Después de muchos trabajos previos han comenzado las obras de conservación de la capilla de Santo Tomé en la plaza del mismo nombre. La empresa vallisoletana Técnicas para la Restauración y Construcciones S.A es la encargada de realizar las obras con un importe de adjudicación de 136.759,84 euros con cargo a los FEDER a través de la Consejería de Turismo y Cultura de la Junta y con la colaboración del Obispado de Segovia.

Los trabajos se van a centrar sobre todo en la eliminación de las humedades que tiene el templo. Según han explicado los técnicos durante la primera visita a la obra, el edificio anexo vierte las aguas sobre el tejado del templo y la deteriorada impermeabilización entre ambos edificios está provocando que el agua caiga sobre un sepulcro mudéjar de importante valor que se encuentra en el interior y que se está deteriorando. 

El plazo previsto de ejecución de la obra se estima en seis meses para levantar la cubierta, aislar e impermeabilizarlo. También se va a actuar sobre las cubiertas de la sacristía y el camarín mejorando las estructuras y sustituyendo las maderas necesarias. En la fachada principal del templo se eliminarán las humedades existentes, picando la pared hasta unos dos metros de altura y dejando la piedra vista. El objetivo de estos trabajos es poner en valor el templo y la zona, ya que además se va a intervenir en los accesos adaptando las aceras a la normativa vigente. 

Estos trabajos corresponden a una primera fase de actuación ya que también se han realizado unos estudios para actuar sobre las pinturas en el interior del templo y los arcos que cuentan con decoración de época gótica. El origen del templo se remonta al siglo XIII, aunque ya es citada en un documento de 1272 por lo que es posible que su construcción fuera incluso del S.XII. Estos trabajos contribuyen a seguir conservando el importante patrimonio de la villa. El próximo año se espera que pueda llevarse a cabo la restauración de la iglesia de Santa María de la Cuesta.