Con Segovia en el alma

A.M.
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La muerte repentina del portavoz adjunto del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Segovia, José Luis Huertas, provoca una gran conmociónen la ciudad a la que dedicó su vida

Huertas fotografiado en 2017 sujetando el capuchón de su cofradía - Foto: Rosa Blanco

Quien conocía a fondo a José Luis Huertas nunca dudaría del amor que sentía por su ciudad, Segovia, a la que llevaba en el alma, independientemente de su militancia política o sus profundas creencias religiosas, que le llevaron a volcarse en renovar y poner al día la Semana Santa de Segovia,  cuando se encontraba en plena decadencia, encaminándola a su declaración como de Interés Turístico Nacional, después de haber promovido la celebración de los actos del centenario de la procesión de ‘Los pasos’, en 2007, o el monumento escultórico a la figura del nazareno en la calle de San Nicolás, aunque el emplazamiento no le terminara de convencer.  

El segovianismo que ejercía lo había mamado en casa –muchas personas aún recuerdan a su padre, Pepe Huertas, funcionario municipal–, y trabajaba por mejorar esta Segovia de sus amores desde una óptica constructiva y a la vez también crítica. 

Por eso, su fallecimiento repentino,  fulminado por un infarto, este miércoles, cuando disfrutaba un paseo en su bicicleta de montaña, con un grupo de amigos, por la Cañada Real Soriana en la falda norte de la Sierra del Guadarrama –otro de los valores de su tierra que le gustaba ensalzar, la naturaleza, aparte de la monumentalidad–,  ha causado una honda impresión y consternación, más allá del entorno político en el que se movió en los últimos años porque también abarcaba círculos deportivos o los vinculados con las cofradías, hermandades y feligresías, cuya Junta había presidido entre 1997 y 2007, y de los muchos amigos que compartían con él su visión de la ciudad que le había visto nacer hacía 59 años.

Viudo y padre de una hija, ejerció como delineante técnico proyectista en edificios y obras, impartió clases de técnicas de venta y diseño de espacios comerciales y también fue profesor de bachillerato en el Colegio Maristas de Segovia, centro del que era exalumno  y que llevaba en su interior, desde que pasó por sus aulas, como lo demostraba con las novedades que fue imprimiendo a la cofradía de los antiguos alumnos Ademar. 

En una última página de este periódico, en 2017,  recién llegado de una ascensión al Kilimanjaro,  Huertas confesaba al compañero Fernando Ortiz que «la Semana Mayor es, realmente, una pasión, en el doble sentido de la palabra (...) participar en la procesión me produce una profunda sensación de introspección, de silencio fecundo y de religiosidad, pero a la vez, me siento partícipe de una tradición de siglos. Y eso me compromete a intentar colaborar para que se mantenga».  De su cabeza surgió la idea de llevar a la escena un auto de pasión segoviano y terminó siendo el del Misterio del Cristo de los Gascones, al que había acompañado de niño, que con tanto éxito montó y escenificó la compañía Nao d'Amores. De esta forma demostraba su idea de que era muy interesante innovar, pero sin perder la perspectiva «de que lo nuestro [la sobriedad castellana] ha de ser lo que nos caracterice».  

Impactado y emocionado, incrédulo también tras recibir la noticia de su fallecimiento, el portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento y senador, Pablo Pérez,  se refería a los consejos y largas conversaciones que recibía de su viceportavoz desde la óptica, decía recordando a José Luis,  «de una vida como la tuya, volcada en Segovia desde mucho antes de entrar como concejal en el Ayuntamiento, te hizo conocer la ciudad y su gente como nadie la conoce».

Autor y documentalista de conferencias y publicaciones sobre temas segovianos, medioambientales y deportivos,  organizador de actividades culturales y turísticas dentro del ámbito social y asociativo de la ciudad, Huertas entró en la corporación municipal en 2015, en la lista encabezada por Raquel Fernández, y continuó en el actual mandato.  Su partido, el PP, en palabras de la presidenta, Paloma Sanz,  destaca su compromiso con la actividad política, no solo como miembro de la ejecutiva, donde era responsable de la secretaría de Cultura y Turismo, sino también «con cualquier foro, reunión o acto en el que se ha necesitado de su ayuda». Reconociendo la diferencia ideológica, aunque sin salir del shock que les produjo la noticia de esta muerte súbita, otros grupos municipales han mostrado sus condolencias a la familia, valorando el aprecio en lo personal.  

Desde el miércoles, el Ayuntamiento decretó luto oficial, por lo que las banderas ondean a media asta desde el mismo día del fallecimiento hasta que se dé sepultura a los restos del finado, este viernes, tras el funeral en la iglesia de San Miguel a las once de la mañana, con asistencia de la Corporación, colocándose sobre el féretro la medalla corporativa. La misa de privilegio será este sábado, a las doce del mediodía. La Junta de Gobierno Local, presidida por la alcaldesa, Clara Luquero, ha guardado un minuto de silencio, este jueves.