Calma chicha en el PP

A.M.
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Los populares de Segovia siguen atentos a las indicaciones de la dirección de Madrid ante la llegada del congreso provincial, cuya fecha parece que no variará el actual tsunami político nacional

El secretario autonómico del PP, Francisco Vázquez, junto a la presidenta de Segovia, Paloma Sanz - Foto: Nacho Valverde

De momento el viento del sur está en calma, aunque no se puede ocultar en algunos dirigentes del PP segoviano cierta intranquilidad sobre la última palabra que tendrá la dirección nacional de su partido de cara al congreso provincial, que podría celebrarse hacia finales del mes de mayo, fecha que parece invariable pese a todo el tsunami político que se vive estos días en España.  

Todas las fuentes internas consultadas niegan haber entrado en contacto con Madrid, mientras que lo único que parece más probable, porque lo ha anunciado en diversos foros internos, es la marcha de la actual presidenta, Paloma Sanz. O no, a lo mejor, al final puede que sea la solución menos conflictiva, manteniendo lo que hay, con incorporación de algunas caras nuevas, incluso dejando a alguien de su confianza,  como el coordinador José Mazarías,  aunque parece menos probable.  

La también senadora, que ve el encuentro, incluso, para después del verano,  insiste en su disponibilidad: «Si hay que quedarse, se queda una, ningún problema, veremos lo que quieren, pero aquí no habrá problemas», admite.  A Sanz le gusta hablar de «tranquilidad», aunque se hayan convocado elecciones en Madrid, haya fallado la moción de Murcia, por la marcha atrás de tres exmiembros de Cs, que permanecerán en el Ejecutivo,  o esté pendiente la de Castilla y León, con pocos atisbos de prosperar.  Admite que en el entorno del presidente Fernández Mañueco, con el que se ha visto personalmente, estos días,  no le han transmitido siquiera directrices por si llaman a la puerta militantes de Cs, lo que no se ha producido, aún...  No se descarta, pero de tener peso será más a largo plazo en candidaturas de municipales y autonómicas, en 2023, y nunca en cargos del partido sin pasar antes el purgatorio.

Casado no va a montar conflictos  «no estamos para ello», aseguran algunos militantes,  por lo que creen que Sanz sería «un mal menor»,  pero el reflejo de otras provincias pone de relieve una división clara precongresual, como la que late en Segovia, pero que aún no ha salido a la luz ni ha alcanzado nivel de efervescencia.  No obstante, hay cargos públicos que se cruzan por los pasillos de la sede y no se saludan, todo desde la apuesta de Casado por colocar al frente de la lista municipal de la ciudad a Pablo Pérez, a quien conocía de algunos congresos de las Nuevas Generaciones, pasándose por encima las decisiones que ya se habían tomado. 

De momento, aunque se hayan disipado las partículas de polvo africano en el ambiente, la visibilidad es escasa.  Hay diferentes hipótesis, pero la última palabra la tendrá el secretario general Teodoro García Egea, quien previamente se tiene que quitar de en medio los congresos de Valladolid, parado por la circunstancia personal de su presidente y consejero, Jesús Julio Carnero, ingresado por covid; Palencia y Ávila. Luego ver qué pasa en Zamora o analizar si tiene que montar una gestora en Soria. Va moviendo la ficha por tramos, partido a partido, como Simeone.  García Egea,  que ha tomado fuerza tras la voladura de la moción de Murcia, su tierra, quiere seguir con el proceso de renovación territorial «contando con los mejores» y, ahora, uniendo por la base a PP y Cs. 

Los congresos suelen ir acompañados de movimientos internos. En Salamanca, el presidente provincial y regional, Alfonso Fernández Mañueco, ha encontrado oposición interna encabezada por varios barones, como su portavoz adjunto en el Grupo Popular del Parlamento autonómico, Salvador Cruz.  Sin entrar a valorar su posición, el senador por Segovia, Juan José Sanz Vitorio,  consideró a ‘Salva’ en redes sociales como una de las personas «más válidas y leales» que él conoce.  Alejado de la actual dirección provincial,  es de los más próximos al entorno de Casado –en las primarias, Sanz Vitorio apoyó  a Antonio Silván frente a Fernández Mañueco-, junto al portavoz municipal de la capital, Pablo Pérez. A ninguno se les ha consultado sobre el congreso, al menos es lo que admiten en privado.  

Y ya se debería de estar moviendo algo porque, aunque la aparición de Pérez en escena fue cuestión de segundos, su nombre ya había sido incluido en una encuesta interna.  Ahora parte con el bagaje de haber dado dos duros golpes al gobierno municipal socialista,  con los que ha sacado pecho,  incluso respaldado por Podemos y por Cs, que ya gobierna con el PP en la Diputación, aunque colocarlo en la presidencia del partido supondría reforzarlo como candidato en las próximas, y eso queda más lejos.   

Desde fuera, algún partido, donde también se suele tener información por alguna confesión personal del otro lado,  ve clara la ‘pinza’ entre el presidente de la Diputación Miguel Ángel de Vicente y el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, para que sea el actual secretario provincial, quien dirija los destinos del PP de Segovia. Desde Collado Hermoso, donde De Vicente es alcalde, hasta Sotosalbos, el lugar de residencia del senador electo por Castilla y León, hay 2,5 kilómetros, cinco minutos en coche. Pablo Pérez apoya a De Vicente, se entienden bien desde que éste le coordinó la campaña,  pero el titular de la corporación provinicial asegura que no ha hablado con nadie y descarta que se estén produciendo movimientos. 

De momento Maroto se mantiene de observador, reconocen algunos militantes, también aparenta al menos buena relación con Paloma Sanz,  y luego se encuentra la posición privilegiada del secretario autonómico, Francisco Vázquez, prolijo en ruedas de prensa, en las últimas semanas,  desde un tono agitado,  pero ligeramente apartado de la actividad diaria. Su distanciamiento de Miguel Ángel de Vicente es evidente para algunos, incluso se considera traicionado al verlo enfrente, pero desde la Diputación es quien realmente puede tener poder de convencer a alcaldes  y militantes para que apoyen a la lista que caiga bien en la sede central, puede que para entonces alejada de la calle Génova.

De hecho Paloma Sanz llegó a ser presidenta de carambola, aunque contaba con el apoyo de Vázquez, porque los otros candidatos posibles a batirse en duelo, Miguel Ángel de Vicente y José Luis Sanz Merino, estaban siendo investigados por aquel entonces como consejeros de Caja Segovia,  caso que terminó archivándose judicialmente, pero que en aquel entonces estaba vivo y su final no era previsible, pese a que la Fiscalía nunca presentó cargos.  

En Segovia Maroto mantiene equilibrios, aunque conoce bien el paño y no se olvida el apoyo oficial que recibió Soraya Sáenz de Santamaría frente a Casado, pero solo exterioriza agradecimiento por haberle acogido, cuando fue rechazado en otras comunidades autónomas,  lo que también transmite a Fernández Mañueco.  Educado y discreto, en segundo plano a la hora de tratar asuntos locales, será clave para que el cambio transite sin estridencias.  No se va dejar pelo en la gatera, reconocen algunos militantes, y si transmite un apoyo a Paloma Sanz o a su grupo puede que sea de forma laxa.  

El panorama actual es que muchos de los posibles candidatos a la presidencia provincial, que saldrían de entre algún parlamentario o de liberados de la Diputación,  se miran de reojo entre ellos, no se fía uno de otro,  pero no se postulan, al menos públicamente, otra cosa serían posibles excursiones al pueblo del buen amor, en relación al pasaje del libro del Arcipreste de Hita, del siglo XIV, ‘Sotos Albos’.  A todos les encantaría. 

La estrategia del sur es controlar las direcciones provinciales para terminar interviniendo la autonómica, todo diseñado por García Egea, que algún día tomará el teléfono y comenzará a mover ficha, incluso jugando en tiempo de descuento, eso no sorprende en Segovia,  donde todavía las apariencias al menos marcan la calma antes de la ola,  pero los posibles protagonistas duermen como los cocodrilos, con un ojo abierto.

 

Moción con un tiro en el pie 

Ha habido un tema que ha preocupado más en el PP de Castilla y León, aparte de que Fernández Mañueco haya visto cómo se situaban enfrente varios de sus militantes salmantinos, y es la anunciada moción de censura por el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca,  que necesitaría entre tres diputados de Cs, para conseguir la presidencia,  dos si apoya ‘Por Ávila’,  con dos de Podemos y uno de UPL, hasta sumar los 41 necesarios, pero los de Arrimadas parecen un grupo compacto.  El debate comienza este lunes. De la inquietud, tras lo acaecido en Murcia ha pasado al sosiego, porque, a juzgar por cómo se le ha visto en estos días,  la iniciativa  puede pasar factura a su promotor, que se habría dado un disparo en su propio pie. En su estancia en Segovia, a principios de semana, junto con las fuerzas sociales, apareció preocupado porque, incluso,  le pueden estar buscando sustituto desde Moncloa,  de aquí a seis meses,  a pesar de que fue desde allí de donde partió el visto bueno para que presentara la moción.  En caso de salir adelante sería de difícil justificación para el PSOE haberse servido de procuradores tránsfugas, lo que critican en la región murciana. Fernández Mañueco está siendo hasta ahora respetado en Madrid por ser presidente autonómico,  pero a Casado no le templó el pulso a la hora de abrir un expediente disciplinario,  como presidente del Grupo Popular,  junto al portavoz, Raúl de la Hoz, tras contratar como asesor al exgerente autonómico del partido Pedro Viñarás,  a quien habían cesado desde la dirección nacional.  Si le va mal a Mañueco,  la misma tendencia sufrirán quienes han sido sus incondicionales en Segovia, la actual dirección, incluido Francisco Vázquez, también lleno de inseguridades sobre su futuro político. Y lo saben…