Una impresora 3D con una estructura de grúa sobre raíles, un brazo telescópico y una cabeza de impresión que suelta hormigón al estilo de una manga pastelera con una crema; un software especial para introducir las especificaciones necesarias; apretar un botón y en apenas 72 horas, un centro de día y empleo para Autismo Segovia. Dicho así suena sencillo y aunque la tecnología de impresión 3D no lo sea, una vez desarrollada, la parte más complicada ya estaría resuelta, dado que la máquina ya existe y es propiedad de la empresa que está llamada a preparar y ejecutar este proyecto. «La disponibilidad sería casi inmediata», destaca a El Día José Luis Puchades, uno de los tres socios de la startup Be More 3D, con sede en la Comunidad Valenciana. 

Falta, eso sí, que el Ayuntamiento de Segovia complete los trámites de cesión de la parcela (al lado de la Biblioteca Pública) y, sobre todo, que Autismo Segovia capte la financiación necesaria para hacer realidad su sueño en tres fases. La primera se prevé que cueste unos 400.000 euros y sería suficiente para tener el centro operativo; la segunda contempla dotarle de más equipamiento (huerto y piscina climatizada, en torno a 50.000 euros); y la tercera (menos de 400.000 euros), casi una réplica del edificio inicial para duplicar las plazas para los usuarios.

El anteproyecto ya está listo gracias al apoyo de la Fundación ONCE y la rueda de prensa de presentación que ofreció Autismo Segovia en el Ayuntamiento de la capital el 6 de octubre, convocada precisamente para darse visibilidad en la búsqueda de financiación para redactar el proyecto y ejecutarlo, ya amaga con dar frutos. «Ha habido empresas que nos han llamado para preguntarnos por el proyecto y eso ya es algo importante, aunque todavía no tenemos nada en firme y es mejor no dar nombres de momento», matiza la presidenta de esta asociación y promotora de tan vanguardista iniciativa, Susana Guri.

Tanteo de patrocinio por imprimir en 3D el centro de Autismo

En esa búsqueda de financiación también se perfila clave el papel de Enisa (Empresa Nacional de Innovación S. A.), adscrita al Ministerio de Industria y liderada por el segoviano José Bayón como consejero delegado, que también participó en la rueda de prensa del 6 de octubre. «Susana (Guri) contactó conmigo para contarme su idea y aunque no encaja dentro de nuestras líneas de financiación, sí podemos darle visibilidad», destaca. 

Bayón resume la labor de Enisa en dos bloques de actividad: uno el económico, con préstamos participativos a empresas (no a proyectos ni asociaciones)y participación en fondos de inversión para capital semilla; y el otro, centrado en la política de divulgación, es el que puede servirle a Autismo Segovia. Enisa celebrará precisamente en diciembre un foro de encuentro, llamado ‘Mañana es hoy’, sobre iniciativas innovadoras para dar respuesta a retos sociales, y el proyecto segoviano encaja como un guante. Brinda un escaparate perfecto, teniendo en cuenta la enorme agenda de Enisa en el ámbito de la empresa privada. No en vano, en apenas 15 años ha concedido más de 1.000 millones de euros en 7.000 préstamos para unas 6.000 empresas (las hay que han recibido más de uno), cifras que dan idea del seguimiento e impacto que tienen sus eventos.

«El proyecto de Autismo Segovia tiene una componente de innovación tecnológica en sí mismo porque es verdad que de construcción en impresión 3D no se ha hecho mucho todavía, aunque se va avanzando», analiza Bayón. «Y luego tiene una componente de innovación social que me parece muy interesante al utilizar también esta tecnología con fines terapéuticos y, en general, para mejorar la vida de las personas», ya que los usuarios de Autismo Segovia llevan un tiempo manejando impresoras 3D. Fabricaron incluso pantallas de protección para los sanitarios y cuentan con participar de forma activa en el proyecto del centro con la fabricación de algunas piezas.

Tanteo de patrocinio por imprimir en 3D el centro de Autismo

¿Pero puede captar realmente Autismo Segovia el interés necesario por parte de una o varias empresas hasta el punto de que le cubran el presupuesto del proyecto? Guri confía en que sí, por supuesto, y Bayón lo ve posible. «Financiar una iniciativa como esta tiene un valor muy alto para una empresa a efectos de comunicación», aprecia el consejero delegado de Enisa. Es cuestión de responsabilidad social corporativa, cada vez más extendida no sólo entre las grandes compañías, y en este caso con una ‘rentabilidad’ publicitaria muy alta por el reconocimiento social ante el impacto mediático que puede alcanzar un proyecto pionero como el de Autismo Segovia. «Susana acierta y hay que felicitarla por la iniciativa porque el edificio del centro de día lo puedes hacer así o de otra manera más convencional, pero de esta manera das una visibilidad notable al autismo, y luego es mucho más fácil que los posibles patrocinadores se sientan atraídos», resume Bayón.

La empresa. Be More 3D es una startup que nació hace cinco años en el ecosistema emprendedor de la Universidad Politécnica de Valencia con la idea inicial de dedicarse al diseño, prototipado e impresión 3D en general, y al frente están tres ingenieros de la edificación que decidieron apostar por aplicarla al campo de la construcción. Así crearon y patentaron una impresora de siete metros de ancho por cinco de alto con la que, ya en el verano de 2018, construyeron como proyecto piloto la primera vivienda ejecutada con esta técnica en España. En palabras de Vicente Ramírez, CEO de Be More 3D, su creación funciona «como una manga pastelera automática de hormigón». «La máquina se mueve y tira una capa de hormigón, sube y tira otra capa, sube y tira otra… Este hormigón lleva fibras y cuando fragua, cuando se endurece, por una reacción química las capas se unen y entonces ya pasa a ser una estructura, un muro de hormigón armado, pero impreso en 3D». 

El ahorro de costes con respecto al método tradicional supera el 30% y el de tiempo es más que evidente. «Una vivienda de 70 metros cuadrados la podemos hacer en 12 horas y el centro de día podría llevarnos dos o tres días», asegura a este periódico el más implicado de los tres socios en el proyecto de Autismo Segovia, José Luis Puchades. ¿Y por qué no se extiende entonces esta técnica con más rapidez? «Al final las constructoras están acomodadas a un sistema constructivo que lleva muchas décadas sin actualizarse», responde. «Sí que es verdad que a nivel de materiales se implementan mejoras y nuevas soluciones con frecuencia y la impresión en 3D se ha empezado a conocer realmente hace pocos años, pero se va avanzando y no paramos de tener conversaciones con empresas de construcción».

En estos años, aparte de una casa piloto en el campus de la UPV y otra «mejorada» que han realizado en su nave, Be More ha llevado a cabo «demostraciones en ferias», esculturas o mobiliario urbano, y tiene varios proyectos en curso, desde una vivienda en Manacor de diseño moderno, minimalista y con toque industrial, a otras más prácticas para jornaleros en Huelva, además del anteproyecto de Autismo Segovia, a pesar de que ha enfocado más su negocio hacia la venta de la maquinaria que a la propia fabricación de viviendas. «Técnicamente, nuestra disponibilidad sería casi inmediata», afirma Puchades. Cuestión de transportar su máquina hasta la parcela prevista cuando se le requiere, de modo que ‘sólo’ quedaría resolver la cuestión de la financiación, redactar el proyecto, obtener las preceptivas licencias de construcción y empezar a edificar el sueño de Autismo Segovia.