Sin reservas para Semana Santa

Nacho Sáez
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Los hoteles y alojamientos rurales de Segovia creen que el turismo de Castilla y León no paliará en las próximas vacaciones los efectos de los cierres perimetrales.

Una empleada de limpieza prepara una habitación de hotel en Segovia. - Foto: Rosa Blanco

La imagen de los últimos fines de semana con las terrazas de los bares y restaurantes llenas contrasta con la de los hoteles, presa de los desolación que se ha adueñado desde hace un año de sus recepciones, sus zonas comunes y sus habitaciones. El último verano dejó que volviera a entrar el sol pero, a la espera de que regrese el estío, no hay desescalada que valga para estos negocios. A falta de quince días todavía, tienen asumido ya que la Semana Santa será casi en blanco para ellos.

El vicepresidente de la Asociación de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse), Enrique Cañada, cifra en un veinte por ciento las reservas recibidas hasta el momento para ese periodo. «Un hotel no es viable hasta un cincuenta por ciento de ocupación», recuerda. El cierre perimetral decretado por el Consejo Interterritorial de Salud para todas las Comunidades Autónomas, incluida Madrid, ha acabado con las posibilidades de que recalara algún despistado. Tampoco la libre movilidad entre provincias de Castilla y León contribuye a paliar lo suficiente la parálisis en la actividad hotelera. «Si el fin de semana viene con buen tiempo se alegra un poquito, pero ese cliente de Castilla y León viene a pasar el día y muchos se vuelven para su casa», apunta Cañada, quien regenta los hoteles Infanta Isabel y Real Segovia.

Sin reservas para Semana SantaSin reservas para Semana Santa

La situación del sector es límite. La Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística revela que en este pasado  enero, por ejemplo, el porcentaje de viajeros que pernoctaron en la provincia cayó un 92 por ciento respecto al mismo mes de 2020, aún libre del coronavirus. Los 41.276 que se registraron en términos absolutos en abril de 2019, gracias en  buena medida a la Semana Santa, se han convertido en un sueño inalcanzable a día de hoy. 

«El verano fue bueno, se vio que la gente tenía ganas de moverse, se trabajó bien con todas las medidas sanitarias y esperamos que a partir de mayo nos dejen trabajar porque ya estamos desesperados. Es mucha gente la que está en sus casas y tenemos ganas de volver», subraya el vicepresidente de Hotuse. En Segovia menos de una decena de hoteles se encuentran abiertos. «Los que no requieren mucho personal, hostales, los que tienen la recepción informatizada…», señala el propio Cañada, que llama la atención sobre un problema añadido que se ha sumado a los que ya arrastraban. «Después de un año parados, hay instalaciones como calderas o aires acondicionados en los que tenemos que hacer mantenimientos fuertes. Hemos pedido ayuda para hacerlos».

Mientras observan cómo la situación es diametralmente opuesta al otro lado de la sierra. «Tengo amigos con establecimientos hoteleros en la sierra y dicen que están encantados porque tienen una demanda como nunca Guadarrama, El Escorial, Navacerrada… Todo eso está a tope con una antelación de reserva además de dos semanas. Nosotros muy a última hora, clientes de Castilla y León y alguno local por apoyar», remacha Cañada.

MADRID. Ni siquiera los alojamientos rurales ven la luz al final del túnel a pesar del auge del turismo de naturaleza. «Lo que ocurre es que en Castilla y León hay muchísima más oferta que demanda [de alojamientos rurales]», asevera el nuevo presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia (Aturacse). También en su caso pasa factura los efectos del cierre perimetral respecto a Madrid. «El 95 por ciento de nuestros turistas rurales son de Madrid. Mientras esté cerrado no tenemos nada que hacer», abunda.

La sangría de reservas perdidas también ha sido brutal para los alojamientos rurales, tal y como revela la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE. En 2019 recibieron en la provincia de Segovia 120.918 viajeros mientras que en 2020, 47.816. «Si con el calor el virus se atenúa y hay más gente vacunada, se supone que en verano tiene que ir bien. Pero hasta mayo no contamos con nada», reconoce el máximo responsable de Aturacse. Quieren negociar con la Diputación la posibilidad de reeditar los descuentos que ofrecieron el pasado verano: «Sería conveniente y estoy pendiente de a ver si lo volvemos a retomar. Pero que no se saquen en junio o julio porque las reservas ya se han hecho antes. Se tiene que hacer antes de que se produzcan las reservas». Aturacse también reclama claridad con los aforos. «No se acaban de aclarar si el límite son cuatro personas, si es un núcleo conviviente… Cada uno interpresta una cosa Cuando acabe el cierre perimetral, habrá que ver dónde se fijan los límites de aforo, que esa es otra batalla», concluye Otero.