«Estar dos tardes en Madrid es una gran responsabilidad»

Jorge Cancho
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Pese al percance que sufrió hace unos pocos días en la feria de Valencia, la temporada para este novillero mexicano de 23 años se presenta apasionante al estar anunciado dos tardes en Madrid y visitar muchas de las ferias más importantes en España

«Estar dos tardes en Madrid es una gran responsabilidad» - Foto: Eva Garrido

Aún convaleciente del percance que sufrió hace poco más de una semana en la plaza de Valencia, ¿qué tal se encuentra? 

Bien, gracias a Dios me encuentro muy bien, puedo andar sin mayores problemas, también hago un poquito de ejercicio, entrenando de salón, etc. Aunque de momento tengo aún los puntos, la cosa va realmente viento en popa.

Seguro que, como siempre, todo sucedió tremendamente rápido. ¿Cómo fue ese percance?

Era el segundo que sufría, ya que el pasado año en Nimes un novillo me dio otra cornada de doble trayectoria. Y es cierto que siempre que pasan estas cosas suceden sorprendentemente rápido, quizá porque nunca te las esperas en ese momento. El percance de Valencia ocurrió con un animal bastante complicado, que se vencía para adentro, si bien mi falta de oficio empeoró un poquito más la situación al no sacarle hacia fuera, de ahí que me llevara por delante. No me cabe duda,  siempre que hay una cornada la culpa corre del lado del torero.

Valencia era su segunda tarde en España esta temporada, tras su paso por Olivenza. No hubo trofeos tampoco, ¿pero qué tal fueron las sensaciones?

El lote que me tocó en suerte apenas me dio oportunidades para estar bien, ya que no era apto para el triunfo. Pese a todo, las sensaciones que tuve fueron muy positivas, dado que el público y los profesionales hablaron muy bien de mí y yo me quedé con un buen sabor de boca.

Este año, pese a los triunfos rotundos de la pasada temporada, no ha toreado festejo alguno en su país. ¿Por qué?

Esas son decisiones que no me competen, ya que son mis apoderados los que velan por estas cosas. Teníamos muchas ofertas para torear en México, pero hemos preferido volver allí cuando esté más rodado.

El caso es que en 2018 había estado muy bien por su tierra... 

Así es, hubo triunfos rotundos que me valieron para coger oficio antes de venirme a España más rodado. 

Imagino que su cabeza ya estará casi de lleno en la primera de sus dos tardes en Madrid de este año...

La cabeza siempre está puesta en todas las comparecencias y sobre todo en el día a día: en lo que entreno, en lo que hago, en lo que dejo de hacer... Lógicamente, estar acartelado dos tardes en Madrid es ilusionante, pero no deja de ser una responsabilidad muy alta. Por ello no se me va de la cabeza, ni de día ni de noche. 

Será su presentación como novillero. 

Sin caballos ya hice el paseíllo en Madrid en el certamen Camino hacia Las Ventas, si bien ahora será mi presentación con los del castoreño. Creo que el público es muy entendido y también muy exigente, pero me preocupa más el volumen del novillo que se suelta allí. 

Una temporada apasionante para usted esta de 2019

Pues sí. Los planes que tenemos para este año son estar en muchas de las principales ferias del país donde se dan novilladas, aunque antes hay que esperar a ver lo que da de sí mi primera comparecencia en Madrid, pues lo que allí suceda puede marca rel resto de la temporada. 

La vocación le llegó de forma tardía, a pesar de que su padre, Óscar San Román, fue matador de toros...

Toda mi vida ha estado rodeada en casa de toros, no solo por parte de mi padre, sino también de mi abuelo y mi tío. Sin embargo, de pequeño las motos me llamaban más la atención, de ahí que me centrara en el motocross, en el que llegué a ser campeón de mi país. 

Vamos, que lo suyo es el riesgo. ¿Dónde hay más peligro, en los toros o en las motos?

Es cierto que mi cuerpo precisa de esa adrenalina que genera el miedo. Son dos mundos que nada tienen que ver. En ambos puedes perder la vida si te empleas a fondo, pero sin duda me quedo con los toros ya que ante un animal puedes crear arte, cosa que con las motos es imposible y además son más sucias y ruidosas. 

Alberto Elvira está siendo pieza fundamental en su carrera. 

Así es, sin lugar a dudas. Él ha tomado todas las decisiones importantes en mi corta carrera, quizá la más trascendente también, como fue la de dejar México para venirme a la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, primero y a la de Madrid después.

Y a su lado sigue, incluso tras empezarle a apoderar el pasado año la empresa Etmsa, de su paisano Alberto Bailleres. ¿Qué tal le va con su compatriota?

Alberto Elvira también trabaja para Etmsa y por ello continuamos yendo ambos de la mano. Con respecto a mi nuevo apoderado, estoy muy contento y muy ilusionado de que la empresa de Alberto Bailleres se hiciera cargo de mi carrera al tratarse de una gran casa.