Entre los títulos más conocidos de la escritora sueca Astrid Lindgren (autora de la popularísima Pippi Calzaslargas), Ronja, La hija del bandolero (1981) fue adaptado al séptimo arte muy pronto, en 1984, por el cineasta sueco Tage Danielsson, que mostró una gran sensibilidad con este tipo de producciones de animación. 

La versión, que también está disponible en Movistar +, sale ahora al mercado en una cuidadísma edición de Cameo. Se trata de la composición que afrontara en 2014 el Estudio Ghibli, de la mano de Goro Miyazaki, hijo del maestro de la animación japonesa Hayao Miyazaki, y que supuso la primera serie de animación en tres dimensiones de este equipo.

El relato se presenta a través de 23 capítulos que no solo destacan por la manera en que traducen de un modo sensorial la relación de la niña protagonista con la Naturaleza (el mensaje ecologista y la reivindicación de la libertad en la infancia son esenciales en el cuento), sino también la capacidad del estudio por hacer suyos los elementos fantásticos originales (arpías y enanos) que, por otra parte, parecían diseñadas a su medida.

La historia gira en torno a Ronja, la hija única de Mattis, jefe de una tribu de bandidos que vive en un gran castillo en el bosque. Allí, la muchacha estudia las misteriosas criaturas que viven en el bosque. Después de un parto complicado, la niña nace, demostrando desde ese mismo momento su carácter luchador. Al cumplir 10 años, su padre le concede el permiso para que pueda salir un día del castillo y explore el bosque con todos sus secretos. 

En una de sus incursiones, la pequeña se encuentra con Birk, el hijo de Borka, la banda de ladrones enemiga del clan de Mattis. Ambos niños se hacen amigos y comparten juntos multitud de aventuras. Pero debido a la disputa entre sus familias se verán obligados a mantener su amistad en el más absoluto secreto.

Esta es, además, la primera y única serie de animación producida por el emblemático Studio Ghibli, responsable de grandes clásicos japoneses de este género como La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro, entre otros muchos trabajos. 

La productora Polygon Pictures ha trabajado las partes de animación digital. Hiroyuki Kawasaki se encargó de adaptar el guion al anime y Katsuya Kondo de los diseños de los personajes. Este mismo año, esta ficción fue premiada en los Emmy Kids Awards en la categoría de Mejor Producción Animada Infantil.

recuerdos. Sin duda, lo mejor de Ronja es que devuelve al espectador a los recuerdos de la infancia, con todas esas increíbles aventuras como la búsqueda de un amigo que le acompañe, y donde la familia juega un rol importante siempre. De hecho, son los aspectos que mejor están llevados y que constantemente más brillan. 

En definitiva, se trata de una historia sencilla llena de humor y con toques fantásticos, que nos habla de la amistad, de la importancia del núcleo familiar donde una persona se cría, y de la naturaleza, primordialmente, a la que da un valor vital en cada escena que muestra.

Su delicada y absorbente trama está pensada para gustar a niños y adultos por igual, y mantendrá al espectador deseoso de ver el siguiente episodio. Merece la pena dedicar los 22 minutos que dura cada uno de sus episodios, que se pasarán como un suspiro y, donde los más mayores gozarán recordando sus vivencias infantiles de una manera muy cercana.