Escribir en La España Vaciada

Nacho Sáez
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La autoedición y el mecenazgo de editoriales locales sustentan la literatura segoviana en una época marcada por las redes sociales y la autocensura.

De izquierda a derecha, Mariano Fuente, Jesús Pastor, María Albarrán, Celia Uve y Jorge Rodríguez, este pasado martes en la librería Entrelibros. - Foto: Rosa Blanco

A pesar de vender colchones y camas en una tienda en la calle Santo Tomás, Alfonso Genique encontró el descanso en la escritura. Durante tres años había sufridos crisis de ansiedad y ataques de pánico, y la literatura le proporcionó «una válvula de escape». «La gente me decía que no pensara pero es como el que tiene miedo a las alturas. Es un trastorno. Tener que centrarme en las historias que quiero contar y en los personajes, ha sido una terapia», relata. Además ha conseguido que su nombre se escuche. Tras haber publicado una novela, 'El coleccionista de flores', y un libro de prosa poética, 'Desnudos bajo la piel', cuenta con más de 24.000 seguidores en Instagram y cada una de sus publicaciones –principalmente pequeños textos– consigue miles de 'me gustas'.

«La editorial me dijo que me hiciera redes sociales para darme a conocer. Yo me veía como el pesado del libro, como el tonto del pueblo. Encima en Segovia, que te conoce todo el mundo. Pero han funcionado muy bien», apunta, al tiempo que revela casi se ha quedado sin tiempo para escribir las dos secuelas que tiene pensadas de su primera novela, cuya edición se pagó el mismo. La autoedición ha contribuido a democratizar el acceso al público. «Yo hablé en su momento con Planeta y alguna otra editorial y me decían que la novela les había encantado pero que no era nadie. Te tienen que promocionar y darte a conocer y no les compensa porque está Belén Esteban o a lo mejor hay un 'youtuber' con 400.000 seguidores al que sabes que 40.000 le van a comprar el libro», reflexiona Genique, paradigma del momento que atraviesa la literatura segoviana, fuera de los círculos de poder de Madrid y desde hace una década sin el paraguas de la Obra Social de Caja Segovia.

Elvira Sastre solo hay una y editoriales locales como Derviche y Cervantes se han convertido en los principales mecenas de un ramillete de autores que compatibilizan la escritura con otra profesión. Alberto Martín, que ha ganado premios, es investigador y profesor universitario. Santiago Carabias, opositor. «Para ser un escritor grande y de renombre tienes que vivir en Madrid o pasarte la vida en Madrid, aparte de escribir bien. Todo esto se mueve por trato, por relaciones y aquí en Segovia hay lo que hay, es otra dimensión», señala Mariano Fuente, quien hace algo más de un cuarto de siglo llegó a publicar con Edelvives. «De 'Una tarde de altos vuelos se vendieron unos 13.000 ejemplares, pero no me deslumbra ese éxito porque era de una editorial que lo distribuía bien por los colegios de toda España».

Alfonso Genique escribe novelas y prosa poética. Alfonso Genique escribe novelas y prosa poética. - Foto: Rosa Blanco

Profesor de Lengua Castellana y Literatura, Fuente se ha dedicado a disfrutar con la literatura. «Para los veteranos que no vivimos de la literatura, la libertad es absoluta. Ahora Derviche va a sacar un libro de relatos eróticos y, si me piden escribir, pues lo escribo. No pienso en si va a gustar o si va a interesar, ni en las reacciones de conocidos o familiares. Me lo he pasado bien en la vida siendo escritor. A lo mejor un chico joven no es como nosotros», apunta a la puerta de Entrelibros. «Esta librería y otras como Ícaro han hecho como los libreros del siglo XIX: convertirse también en editoriales para hacer algo diferente», interviene Jesús Pastor, también profesor de Lengua Castellana y Literatura, escritor y firme defensor de los autores de casa. «Hay libros muy buenos que se quedan en la distribución local. David Hernández Sevillano es un exponente claro del talento que existe en Segovia. Tiene los pocos seguidores que tiene la poesía pero todos sus libros han sido premiados en algún momento. Y Alfonsa de la Torre huyó harta de Madrid y vivió encerrada en Cuéllar prácticamente toda la vida pero tendría que haber pasado a la historia. En Cuéllar es muy reverenciada, pero en Segovia no hay una sola calle dedicada a ella y su libro de poesía 'El oratorio de San Bernardino' debería estar estudiándose en las historias de la literatura», remarca.

MEDIO RURAL. En el medio rural vive también  Carmen García Rodríguez, una auxiliar de enfermería de Navas de Oro que se encuentra a punto de publicar su quinta novela, 'Secretos de confesión. «He escrito toda mi vida, pero era anárquica y lo hacía de manera íntima. Pensaba apuntarme a una escuela cuando me jubilara, pero con 50 años ocurrió algo grave en mi familia y me di cuenta que era una tontería dejar algo que me apetecía para más adelante. ¿Qué podía ocurrir? Que no me leyera nadie? No me va la vida en ello. Y me abrí paso a lo grande, con un blog de erótica, aunque lo que más me gusta es la novela histórica», asegura la autora de 'Tu gloria será eterna', su novela más vendida, ilustrada en la portada con la espectacular foto del Alcázar nevado de Fernando de Antonio Jiménez, tantas veces compartida en las redes sociales. «La gente de Segovia cuida a los escritores de Segovia. Nos estamos preocupando por dar voz y leer a los de la tierra», opina.

Entre esos autores locales brillan con luz propia en los últimos tiempos los ilustradores, que no obstante sufren para vivir su trabajo. «El ilustrador siempre tiene que tener los huevos en diferentes cestas. Sigo con trabajos de ilustración pero también hago talleres con niños y adultos y cosas de diseño gráfico. Tengo la suerte de que unas cosas están relacionadas con otras, pero para otros ilustradores no es así», subraya María, que prepara la segunda parte de su Ratón Pérez en Segovia. «Siempre se recorta de los mismos sitios y hay precariedad en la cultura en general. Siempre ha estado ahí pero con los años se está agudizando más y da pena porque hay gente que lo tiene que dejar y dedicarse a otras cosas, no se valora lo suficiente el trabajo que hay detrás y que hay gente muy buena».

Carmen García comenzó autopublicándose y ahora trabaja con Derviche.Carmen García comenzó autopublicándose y ahora trabaja con Derviche. - Foto: DS

Celia Uve, conocida sobre todo por sus 'Segovianadas', ha diversificado y al mundo editorial ha sumado trabajos incluso en proyectos científicos. «Trato de facilitar con la ilustración que investigaciones arqueológicas, por ejemplo, no se queden en un lenguaje tan técnico. Dedicarte única y exclusivamente a la ilustración es un poco complicado este país. Siempre hay que tener un plan B. Pero la gente no se debe desanimar. Los comienzos son duros y muchas veces nos pensamos cuando hablamos con personas del mundo artístico es que todo es 'yo hago, yo hago', pero es arduo y hay mucho trabajo detrás. Y no pasa nada por compaginarlo con otras cosas. El trabajo remunerado para pagar la casa es una cosa y a lo que tú te dediques, otra», precisa.

«Hay que buscar algo todos los días para hacer algo», añade Jorge Rodríguez, también ilustrador y un segoviano más después de que hace tres años se mudara desde Madrid y ya haya publicado cómics sobre la historia de Segovia, su geología, los Comuneros, San Frutos y próximamente la Segovia Celtíbera. ¿Hay autocensura para no caer en polémicas especialmente en las redes sociales? «Yo me crié con El Víbora en los años 80 y aquello sí que era bestia bestia. Ahora la gente se ofende por chorradas y tonterías. Yo no me autocensuro y tengo la suerte de que nadie me ha dicho nada», concluye.