La situación actual del avance de la epidemia del coronavirus ha llevado a la Junta de Castilla y León a trabajar en la elaboración de un plan de respuesta ante la crisis provocada por la expansión del coronavirus Covid-19, con el objetivo de evitar que la crisis sanitaria impacte con dureza sobre una economía en desaceleración y derive en una recesión. Así lo anunció ayer el consejero de Empleo, Germán Barrios, que avanzó el plan de la Junta, a imagen del anunciado por el gobierno italiano, que está dotado con 3.600 millones en el caso del país transalpino, y donde recalcó que el objetivo es evitar que las consecuencias de la epidemia lleguen a «afectar severamente a la economía». «Estamos en un momento de desaceleración y esto nos podría llevar a una recesión económica», advirtió el consejero en una visita a las instalaciones de la empresa berciana Tvitec, informa Ical.

En ese sentido, Barrios avanzó que será el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, el encargado de presentar las medidas con las que la Junta abordará la situación, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno que tendrá lugar hoy. El Ejecutivo autonómico ya ha creado un grupo de expertos y un grupo de coordinación entre consejerías para afrontar la situación y las posibles «dificultades de aprovisionamiento» que puedan sufrir las empresas de la Comunidad.

Tras recordar que la bolsa ha registrado pérdidas de 100.000 millones de euros desde el estallido de la crisis, el consejero subrayó que «hay que estar preparado» y defendió el teletrabajo como una opción válida para la que el tejido industrial de Castilla y León. «Necesitamos una solución global, dependemos mucho del Gobierno de España, es un tema que nos influye a todos», remachó.

La economía ya nota el virus

Precisamente ayer, el gabinete técnico de Comisiones Obreras en Castilla y Léon reconoció que el «mejor comportamiento» de la economía a finales de 2019 y principios de 2020 «se ha visto truncado en el arranque del presente año por la irrupción del Covid-19», cuyos efectos negativos sobre la economía de Castilla y León «se irán conociendo con los datos de marzo». La Junta de Castilla y León, recordó el sindicato, estima en su cuadro macroeconómico un 1,6 por ciento de crecimiento del PIB para 2020.

El sindicato valoró los datos en el estreno de su nueva web y de un boletín de análisis económico en la que analizará continuamente los datos económicos. Así, detalló que los servicios, el consumo de los hogares y la inversión en construcción permiten a Castilla y León crecer un 1,9 por ciento en el último trimestre de 2019. En el conjunto del pasado ejercicio el crecimiento fue de un 2,2 (2,9% en 2018).

La economía de Castilla y León continuó con «su proceso de desaceleración» durante el último trimestre del año pasado, a pesar de que la pérdida de impulso «se moderó gracias a un mayor dinamismo de la actividad económica a final de 2019».