Es recurrente la cuña publicitaria en la radio en la que una mujer comenta a su marido que le ha llamado una vecina para decirle que han robado en casas de la zona y que no sabe si la suya podría verse entre las afectadas. Es la forma que tienen las compañías de seguridad de promocionar la instalación de alarmas, aunque ni siquiera estas aseguran que uno se pueda evitar el disgusto de llegar a casa y comprobar que alguien ha entrado en ella. En Segovia, delitos de este tipo se registran uno al día, según se desprende de los datos que ofrece el Ministerio del Interior.

La Subdelegación del Gobierno asegura que la provincia vive meses «tranquilos» en este aspecto, pero entre enero y marzo de este año (son las últimas cifras publicadas de momento en los balances de criminalidad que publica el Ministerio) los robos con fuerza en viviendas habían aumentado un 18,8 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. De hecho, de seguir este ritmo (95 fueron los contabilizados en el primer trimestre), se alcanzarían los 380 y 2018 se convertiría en el año más negro para Segovia, en lo que se refiere a este delito, de los últimos seis (en 2012 se llegó a 382). 

El medio rural vuelve a ser quien más sufre las consecuencias, ya que sólo dos de cada diez de estos robos se producen en Segovia capital. El 80 por ciento se registran en los pueblos, tal y como revela el Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior. O al menos así fue en 2017, el último periodo del que se tiene una visión completa. Durante ese año pasado,  la zona rural padeció 206 robos con fuerza en viviendas, y la capital, apenas un veinte por ciento del total. Esta tendencia contradice en verano la que dibujan las cifras en otras provincias como Valladolid, donde la dinámica es la contraria: la mayor parte de estos robos con fuerza se dan en la capital.

En la comparativa con el resto de provincias de Castilla y León, Segovia no sale bien parada. Sólo Ávila tiene una ratio mayor de delitos de este tipo por habitante: sufre uno por cada 561 habitantes. Segovia se sitúa en segunda posición con un robo en piso por cada 626 habitantes. El ‘ranking’ de la Comunidad se completa en el siguiente orden: León (uno por cada 686 vecinos), Soria (uno por cada 767),  Burgos (uno por cada 779), Valladolid (uno por cada 825), Salamanca (uno por cada 829), Zamora (uno por cada 835) y Palencia (uno por cada 1.235).

ÉPOCA ESTIVAL. Siempre se ha dicho que el verano es un periodo propicio para la comisión de estos robos. Las residencias habituales se quedan vacías debido a las vacaciones y la función de vigilancia que realizan los vecinos también se ve resentida porque, en algunos casos, comunidades enteras de viviendas pasan a estar sin moradores durante esta época estival. Sin embargo, si en Valladolid un tercio de los robos en pisos se producen en verano, en Segovia en cambio apenas alcanzan un 19 por ciento en este periodo.

El verano de 2017 se saldó con 48, lo que arroja un balance de un robo en piso por cada dos días. También en este caso es el medio rural el que soporta más quebraderos de cabeza por culpa de la acción de los ladrones. Frente a los 35 que sufrió durante el estío del año pasado, la capital sólo registró 13. Siete de cada diez se producen en los pueblos, que incluso en esta época tienen que arrastrar las consecuencias de la despoblación, la dispersión o la escasez de servicios.

Tras la consiguiente denuncia que presenta un ciudadano después de que entran en su casa, es el turno de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para dar con los responsables. La Policía Nacional en la capital y la Guardia Civil en las zonas rurales acuden al domicilio que ha sufrido el robo y recogen pruebas que permiten concluir, en muchos casos, el método y la estrategia utilizados por los cacos. Sin embargo, apenas se llegan a esclarecer el 12 por ciento de este tipo de delitos. Así se desprende al menos de los datos que ofrece el Sistema Estadístico de Criminalidad, que muestra que en Segovia en 2016 se llegó al fondo del asunto en 43 de los 344 robos con fuerza en viviendas que se produjeron durante ese año.

La acción de los ladrones suele ser meticulosa y está planificada con mimo para salir rápidamente del lugar sin dejar rastro, pero también en algunas ocasiones consiguen imponerse las fuerzas y cuerpos de seguridad. Sólo durante el último año así ha sucedido en varias ocasiones para consuelo de las víctimas de estos robos.