrity global’ por 200.000 euros. Se cuenta que en Segovia se ‘apalabró’ hace meses a Rozalén, la cantautora, por 50.000 euros, aunque cuando fueron a firmar el contrato, les aclararon que los costes de producción subían otros 40.000 euros. Por el doble, hubiéramos tenido a Rosalía —es mucho decir—, aunque pagando entrada, algo que no ocurrirá con Rozalén. Aquí veremos a la cantautora gratis —entre comillas—cuando en otras ciudades hay que abonar entrada y no precisamente barata. ¿Rozalén? «¡Qué lujo!», dice mi amigo al enterarse. No pregunten al público más veterano, que la artista manchega les sonará a chino mandarín. ¿Para cuándo Raphael?

Que no se sobresalten los ‘puretas’, porque Fangoria y el tributo ‘Remember Queen’ les inundará de nostalgia. Parece apuesta segura, sin riesgo, —Freddie Mercury y su bigote siguen de moda gracias al biopic de la banda— como también la de traer al televisivo —al parecer ganó la quinta edición de ‘Tu cara me suena’— Blas Cantó, que fuera vocalista de Ayrun, ese grupo de jovenzuelos que decoraba carpetas adolescentes. Hasta aquí los artistas de ‘relumbrón’.

Sea por la modesta economía municipal o porque nadie hizo los deberes para dotar a Segovia de un Recinto Ferial preparado para grandes conciertos de pago, otro año más Bisbal, Alejandro Sanz o Shakira —por citar algunos— no harán parada en Segovia, ni teniendo estación del AVE.

En este apartado musical, loable, aunque corto, el espacio reservado para los músicos segovianos. Espaldarazo para la cantautora segoviana Esther Zecco, para el percusionista Geñi Uñón —presenta Tukumba— o para Álida Jiménez y Gaspar Payá, que presentarán sus ‘Canciones para la transición’. Los segovianos Dusty Riders y WavesOlasOndas también actuarán en ‘El Rock en la Cárcel’. No sobra ninguno, pero faltan muchos. ¿Por qué no también Ánima, Excómunion o ‘Los Wrayajos’?

Y lo que no podía faltar es el concierto del Nuevo Mester de Juglaría al cumplir su 50 aniversario sobre los escenarios, tan míticos como Queen, tan ‘manoseados’—con perdón— como el grupo británico. Tampoco arriesga el Ayuntamiento al incluir a Fernando Ortiz y compañía; lo hubiera hecho con los también segovianos Tutto Voce, con menos ‘predicamento’, por eso de que no hacen folclore sino boleros y habaneras. Cumplen 20 años sobre los escenarios, con decenas de conciertos en Galicia, Asturias y el País Vasco, mérito al parecer insufiente para ‘colarse’ en el programa.

Malas noticias para los que no disfruten con el folclore, porque el programa está salpicado de la música de raíz: el pasacalles de La Esteva, el festival joven, la comparsa de Gigantes y Cabezudos acompañada por Los Silverios… Menos mal que Hugo, el alcalde mayor  de las fiestas, está preparado. Ya aprendió algunos pasos de jotas castellanas cuando fue ‘rey’ de las fiestas de San Marcos.

No podía faltar la ‘Gran Noche del teatro de San Juan. ¿Quién viene? ¡oh, sorpresa¡ Pues Yllana, clásico entre los clásicos de la cita. Tocará estar una hora antes —o más— para coger asiento en un recinto, la plaza de San Nicolás, que, a todas luces, se ha quedado pequeña.

Y hablando de actores, el teatro de calle inundará las calles el domingo 23. «Da mucho ambiente festivo», me comenta un amigo, que se pregunta también el porqué no se reparten actuaciones durante el resto de días festivos, como sí se hace con los espectáculos de títeres. «Hombre, los títeres también es teatro y de calle», le respondo.

Un soriano no pondría ‘peros’ a la oferta de orquestas de ‘verbena’ de las fiestas de Segovia, aunque, en comparación, presumiría del amplio despliegue ‘verbenero’ del festejo soriano. Al menos en Segovia sus nombres no dejan indiferente: ‘Top Líder’, ‘Cañón’, ‘La Resistencia’ y ‘8 y Medio Band’. Ni rastro de ‘La Pikante’ o de ‘La Huella’. Lo de traer a la orquesta ‘Panorama’ entra en el campo de la ciencia-ficción.

Dos citas que subrayó en rojo: La Tajada de San Andrés’, que cumple su 40 aniversario y la  paella popular, en la Pradera de la Fuencisla.

Y hablando de tradición, ya sé algo que le diré, con orgullo, a mi amigo soriano. Llevaremos un ‘no’ en la muñeca. En Segovia en fiestas todos luciremos una pulsera para expresar el compromiso ciudadano en contra de la violencia machista. Ya son tres años. Antes fueron pañuelos, en éste serán pulseras. 

«Oye, pues las fiestas de Segovia no pintan mal», me dice mi amigo soriano, quien, no obstante, recula cuando le sugiero hacer un trueque festivo. «Será muy buen albañil, pero a mí no me trabaja», le respondo. Si hay solo limones pues haremos limonada, bebida reponedora en cualquier fiesta.