Cuenta atrás contra Netanyahu

Agencias
-

La oposición israelí apura sus negociaciones para formar un Gobierno de coalición que expulse al primer ministro del poder y evite unas quintas elecciones en apenas dos años

Cuenta atrás contra Netanyahu - Foto: YONATAN SINDEL / POOL

El tiempo corre en contra, nuevamente, en Israel para alcanzar un acuerdo que permita que regrese la estabilidad política a un territorio que ya ha celebrado cuatro elecciones generales desde 2019. Y, precisamente, para evitar una quinta cita con las urnas, la oposición al primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, intensifica sus conversaciones para tratar de formar un Gobierno antes de mañana, cuando concluye el plazo otorgado por el presidente hebreo, Reuven Rivlin, aunque los negociadores ya han pedido al jefe del Estado una prórroga de una semana.

El centrista laico Yair Lapid, líder de Yesh Atid, encargado de formar Gobierno en Israel y que lidera el «bloque del cambio», instó ayer a crear un nuevo Ejecutivo unitario cuanto antes que desbanque del poder a Netanyahu, mientras sigue los contactos con el ultranacionalista religioso Naftali Benet y otros partidos.

«Podemos terminar esto la semana que viene. En una semana, Israel puede estar en una nueva era con un primer ministro diferente», aseguró antes de retomar el diálogo con sus posibles socios de coalición.

Así, apeló de nuevo a formar «un Ejecutivo de unidad» entre «derecha, izquierda y centro» que «se haga cargo de todos los ciudadanos de Israel» y acabe con la era de «división» e «incitación» que, según él, el mandatario conservador ha generado tras 12 años seguidos en el cargo de primer ministro.

Eso sí, Lapid también reconoció que «todavía hay muchos obstáculos en el camino» para cerrar un Gabinete, pero expresó su esperanza de que se puedan resolver y «superarlo juntos». «Es nuestra primera prueba», insistió apenas unas horas después de que Benet manifestase su intención de integrarse en una alianza antiNetanyahu.

De hecho, destacó que, si consigue los respaldos necesarios, «todo estará más tranquilo» y «los ministros irán a trabajar sin incitar, mentir e intentar difundir el miedo todo el rato».

«Si alguien quiere saber por qué hay que cambiar a la cúpula en Israel, que escuche el discurso de Netanyahu», subrayó. «Es un discurso peligroso y volátil de alguien que ya no tiene límites», zanjó.

Por su parte, el líder de Yisrael Beitenu, Avigdor Lieberman, que la semana pasada alcanzó un acuerdo con Yesh Atid para sumarse a la coalición de Gobierno, remarcó que el todavía mandatario en funciones es «mentalmente inestable». «No estoy seguro de si está capacitado para ser primer ministro», valoró.

Asimismo, Gideon Saar -quien creó el partido Nueva Esperanza antes de las elecciones tras abandonar el Likud de Netanyahu-, expresó su deseo de que se logre un acuerdo para sacar al conservador del poder. «Aún no está claro si se formará un Gobierno, pero estamos haciendo y haremos todo lo posible», remarcó.

En caso de que Lapid no logre un acuerdo antes de mañana  -siempre y cuando no logre esa esperada prórroga de una semana-, el mandato pasará al Parlamento, que tendrá 21 días para formar una coalición. Si tampoco esta vía, en la que cualquier diputado podrá intentar encabezar dicha coalición, tiene éxito, el país se vería abocado a la convocatoria de nuevas elecciones.

 

Apuesta por benet

Mientras, el centrista Beny Gantz, ministro de Defensa y parte necesaria del denominado Gobierno del cambio que intenta conformar la oposición, mostró su apoyo al ultranacionalista Benet, que ocuparía el cargo de primer ministro los dos primeros años.

«Haré todo lo que pueda para ayudarlo y para tratar de construir una sociedad con él respecto a las múltiples cuestiones en las que estamos de acuerdo, principalmente en lo referente a los desafíos internos de la sociedad israelí», agregó el líder de Azul y Blanco.