El consejero de fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró hoy que el transporte público por carretera sufrirá una “transformación total” a lo largo de la actual legislatura, con el objetivo de adaptarlo a “la realidad de la Castilla y León del siglo XXI”.
En ese sentido, explicó que el presidente del Gobierno regional, Alfonso Fernández Mañueco, lidera “un proyecto de modernización de la Comunidad” donde una de las líneas de actuación es el transporte. “Las viejas concesiones se van a extinguir y habrá que licitar unas nuevas, y aprovecharemos para adaptar el transporte público rural con el objetivo de conseguir un transporte más moderno, más eficiente y universal, que llegue a todos los núcleos de población, que haga efectivo ese transporte a la demanda genuino de Castilla y León, un transporte compartido y con compromiso medioambiental”, señaló en la clausura la Asamblea General de la Federación Empresarial Castellano Leonesa de Transporte de Autocar (Fecalbus).
En su opinión, el mapa de transporte que está vigente se ideó “de acuerdo con una realidad demográfica y poblacional que es distinta a la actual, de hace treinta años”. “Ahora los núcleos son distintos, hay población donde antes no la había y otros casos no la hay donde antes sí. Los flujos de interés del transporte también son distintos”, explicó.
Tras aplaudir la “flexibilidad” de los empresarios del sector con la Administración y su “compromiso”, “esfuerzo” y “aportaciones” a la nueva Ley de Transporte Público de Viajeros por Carretera, Suárez-Quiñones apuntó que el nuevo mapa del transporte “supondrá un esfuerzo para todos”, si bien podrán concurrir a las licitaciones todas las empresas que así lo deseen y se garantizará que no haya pérdida de empleo sino “asentamiento” de empleo, y que todo vaya “a mejor, fundamentalmente el servicio público de los ciudadanos, porque el transporte público no es solo transporte, es la forma de disfrutar de la sanidad, los servicios sociales, el ocio, las gestiones administrativas y dar igualdad al medio rural se viva donde se viva”.
“Con el nuevo sistema de transporte pretendemos que sea más eficiente económicamente, que no sea tan lineal sino zonal y con determinadas integraciones, las empresas tengan menos déficit, que el servicio sea mejor y que el dinero público invertido sea menor”, explicó si bien reconoció que probablemente esto último no lo consigan, y contemplan la posibilidad de “tener que poner más dinero público para brindar más prestaciones para que el transporte sea más universal, prácticamente gratuito en el medio rural para los mayores y para los jóvenes”.
“Las empresas saben que la administración va a estar ahí, el transporte público no es una cuestión empresarial privada, es una cuestión de interés público, y por tanto apoyaremos la financiación para que las cuentas salgan y no haya merma en los servicios”, resumió.
Por su parte, el presidente de Fecalbus, Gerardo Salgado, explicó que la edad media de la flota de vehículos existentes en Castilla y León ronda los ocho o nueve años y están “bastante avanzados en la menor emisión posible” de gases contaminantes a la atmósfera. Actualmente, según apuntó, operan en la comunidad en torno a 600 empresas, con una flota conjunta que ronda los 2.500 vehículos. “Diariamente la Junta se vuelca con el sector y con los ciudadanos, porque nuestro principal objetivo es dar servicio al ciudadano, no que las empresas ganen más o menos dinero”, añadió.
En su opinión, la próxima licitación de servicios que convocará la Junta será “un examen” que los empresarios del sector deberán superar para seguir prestando su servicio. “Los trabajadores tienen una subrogación del personal y tendrán garantizados sus puestos cambie el titular de la empresa o no, pero nuestra prioridad es estar al día, tratar de incorporar las nuevas tecnologías y digitalizarnos, contener los gastos para ser lo más eficientes posibles y conseguir ganar la licitación”, abundó.
Para Salgado, la reordenación del mapa de transportes es “una necesidad” en Castilla y León, ya que el sector “arrastra ciertas tendencias desde hace cincuenta años”. “Es preciso reorganizar lo que tenemos ahora mismo para ofrecer un mejor servicio. La Administración y nosotros mismos tenemos que ser capaces de encontrar el equilibrio y satisfacer las necesidades del sector”, concluyó.