Otra muerte en el Embudo

Cristina Sancho / Cuéllar
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Un toro rezagado mata a J.A.A.G. en el último de los encierros · Asistía al festejo como público, detrás de un muro en la peligrosa zona del Emburdo, cuando la res lo cogió por el cuello y el tórax

Otra muerte en el Embudo

Tristeza es la tónica dominante en el cierre de las fiestas de Cuéllar. El último encierro protagonizado por los novillos de Simón Caminero ha dejado un fallecido por asta de toro en la zona de El Embudo. El sexto de los astados bajaba solo y con dificultades para ser controlado por los caballistas cuando se dirigió a la tapia de un corral cercano donde es habitual que el público se situé en lo alto. Los momentos de tensión y nerviosismo han hecho que varios espectadores se cayeran del muro con la mala suerte de que el astado se haya fijado en J.A.A.G de 61 años propinándole varias cornadas en tórax y  cuello «incompatibles con la vida», según ha señalado el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile.

Este vecino de Cuéllar, soltero y sin hijos, era conocido en la localidad donde la noticia se ha sentido especialmente. Las caras de preocupación se han dejado notar desde el primer momento ya que en la zona se encontraban caballistas y otras personas a pie que han presenciado lo sucedido y se mostraban alarmados por lo vivido. En un primero momento, el fallecido ha sido rescatado en un vehículo todo terreno y trasladado a una ambulancia fuera del recorrido ya que el novillo seguía por la zona. A pesar de la rápida intervención, el personal sanitario no ha podido hacer nada por salvarle la vida y llegaba cadáver a la enfermería de la plaza de toros. Hasta el coso taurino se ha trasladado el juez de Cuéllar y miembros del Instituto de Medicina Legal de Segovia para proceder al levantamiento del cadáver.

La zona en la que se ha producido el fatal desenlace se encuentra antes de la entrada al recorrido urbano. Conocida como ‘El Embudo’ es un espacio en el que a través de cartelería y megafonía se indica que ‘No es apto para el público’. Desde el equipo de gobierno han querido expresar sus condolencias a la familia y a los vecinos por esta trágica noticia. Por este motivo se suspendía el encierro de promoción y posteriormente en la ‘Tronadera y Baile de Rueda’ se guardaba un minuto de silencio, así como en el festejo taurino de tarde y en el desfile de peñas. El Ayuntamiento decretaba tres días de luto oficial y las banderas del Consistorio ondean a media asta. El funeral tendrá lugar en la tarde del viernes en la iglesia de la localidad y el enterramiento acto seguido en el cementerio municipal.

Desgraciadamente Cuéllar se ha vuelto a teñir de luto en sus encierros. El último incidente de estas características se produjo en 2015. Hace cuatro años, el 30 de agosto de 2015 un vecino de Guipúzcoa también fallecía en el encierro de la villa que en esa jornada se celebraba en domingo. En aquel día, el desagradable suceso también se producía en la zona de El Embudo, al inicio de las primeras construcciones existentes. En la historia de los encierros también ha habido que lamentar otros fallecimientos de vecinos de la localidad en las últimas décadas.

El último encierro de las fiestas ha resultado muy complicado y  peligroso desde la salida de los corrales del río Cega donde dos novillos se lanzaban hacia el lado derecho y otro hacia el lado izquierdo. Afortunadamente la rápida intervención de los caballistas ha servido para unificar la manada y lamentar males mayores. El trascurso por el recorrido del pinar y por el campo ha sido rápido y disgregado hasta la zona de ‘Las Máquinas’. Una vez cruzada la carretera de Cantalejo, tres novillos pasaban por el primer túnel de la autovía y otros tres por el segundo. En todo momento uno de los astados, el número 10 que ha sido el que ha costado la vida al vecino cuellarano, ya venía dando problemas durante todo el recorrido. 

A las 9.03 horas, media hora antes de lo previsto, llegaba a la zona de El Embudo el primer grupo con tres novillos y varios mansos, minutos más tarde entraban otros dos novillos y el sexto más rezagado e imposible de controlar por los caballistas bajaba con fuerza y tras varias arrancadas se lanzaba hacia la zona del corral donde corneaba al vecino cuellarano. Finalmente el animal entraba en el recorrido urbano arremetiendo fuertemente contra las primeras talanqueras metálicas de El Embudo, enfilaba por la calle Resina y en la calle Parra caía desfondado teniendo que ser anestesiado y retirado por un camión municipal. En el último encierro también ha habido que lamentar dos heridos por contusiones y un caballista.