«Van 239 días desde que la OMS declaró la pandemia, 235 desde que se declaró el Estado de Alarma en España, 115 días desde que finalizó, pero también es verdad que ya son casi dos meses incrementándose la incidencia de una manera preocupante». Así iniciaba el jueves la consejera de Sanidad, Verónica Casado, su enésima comparecencia en rueda de prensa desde que empezó una crisis sanitaria cuyo final todavía no se intuye precisamente en un horizonte cercano. Antes al contrario, porque los peores efectos de la segunda oleada estarían por llegar, de tal modo que el repunte iniciado a mediados de agosto se teme que no haya sido más que un preaviso. 

En el caso concreto de Segovia, lo cierto es que si no fuera por los brotes de Nava de la Asunción y Riaza, la incidencia actual del virus sería inferior a la de septiembre. De hecho, aun asumiendo la realidad de esos focos, la incidencia actual es alta y tiende de nuevo al alza después de cuatro semanas contenida, pero todavía de manera leve.

Sin embargo, bien puede preocupar cómo ese ligero aumento ya ha elevado de forma notable la presión asistencial y la mortalidad. En el hospital de Segovia se alcanzaba un primer pico de ingresados con covid en esta etapa de desgraciada ‘nueva normalidad’ el lunes 5 de octubre con 24 pacientes en planta y 3 en la UCI. Entre altas, bajas y defunciones, esas cifras se mantuvieron hasta el pasado domingo, jornada en la que se contabilizaban 26 hospitalizados (22 y 4), pero desde entonces casi se han duplicado y este jueves ya eran 39 en planta tras haberse registrado hasta 12 ingresos entre el martes y miércoles, a razón de 6 por día. En la UCI han seguido en cifras habituales, con 3 este jueves, pero coincidiendo con que el aumento de la presión asistencial se ha visto moderado del modo más trágico, al haberse registrado hasta cuatro muertes de pacientes con covid en este centro en un intervalo de cuatro días por primera vez desde finales de abril.

La mortalidad es precisamente el otro parámetro más preocupante, después de que Sanidad haya notificado hasta ocho fallecimientos en el hospital segoviano entre el 1 y el 15 de octubre, si bien el primero lo notificó el mismo día 1 y en realidad esa muerte se registró el día anterior (los datos de actividad hospitalaria que se facilitan a diario se cierran a las 20.00 horas de la jornada previa). En cualquier caso, independientemente de que se tomen como referencia las notificaciones de Sanidad o las fechas exactas de defunción, octubre ya es el mes con más fallecidos con covid-19 en el hospital de Segovia desde que en mayo se contabilizaran 9, sólo uno más de los notificados este mes que aún tiene toda la segunda quincena por delante. Septiembre, además, había marcado el nivel más bajo de mortalidad, con sólo tres muertes notificadas en el hospital (cuatro si se cuenta la que se notificó el 1 de octubre por un fallecimiento el día anterior).

Cierto es que también en el incremento de estos parámetros, presión asistencial y mortalidad, el brote de Riaza ha sido clave. De los 42 pacientes que permanecían ingresados en el hospital este jueves, 9 son de la residencia de ese municipio afectada por un foco que ya contabiliza 115 infectados y 248 contactos en estudio, incluyendo en esas cifras personas ajenas al centro (más información en la página 8). Y además, cuatro de los ocho fallecidos notificados por Sanidad este mes eran de la residencia, según fuentes de la Gerencia de Asistencia Sanitaria, que añaden que otros dos usuarios con covid-19 fallecieron en estos días sin llegar a ser trasladados al hospital. Es decir, que a los ocho decesos notificados por Sanidad entre el 1 y el 15 de octubre con sus partes diarios, donde informa de muertes dentro del hospital, aún habría que sumar estas dos, elevándose a seis los usuarios fallecidos de la residencia de Riaza, mientras los otros cuatro eran pacientes que no tenían nada que ver con residencias ni con ese brote.

Incidencia acumulada. Volviendo al análisis de la incidencia acumulada de nuevos casos y su tendencia, Segovia ve cómo aumenta de nuevo tras cuatro semanas contenida. Después de que en las dos últimas de agosto se notificaran 181 y 239 casos, marcando así el inicio del repunte, del 31 de agosto al 6 de septiembre bajaron a 198 y del 7 al 13 se sufrió un pico semanal de 368 casos. Posteriormente se encadenaron cuatro semanas con una incidencia que, sin ser baja, al menos fue inferior y descendente: 267, 268, 255 y 244 casos, respectivamente. Pero en estos días se está viviendo otro repunte, aunque no deja de ser menor (al menos por ahora) que el sufrido del 7 al 13 de septiembre. Si se sumaran por ejemplo los casos de los últimos siete días contando hasta este jueves, salen 281, aunque Sanidad evalúa semanas naturales.

Tomando también de referencia el llamado índice de reproducción del virus, que representa el número de personas que son contagiadas por cada infectada, la consejera de Sanidad apuntaba el jueves que el de Segovia estaba en 1,13, cinco centésimas por encima de la media de Castilla y León (1,09). Si esta cifra está por encima de 1, significa que el virus está en expansión. El de Valladolid señaló que era el único de la Comunidad con un índice inferior a 1 (en concreto 0,89), y a continuación Ávila (1,03), Palencia (1,06), Burgos (1,09), Zamora (1,09), Segovia (con el ya citado 1,13), León (1,17), Salamanca (1,24) y Soria (1,28).

No obstante, si se analizan las tasas de incidencia acumulada (positivos notificados en 7 o 14 días) en las capitales de provincia de la Comunidad, en todas es alta, si bien la de Segovia sería la segunda más baja, de nuevo según datos facilitados el jueves por la consejera. Con Soria por delante con una tasa de 167,52 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, y a continuación Segovia con 255,45, en mejor situación (o menos mala) que Zamora (306,16), Burgos (412), Valladolid (437,6), Ávila (455,46), Salamanca (504,06), León (594,52) y Palencia (631,28). 

Conviene no olvidar que este es uno de los indicadores por los que se determina si una población es sometida a restricciones como el confinamiento perimetral, y en esas circunstancias están desde hace días León o Palencia, al tiempo que la Junta ya decretaba el jueves la extensión de tales medidas a Salamanca desde este sábado. A nivel nacional es también uno de los tres indicadores que se evalúan para aplicar los confinamientos de ciudades de más de 100.000 habitantes y el umbral se fijó en 500 casos en 14 días (junto a una ocupación UCIpor encima del 35% y una tasa de pruebas positivas a partir del 10%), así que Segovia estaría en poco más de la mitad de esa cifra. La Consejería de Sanidad, que ya viene aplicando ese indicador también en poblaciones más pequeñas, sólo levanta tales restricciones cuando la localidad afectada baja de 250 casos, y Segovia sí que está ya por encima de ese umbral mínimo.

Entrando al análisis concreto por zonas básicas de salud, en la capital es la de Segovia II (centro de salud de La Albuera) la que presenta las cifras más altas con una incidencia de 54 nuevos casos en 14 días que arrojan una tasa de 18,77 por cada 10.000 tarjetas sanitarias y que además ha ido al alza. La incidencia en la zona del centro de Salud de Santo Tomás se mantiene (42 y 19,12) y en la de San Lorenzo baja (42 y 27,02).

En total, de las 16 zonas básicas de salud de la provincia, la incidencia baja en cinco: Segovia III (San Lorenzo), Villacastín, Fuentesaúco, Cuéllar y Riaza, aunque sigue preocupando la situación de estas dos últimas, por un brote entre temporeros en Chañe y por el ya citado que afecta a una residencia. No en vano, el de Riaza contabilizaba este jueves 107 casos acumulados en 14 días que equivalen a 178,04 por cada 10.000 tarjetas sanitarias. Llevada esa tasa a una proporción por cada 100.000 habitantes, superaría los 1.800 casos (para hacer el cómputo debe tenerse en cuenta que hay menos tarjetas que habitantes), pero el hecho de que Sanidad haya podido definir la trazabilidad de este brote para asegurar la ausencia de transmisión comunitaria (contagios no controlados) ha evitado el confinamiento hasta la fecha.

En cuanto al resto de zonas, la incidencia se mantiene en Segovia I (Santo Tomás) y sube en 10 de las 16: Segovia Rural, Segovia II (La Albuera), San Ildefonso, El Espinar, Sacramenia, Sepúlveda, Navafría, Cantalejo, Carbonero y Nava. «Hay un leve aumento de casos, es indudable», confirma el jefe del Servicio Territorial de Sanidad, César Montarelo, y «en parte está motivado por los brotes de Nava y Riaza». «En una provincia como la nuestra, dos brotes disparan los datos», así que toca analizar el aumento con cautela. Pero sin bajar la guardia porque, según los expertos, la segunda oleada apenas ha empezado, quedan muchos meses de batalla contra el virus por delante y en Segovia, la mera entrada del virus en una sola residencia, ya ha contribuido a elevar las hospitalizaciones, elevar la mortalidad y recordar la letalidad de este virus, sobre todo, cuando ataca a personas mayores o con patologías previas.