Un cementerio lleno de 'ilustres' moradores

Agencias
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Franco compartirá camposanto con miembros de sus gobiernos, como Carrero Blanco, con el dictador dominicano Trujillo o con el jurista Francisco Tomás y Valiente, asesinado por ETA

Un cementerio lleno de ‘ilustres’ moradores - Foto: SUSANA VERA

Los restos del dictador Francisco Franco compartirán cementerio a partir de hoy con destacados dirigentes de su régimen, como sus dos últimos presidentes del Gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco, asesinado por ETA en 1973, y Carlos Arias Navarro, que fue, precisamente, quien anunció la muerte del caudillo el 20 de noviembre de 1975. 

El camposanto de Mingorrubio, que se levantó en 1962, se encuentra próximo a la colonia de viviendas del mismo nombre que la dictadura levantó para la guardia del entonces jefe del Estado, que residía en el Palacio de El Pardo, a dos kilómetros de distancia de este enclave situado en uno de los confines de Madrid, rodeado de un bucólico paraje del monte de El Pardo frecuentado por senderistas y ciclistas.

Este lugar de enterramiento, como recuerda Gabino Abánades, que fue director de los servicios funerarios de Madrid, se proyectó, para dar reposo a los difuntos de El Pardo, una población vinculada a la Monarquía desde su fundación como quinta de caza del rey Enrique III de Castilla en 1405. De titularidad municipal, en sus 19.472 metros cuadrados de superficie destaca la concentración de tumbas de personalidades vinculadas a la dictadura de Franco. Además de Carrero Blanco y Arias Navarro, allí están enterrados también ministros del régimen como Demetrio Carceller, Pablo Martín Alonso, Nemesio Fernández Cuesta, Pedro Nieto Antúnez o el militar Félix Álvarez- Arenas Pacheco, que asumió la cartera del Ejército en el primer Gobierno tras la muerte de dictador.

Franco compartirá lugar de descanso eterno con otro generalísimo, Rafael Leónidas Trujillo, que ya se hacía llamar así cuando alcanzó el poder de República Dominicana en 1930. Este dictador caribeño, que dejó decenas de miles de muertos durante sus tres décadas en el poder de su país, fue asesinado en una emboscada en 1961, y su cadáver cruzó el Atlántico, sepultado un tiempo en el cementerio parisino de Père Lachaise, hasta que acabó panteón familiar de Mingorrubio.

Familias poderosas

El transcurso de la Historia de España posterior a la dictadura se manifiesta entre las lápidas, nichos y panteones de este camposando, donde se encuentran las sepulturas de nombres relevantes de la Transición como Guillermo Quintana Lacaci, militar de procedencia franquista que el 23 de febrero de 1981, siendo capitán general de Madrid, se opuso a la intentona de Golpe de estado. Murió asesinado por ETA tres años después. 

Pistoleros de la banda terrorista también acabaron en 1996 con la vida del jurista Francisco Tomás y Valiente, que fue presidente del Tribunal Constitucional y está enterrado en Mingorrubio, así como Francisco Fernández Ordónez, ministro en los gobiernos de Adolfo Suárez y en el primero del socialista Felipe González. 

Abánades destaca del pequeño cementerio de Mingorrubio su número de panteones, «casi tantos como la Almudena», apunta en referencia al gran cementerio de Madrid. Algunos pertenecen a poderosas familias españolas como los Fierro, López Madrid, Alcocer o Cortina. Y los Franco. En su gran panteón con capilla yace Carmen Polo, la esposa del dictador, en una sepultura frente a la que espera al hombre que gobernó España desde 1939 hasta su muerte en 1975.