Un centenar de personas entre jueces, fiscales, letrados, procuradores y funcionarios de la Administración de Justicia se concentraron este miércoles frente al Palacio de Justicia de Segovia en repulsa por la agresión y para pedir más seguridad. «Es un hito que se pensaba que nunca iba a pasar, pero ha pasado, por lo que es un momento en el que se debería reflexionar por parte del organismo correspondiente para proporcionar seguridad en estos juzgados pequeños», señaló el presidente de la Audiencia Provincial, Ignacio Pando, al frente de una concentración que se repitió en numerosas ciudades de todo el país.

En Burgos, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, el segoviano José Luis Concepción, se mostró muy crítico con el Ministerio de Justicia, al que afeó «su ausencia de compromiso con la seguridad de los partidos judiciales que tiene un único juzgado». «Algo que ha sido recordado por la Sala de Gobierno del TSJ en distintas ocasiones», añadió, al tiempo que recordó algunos incidentes que se han producido en los últimos años.

Por ejemplo, en febrero de 2013 una persona «en estado de agresividad y fuera de sí» provocó graves desórdenes públicos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Puebla de Sanabria (Zamora) y en febrero de 2018 la oficina judicial de Villablino (León) denunció el hurto de un expediente del Registro Civil y recordó la falta «total» de medidas de seguridad en sus dependencias.

El Palacio de Justicia de Segovia cuenta con un arco de seguridad, vigilantes jurados y guardias civiles, y en los juzgados de lo Penal –que se encuentran en otra sede– hay un vigilante. Pero en el resto solo se adoptan medidas excepcionales puntualmente y en los juzgados de Cuéllar, Santa María  y Sepúlveda solo cuentan con cámaras de seguridad. «Donde está el problema esencialmente es en los juzgados de los pueblos. No solo en Segovia sino en toda Castilla y León no tienen una protección adecuada», concluyó Pando.