Suben los delitos tras caer hasta un 60% en el confinamiento

D. A.
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Segovia fue la segunda provincia del país donde más bajaron los asaltos a viviendas o establecimientos u otras instalaciones de enero a junio, aunque poco a poco van subiendo casi todos los delitos. Proliferan las ciberestafas y falsas denuncias

Imagen de archivo de la puerta de un domicilio forzada por un robo.

La crisis sanitaria ha reducido la criminalidad a unos niveles inéditos en prácticamente toda España y Segovia no fue una excepción. Sobre todo durante los meses de Alarma y confinamiento, claro, aunque poco a poco van subiendo desde finales de junio. 

Sin aglomeraciones en la calle, la exposición al hurto baja. Con los ciudadanos pasando más tiempo que nunca en sus casas, con ‘policías de balcón’ y muchos más controles en las carreteras, son también más los cacos que se han visto obligados a esperar tiempos más propicios para delinquir, si bien han subido las ciberestafas y otro tipo de delitos en la Red, coincidiendo con una época de fuerte aumento de la demanda de internet. Y Segovia se ha beneficiado especialmente hasta situarse como la segunda provincia de España donde más bajaron los robos con fuerza y la séptima por los que se produjeron concretamente en viviendas.

Los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio del Interior corresponden a la primera mitad del año, tiempo en el que en Segovia se contabilizaron 90 robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, frente a 167 y 190 en esos mismos periodos de 2019 y 2018. Un descenso interanual del 46,1% que sólo mejora Álava (62,1) y que se queda ligeramente por delante de Teruel (45,6), Melilla (44,6), Vizcaya (43,6) o Castellón (41,6). El descenso fue generalizado en casi todo el país y a nivel nacional alcanzó el 31,1%, aunque siempre hay alguna excepción, como fueron en este caso las de Jaén y Cáceres, con incrementos de un 10,6 y de un 12,1%, respectivamente.

Los hurtos bajaron casi un 70% en Segovia durante el segundo trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año pasado.Los hurtos bajaron casi un 70% en Segovia durante el segundo trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del año pasado.

De los 90 robos con fuerza registrados en Segovia durante la primera mitad del año, lógicamente destacan las bajas cifras registradas entre abril y junio con ‘sólo’ 28 delitos de este tipo, apenas un tercio de los que se contabilizaron en ese segundo trimestre del año pasado (81) o del anterior (68). 

Los robos con fuerza en viviendas, concretamente, bajaron un 42,7% durante el primer semestre al pasar de 110 a 63 en Segovia, porcentaje que sólo fue más elevado en Álava (66,7%), Castellón (48,6), Ceuta (44,4), Madrid (44,3), Teruel (43,8) y Vizcaya (42,9), mientras la media nacional alcanzaba un descenso del 31,9% y las excepciones las marcaban en este ámbito Badajoz (5,9) y, sobre todo, una vez más Jaén (15,5%), únicas provincias donde subieron estos delitos. Entre marzo y junio sólo se registraron 20 en Segovia, de nuevo apenas un tercio de los que hubo en esos tres meses de 2019 (52) o de 2020 (58). 

También los hurtos bajaron de forma clara en la provincia, un 39,3% de enero a junio de este año en comparación con esos meses del anterior (243 frente a 400), aunque el descenso medio a nivel nacional fue todavía mayor, del 44,7%. Y de nuevo destaca especialmente lo ocurrido en el segundo trimestre, con un desplome del 69% (de 229 a 70).

El descenso de los delitos de tráfico de drogas en Segovia fue fuerte también, pero conviene leer estos datos con especial cautela porque, tratándose de cifras pequeñas en el caso de Segovia, los porcentajes de disparan. De enero a junio de 2019 se contabilizaron 22 delitos de este tipo y en esos mismos meses de 2020 sólo 6 (-72,7%), mientras a nivel nacional subían un 0,7%. No obstante, ese aumento progresivo de la criminalidad que se percibe desde el fin del primer Estado de Alarma se ha notado de manera importante en la cantidad de operaciones antidroga que han llevado a cabo la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía en la provincia, al menos una docena en los seis últimos meses.

Las detenciones por robos con fuerza, en cambio, han escaseado en el primer semestre, igual que lo hicieron los propios delitos de robo. De hecho, aunque la cifra total está por conocerse cuando se publiquen los datos, esta semana las autoridades emitían uno de los pocos comunicados de este año para informar de detenidos por robos con fuerza en Segovia, después de que la Guardia Civil desarticulara una banda que había asaltado estancos y bares tanto de esta provincia como de Valladolid, Burgos, Soria, Cuenca, Cáceres y Madrid.

Por lo demás, el balance de criminalidad de Interior detalla hasta diez tipos de delitos, pero en Segovia sólo se perciben variaciones significativas en los ya citados de robos con fuerza, hurtos y drogas. En los primeros seis meses de este año se tuvo conocimiento por ejemplo de 11 sustracciones de vehículos, una menos que en el mismo periodo de 2019; siete robos con violencia e intimidación, tres menos; 11 delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, tres menos; 13 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, uno menos; y ninguna agresión sexual con penetración, ningún secuestro, ningún homicidio consumado o en grado de tentativa… Eso sí, sin olvidar que estos datos corresponden a la primera mitad del año, ya que pasado ese periodo, ya en agosto, fue cuando se registró la muerte de una mujer apuñalada por su pareja en La Granja, o la de un hombre también apuñalado en una casa ocupada en el barrio segoviano de San Millán.

En total se contabilizaron 1.752 infracciones penales en Segovia durante el primer semestre, un 19,1% menos (-414) que en ese periodo de 2019 (2.166), mientras el porcentaje a nivel nacional alcanzaba el 24,8%.

Fuentes de la Guardia Civil de Segovia constatan ese descenso de la criminalidad durante el primer semestre del año en la provincia, igual que también han percibido un aumento progresivo, hacia niveles más próximos a los habituales en condiciones normales, aunque sin llegar a alcanzarlos, según se iba recuperando movilidad tras decaer el primer Estado de Alarma. También ha coincidido que los agentes del Instituto Armado tuvieron que ocuparse en primavera de labores nada habituales como llevar medicamentos a personas mayores a sus casas, pasarse para ver qué tal estaban quienes viven solos sobre todo en pueblos pequeños, velar por el cumplimiento de las medidas anticovid durante toda la crisis sanitaria… No fue fácil alternar tareas extra con operaciones en curso durante el Estado de Alarma que se han terminado resolviendo en los meses posteriores, de ahí también posiblemente el aumento de las operaciones antidroga. Pero los delincuentes lo han tenido difícil igualmente para campar como habrían querido y podrían haber hecho en otro tiempo porque, lo que es en este, con tanto control y con una colaboración ciudadana especialmente intensa, pasar desapercibido durante y después de la comisión de un delito se antoja especialmente complicado.

Estafas y falsas denuncias. Otra cuestión es la de los delitos informáticos, que sí continúan en aumento, coincidiendo con una época de más demanda de conectividad por el teletrabajo y, en general, por unas rutinas de vida mucho más sedentarias de lo habitual que también se han prestado más a las compras por internet.

«Las ciberestafas son cada vez más sofisticadas y nadie está fuera de peligro», advierte la Guardia Civil de Segovia. Las más frecuentes: el phising (obtención fraudulenta de contraseñas bancarias con el fin de transferir dinero a otra cuenta) y el carding (copiado de tarjetas de crédito de la víctima para realizar posteriormente una adquisición de bienes con estas).

«Desde que se decretó el Estado de Alarma se ha producido un aumento notable en las denuncias relacionadas con delitos de estafa a través de internet debido a que las compras por este medio se han multiplicado», confirman desde el Instituto Armado. «Los ciberdelincuentes han conseguido adaptar sus ataques a la situación, favorecidos por factores como la alta demanda de ciertos productos, la disminución de la movilidad, el confinamiento de los ciudadanos y el aumento del teletrabajo, dependiendo sobre todo de las tecnologías, lo que hace que ciertas actividades delictivas sean desplazadas al ámbito digital».

No obstante, cierto es que no sólo han aumentado los ciberdelitos más habituales, sino también las falsas denuncias sobre estafas informáticas. Este mismo mes, sin ir más lejos, la Guardia Civil de Segovia informaba de dos personas investigadas por haber interpuesto sendas denuncias falsas por supuestos cargos indebidos realizados en sus cuentas que, finalmente, se descubrieron que habían sido realizados por ellos mismos como contratantes de distintos servicios. 

La Policía Nacional, por su parte, advertía el 9 de octubre de un aumento de las denuncias por parte de comercios y otro tipo de empresas de Segovia que, en las últimas semanas, habían sido víctimas de estafas sobre falsos envíos que se les notificaban por teléfono y por los que se les instaba a pagar cantidades que oscilaban entre los 500 y los 3.000 euros. Delitos en los que los denunciantes coincidían en percibir acento mejicano en los estafadores.

Por lo demás la delincuencia no ha cambiado en exceso, al menos, en lo que se refiere a los tipos de delitos más comunes, con la excepción de los informáticos y las estafas citadas. Simplemente ha habido menos porque se piensa que algo han podido ‘hibernar’ los cacos, igual que el resto de la población. Y aunque se ha ido reactivando durante el verano, está por verse cómo le afecta el otoño y el invierno en el tiempo que queda de esta tristemente histórica crisis sanitaria.