El Espanyol selló el segundo triunfo consecutivo de la temporada contra el Cádiz en el RCDE Stadium con un gol de Raúl de Tomás justo antes de la media parte y un gol tras un tiro de Nico Melamed en el minuto 66.

El conjunto andaluz se diluyó progresivamente en la pegada y el hambre del anfitrión, dispuesto a convencer a los 15.678 espectadores que se dieron cita en las gradas. Cervera intentó dinamizar el juego de su equipo con tres cambios simultáneos en el 70, aunque no hubo épica.

El RCD Espanyol empezó mandando de forma clara. El Cádiz se encontró con los avisos de Darder y Pedrosa, pero, sobre todo, a un incisivo Raúl de Tomás. RDT buscó el gol con insistencia hasta que lo consiguió. A los 30 minutos de encuentro, el delantero mandó un balón al poste.

Después, en tramo final de la primera parte, también dispuso de un mano a mano contra Ledesma. Y cuando todo apuntaba a que el cero a cero sería el resultado al descanso, la referencia blanquiazul desenmarañó una jugada en el área pequeña para firmar el primer tanto de la noche, su cuarta diana en esta temporada.

El cuadro andaluz no empezó de forma inofensiva e incluso planteó un fútbol sólido en el césped periquito. Dispuso de una ocasión de Sobrino que se pudo concretar su remate de cabeza. Sin embargo, acabó replegado en la primera mitad ante un Espanyol que demostró mucha más hambre y, sobre todo, pegada.

En la reanudación, los catalanes no dejaron que el guion cambiara. Con más pausa, pero con el mismo peligro arriba, los de Vicente Moreno persiguieron el segundo tanto. Estuvieron cerca de lograrlo en el 57, pero el tanto de Raúl de Tomás fue anulado por un claro fuera de juego.

Era el preludio del segundo. Nueve minutos después, en el 66, Nico Melamed disparó el balón, este chocó contra Chust y acabó en el fondo de la red. Otro premio a la mayor insistencia del conjunto catalán ante un rival sin opciones.

Quizá por eso Cervera, entrenador del Cádiz, apostó por un triple cambio en el minuto 70: entraron Negredo, Álex y Martín. Más pólvora para intentar revertir un choque que parecía cada vez más cerrado.

Su movimiento estuvo cerca de funcionar. En el minuto 88 dispuso de una ocasión diáfana de Negredo: su remate de cabeza pasó rozando el poste. Sin embargo, no hubo margen para la épica. El Espanyol agotó sus cambios, enfrió el duelo y amarró el triunfo.