Según la coincidencia de horarios, en determinados momentos del día se produce una acumulación de autobuses urbanos en la calle de Colón de Segovia que, incluso, provocan atascos en la zona, aparte de contaminación, ya que permanecen con el motor encendido. La situación denota que hay lagunas en el pliego de condiciones que rigió la contratación, aparte de por el tamaño y el peso de los vehículos que se concentran en el caso histórico. Máxime si tenemos en cuenta que, según la tendencia de la Unión Europea, se prepara legislación específica para que los municipios con más de 50.000 habitantes censados tengan la obligación de contar con zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023. ¿Habrán pensado todo esto en el Ayuntamiento? Tuvo la ocasión de anticiparse.