La pandemia reduce la venta de acebo

Cristina Sancho
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Prádena celebrará su tradicional feria del acebo durante el puente de diciembre, pero solo se venderán ramos debido a la drástica caída de visitas de madrileños por el cierre perimetral.

La pandemia reduce la venta de acebo

Con la Navidad a menos de un mes, las calles de pueblos y ciudades se engalanan de luces y los escaparates de los comercios hacen lo propio para alegrar estas fechas y propiciar el consumo. Con la decoración, más allá de los productos artificiales que se puedan adquirir en tiendas, en el Nordeste de la provincia, especialmente en Prádena, hacen lo posible para conservar la tradición de poner un toque de acebo en las casas y en las posibles celebraciones navideñas. Desde hace años, coincidiendo con el puente de diciembre, además, un grupo de mujeres organizan una pequeña feria donde venden centros de acebo y ramos naturales. Este año debido a la situación de pandemia y a los numerosos casos que ha habido en la localidad recientemente, no se van a confeccionar los centros, pero sí se pondrán a la venta ramos de acebo. 

Esperan poder vender unos 250 kilos, que sumados a los 150 kilos que el Ayuntamiento ha vendido ya a una floristería de Madrid suponen la mitad de las ventas de años anteriores. Los empleados municipales son quienes se encargan de cortar el acebo que consideran que pueden vender. Aunque cuentan con un permiso del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León para extraer unos 1.000 kilos del acebal de la localidad, este año se quedarán en la mitad. «Otros años se ha vendido el doble de acebo, pero este año por la limitación y el cierre que impide venir a los madrileños, no esperamos tanta afluencia de gente», comenta el alcalde, Diego Ramos. 

Prádena cuenta con el segundo acebal más grande de España, solo por detrás de Soria. Unas 60 hectáreas de extensión que se han convertido en el producto turístico estrella de este municipio, que organiza rutas  y tiene en él un revulsivo turístico, especialmente en esta época del año. «Esta feria es un buen motor para la economía local, para bares, restaurantes, casas rurales… Porque suele llenarse todo y otros años estamos desbordados», apunta Ramos. Lo mismo ocurre con las rutas que organizan. Siempre se completan y este año quizá ocurra lo mismo, pero no por la afluencia de público sino por las limitaciones, ya que la situación de pandemia les obliga a reducir los grupos de 25 a seis personas. No obstante esperan que con la apertura de la hostelería los vecinos de distintos puntos de la provincia que conozcan esta tradicional feria del acebo quieran acercarse para disfrutarlo en todo su esplendor con las llamativas bolas rojas. 

La feria del acebo es un atractivo y supone mucho trabajo para las cuatro mujeres que cada año se encargan de elaborar los centros. Este año, además, serán solo dos. Se van a instalar dos carpas abiertas en la Plaza Mayor para que de forma ordenada, guardando la distancia y cumpliendo con las medidas, aquellos que lo deseen puedan comprar sus ramos de acebo. «Será un año distinto, pero se pondrá ilusión y alegría por las fechas que se acercan para mantener esta tradición del acebo típico de fechas navideñas», comenta una de ellas, Gemma Rodríguez. 

Junto con otra compañera y ayudadas por sus hijos elaborarán estos ramos durante la semana con unos 150 kilos de acebo, pero no se juntarán en una bodega como sí han hecho en años anteriores. «Queremos evitar aglomeraciones de gente viendo los centros, pero quien quiera se podrá llevar los ramos para, si quieren, poder hacerlos ellos mismos si tienen maña. Podrán realizar la composición que más les guste», comenta Rodríguez. Los precios de los ramos se mantendrán como en años anteriores alrededor de los siete euros.

Aunque la elaboración de los centros parezca sencilla, no lo es. De hecho este grupo de mujeres que mantiene la tradición en Prádena aprendieron a manejar el acebo gracias a unos cursos de arreglos florales que realizaron hace unos años. Desde entonces los meses de noviembre y principios de diciembre están llenos de actividad para ellas. Este año tampoco faltarán, aunque adaptada a las circunstancias y con todas las precauciones posibles para evitar posibles contagios de coronavirus. 

Además, después de varios domingos con cancelaciones obligadas por las restricciones impuestos, este domingo 29 de noviembre a las diez y media de la mañana regresan las rutas de senderismo guiadas por el acebal. Una actividad que busca impulsar la difusión y el conocimiento de la riqueza de esos bosques, su entorno así como de los robles y sabinas de la zona. Se trata de una ruta de unas tres horas de duración que se puede reservar en la Oficina de Turismo de Prádena. Naturaleza y tradición se unen para mantener en valor el segundo acebal más grande de España, que sigue dando sus frutos.