La última bala

Nacho Sáez
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El Claret comienza la temporada oficial convertido en el único representante del baloncesto segoviano en categorías autonómicas sénior. «Siempre nos han dicho que somos muy buenos, ahora tenemos que demostrarlo», dicen sus jugadores.

La última bala

Casi al mismo tiempo que la selección española de baloncesto se concentraba este verano para empezar a preparar el Mundial que acabó conquistando en China, la Federación de Castilla y León confirmaba que el Unami no se había inscrito para participar esta temporada en la Primera División Femenina. En el mismo país que su baloncesto puede presumir de ser campeón del mundo, Segovia tan sólo se muestra capaz de presentar a un equipo de adultos a competiciones supraprovinciales. El Claret masculino se ha quedado como el único representante del basket segoviano en categorías autonómicas o nacionales. Es la última bala de un deporte que en nuestra provincia brilla en la base y se diluye en la alta competición, a diferencia de lo que ocurre en el fútbol, el fútbol sala o el atletismo, las otras tres disciplinas que cuentan con más fichas. 

«Segovia necesita tener un equipo de baloncesto de  referencia y nosotros luchamos para que sea así», señala la coordinadora de baloncesto del Club Deportivo Claret, África San Romualdom cuando se la pregunta por qué un club estrechamente ligado a un colegio y enfocado a la base se expone a la presión de los resultados. Se ha cumplido un año desde que la entidad ‘verde’ cogió el testigo del Basket 34 para que no viera cortada su progresión una de las mejores generaciones de jugadores segovianos de los últimos años. La primera temporada terminó con un sabor de boca agridulce porque la plantilla que entrenaba Cristian Álvarez terminó la liga en la penúltima posición y, además, hubo alguna baja inesperada en pleno curso. 

«Es que somos un grupo de chicos jugando en una liga de mayores», recuerda Álvaro Hernán, uno de los líderes de un plantel que vuelve a contar con el grueso de jugadores heredero del Basket 34. Se ha reforzado con dos bases que también pueden jugar de escoltas (Alberto Álvaro y Francisco Javier Maleno), un alero (Ngouda Kandji, que podría causar baja de última hora por motivos laborales) y un ala-pívot (Borja Sanz). Hernán se convertirá en uno de los encargados de suplir la falta de centímetros y kilos de la que adolecen. «Tenemos mucho trabajo por delante, pero somos un equipo joven, con calidad, con compromiso y con ganas de mejorar», reivindica este pívot madrileño de 1,90 afincado en Segovia.

El pívot Álvaro Hernán, junto a uno de los niños más pequeños del club, Víctor Pérez.El pívot Álvaro Hernán, junto a uno de los niños más pequeños del club, Víctor Pérez. - Foto: DS

Encarnan también la cúspide de una estructura que ha alcanzado el hito de ‘derrotar’ al fútbol. Con 26 equipos y 220 jugadores desde cinco años hasta adultos, constituye la sección más numerosa de un club que está abierto a toda la sociedad segoviana pero que se nutre especialmente del colegio Claret. «Algún profesor ya me ha dicho que este año en el patio los chavales juegan más al baloncesto que al fútbol», apunta la coordinadora de la sección, que desvela además que van a firmar un convenio de colaboración con el Club Baloncesto Cuéllar para que los jugadores infantiles y cadetes de este puedan ser convocados con los equipos autonómicos del Claret de estas categorías.

Las ideas fluyen sin parar. Otra que les ronda es volver a impulsar el baloncesto femenino con una apuesta por equipos que lleven la camiseta verde en categorías autonómicas, aunque de momento ese proyecto no ha pasado del papel. La configuración de las plantillas que competirán este curso les ha dejado exhaustos. Incluida la de los mayores, donde también han tenido que buscar un sustituto para Cristian en el banquillo.

Diego Pascual ha cogido las riendas en la que es su primer experiencia como entrenador principal, tras haber ejercido de ayudante de Juan Carlos Manrique y de Esther Muñiz en el Unami. «Estoy confiado. Llevo muchos años preparándome», subraya. Este verano realizó un curso de entrenadores de primer nivel en Valencia y ha participado en las conversaciones para incorporar a los nuevos jugadores. «Creo que hemos hecho un equipo muy compensado, con buenos jugadores en todas las zonas. Quizás nos faltan kilos y altura en la zona, pero es una plantilla bastante decente para Primera Nacional», reflexiona en vísperas del debut oficial esta temporada.

La escasez de equipos vuelve a lastrar la competición en la que participan, que arranca este sábado con la primera jornada de la fase de grupos de la Copa. «Aquí el objetivo es llegar a semifinales», señala el entrenador, que tendrá que gestionar un calendario atípico. Y es que la liga no arrancará hasta el 18 de enero y sólo tendrá diez jornadas. El Baloncesto Venta de Baños, Agustinos Lecrerc, Soria Ciudad del Deporte, UEMC CBC Valladolid y La Flecha serán los rivales de un Claret que espera estar entre los cuatro primeros al final de temporada para disputar la fase de ascenso.

La adaptación de los nuevos se considera una de las claves para que lleguen los buenos resultados. «Estoy contento con el trabajo de los chicos. Les pido trabajo porque talento tienen mucho. Llevan ganando toda la vida y les cuesta meterse en el papel de sufrir», razona el técnico. Una visión con la que coinciden los propios jugadores, entre los que no falta la autoexigencia. «Siempre nos han dicho que somos muy buenos. Ahora ha tenemos que demostrarlo», zanjan. El primer envite llega este sábado contra Soria  (20:00 horas, Emperador Teodosio).