«La cosa está muy parada, nos estamos manteniendo con cuatro averías y poco más porque no hay nada, la gente no quiere que vayas a su casa», afirma el fontanero Juan María Muñoz, que tiene a medias con su hermano la empresa Muñoz Bas, de Abades. «Y pensando en el futuro pues es que aún no sabes, es tan incierto que te diga lo que te diga me voy a estar equivocando en algo», añade. «Averías seguirá habiendo, eso está claro», así que entre un futuro negro y uno blanco, apuesta por «el gris».

Llevan más de 20 años trabajando como autónomos de la fontanería. Obra nueva, reformas, mantenimiento, reparaciones, calefacción, aire acondicionado... «Nos vamos complementando con cada cosa», pero igual que la inmensa mayoría nunca se había visto en «una como esta». «Debemos de estar como a un 25% de la actividad habitual», calcula. Presentaron solicitud de ERTE por fuerza mayor y se lo denegaron. 

«La otra crisis (2008) fue mala, pero es que en esta además hay miedo. La gente no va a querer que vayas a su casa», y con las economías domésticas de nuevo tocadas o con el freno de mano echado, ¿hasta qué punto caerá de nuevo la demanda de reformas? «Aguantaremos como podamos», sentencia.