Que el 2021 de Sergio Ramos es un completo misterio (con tintes de tragedia) lo corrobora el hecho de que fuese sustituido en el descanso del pasado encuentro copero ante el Feignies-Aulnoye, de la quinta división francesa. «Darle 45 minutos era perfecto para empezar a construir algo», aseguró Pochettino después del partido (3-0). Sin embargo, nada se construyó: según apuntaban desde París, el camero podría caerse de la convocatoria del Paris Saint-Germain para el último encuentro del año, la visita al Lorient, por no estar «apto físicamente». Entre o no en la lista, es ya el último episodio de un año mucho más allá de lo extraño para Ramos, el central de 35 años y 931 partidos oficiales entre clubes y selección.
Su año nació torcido: el 12 de enero no pudo jugar la semifinal de la Supercopa de España por unas molestias en la rodilla… que cristalizaron en una lesión del menisco interno de la rodilla izquierda. Tuvo que pasar por el quirófano el 6 de febrero y se estimó una ausencia de seis semanas. Todo esto con su renovación, enquistada, de fondo.
Un solo partido (62 minutos en la 27ª jornada, ante el Elche) le bastaron para entrar en una nueva convocatoria de la selección: sus 178 entorchados internacionales le acercaban al récord planetario del egipcio Ahmed Hassan (184, hoy igualado por Cristiano Ronaldo) y, aún con precaución, jugó los primeros 45 minutos ante Grecia, descansó ante Georgia y ante Kosovo, en Sevilla (31 de marzo) alcanzó el 180 disputando los últimos cuatro minutos de partido: un cambio pactado con Luis Enrique que terminó saliendo caro.
Nueva lesión
En la sesión de activación tras el partido (propia de suplentes y de futbolistas con pocos minutos), Ramos notó un pinchazo en el gemelo izquierdo.
Al día siguiente, las pruebas confirmaron que había sufrido una lesión muscular que le tendría prácticamente un mes de baja. Por el camino, para redondear el 'annus horribilis', el 13 de marzo dio positivo por COVID-19, justo el día en que el Real Madrid aguantaba en Anfield (0-0) el 3-1 de la ida en Valdebebas y lograba su billete a semifinales.
Ramos llegó a tiempo (5 de mayo) de intentar la heroica en Stamford Bridge ante el Chelsea tras el 1-1 de la ida, pero los londinenses pasaron por encima del Real Madrid (2-0) y, más en concreto, sus atacantes por encima de un capitán mermado cuya presencia, lejos de ser un acicate para los blancos, fue un lastre defensivo (además, terminó con una pequeña tendinosis).
De ese punto hasta el final de la 20/21, el central se cayó de las convocatorias del equipo por diversas molestias físicas hasta que entró en la lista del último partido de Liga ante el Villarreal (22 de mayo). Sin embargo, no disputó un solo minuto.
Sin Eurocopa
«A la Eurocopa solo irán los que vuelen», aseguró Luis Enrique en marzo y a esas alturas, Sergio Ramos estaba lejos de volar. Había disputado cinco partidos en todo 2021 y el 24 de mayo se conocía la lista de convocados para la gran cita.
Y Ramos no estaba. Por primera vez en 12 años (sin estar aparentemente lesionado), el capitán se perdía un partido internacional. «No ha sido fácil -aseguraba el seleccionador-. Ha sido difícil y duro, pero busco lo mejor para el equipo. Sergio no ha podido competir en las condiciones adecuadas desde enero. Mi reconocimiento y admiración hacia él siempre ha sido clara, pero me baso en principios generales de lo que consideramos mejor para la selección».
A pesar de la reprobación feroz al seleccionador (el ambiente fue contrario a Luis Enrique por esta decisión), la buena Eurocopa de España enfrió la crítica. Una semana después de que Italia se coronase en Wembley, Ramos y el PSG anunciaban oficialmente el fichaje del gran capitán español (12 millones de euros netos por año). El gigante parisino, que después añadiría a Messi a su nómina, quería futbolistas que aportasen 'espíritu Champions' al vestuario, pero seis meses después, la aportación de Ramos en París es de un partido y medio, 95 pases buenos, dos duelos aéreos ganados y 5 recuperaciones. Disputó los 90 minutos en el 1-3 liguero al St.Etienne y la primera mitad del último partido copero del PSG. Y el ambiente en París (y en los medios, donde se hacen bromas sobre su ausencia, la última poniéndolo en la portada de un '¿Dónde está Wally?') se enrarece en cada ida y venida del camero.
Con el cruce PSG-Real Madrid de Champions de fondo, las declaraciones cruzadas siguen perpetuando el misterio. «Está sufriendo, pero es mentalmente fuerte», aseguraba su entrenador, Pochettino. «Sabíamos que lastraba lesiones, pero es cierto que ha habido sorpresas», matizaba su director deportivo, Leonardo. «Creo que puedo seguir jugando todavía cuatro o cinco años», decía el propio Ramos a finales de noviembre. A pesar de que, aseguran en Francia, ya se le está poniendo cara de ex jugador.