La Policía estrena un radar que facilita controles de noche

D. A.
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Los agentes locales dispondrán ahora de dos radares y la concejala de Seguridad asegura que también hay intención de «multar al peatón que cruce mal»

Gerardo Diego es una de las principales avenidas donde ya se redujo el límite de velocidad a 30 km/h. - Foto: Rosa Blanco

El segundo radar móvil de la Policía Local ya está operativo. Se compró a finales del año pasado y la empresa suministradora ya impartió el pasado miércoles el pertinente curso de capacitación a los 44 agentes que rotarán en su manejo. Ahora se duplica la capacidad para hacer controles, aunque el principal interés no está en poner los dos aparatos a la vez en distintos puntos, sino en que siempre haya al menos uno disponible. 

Hasta ahora sólo se contaba con un radar móvil cedido por la DGT y cuando a éste le tocaba pasar revisión, la Policía Local llegaba a quedarse hasta dos meses sin poder hacer controles. Se aseguran así que puedan llevarse a cabo «a diario», advierte la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, y además también de noche. Normalmente eran solo de día para prevenir problemas de deslumbramiento a conductores por los clásicos fogonazos del viejo aparato, pero el nuevo funciona por infrarrojos, así que eso se evitará.

En materia de seguridad vial, De Frutos también mira hacia quien ‘circula’ a pie por el modo en que suele cruzar la calle. «Incidiremos más en la multa a los peatones», asegura. «A veces se les ha multado pero en situaciones puntuales como no hacer caso a un agente que estuviera regulando el tráfico, que le diera el alto y aun así pasara», y ahora se trata de poner el foco sobre otros comportamientos.

En 2019 hubo 45 atropellos, el peor resultado en diez años, igualado con los que se registraron en 2017 y 2011, y cinco por encima de la media de la última década (40). «Pero es que el año pasado casi todos tuvieron lugar en pasos de peatones, y estos estaban bien señalizados, iluminados y con buena visibilidad», sostiene. «Y el peatón debe mirar siempre aunque tenga la prioridad, porque eso no significa que se pueda cruzar por el paso en oblicuo, hablando por el móvil o sin preocuparse de que el coche ya esté demasiado encima», añade.

Por otro lado, aparte del nuevo radar móvil, el Ayuntamiento ha adquirido nuevos test de drogas por saliva, así como un nuevo sonómetro que debería evitar que se repitan situaciones en las que no se han llevado a cabo las pertinentes mediciones de ruido en bares o fiestas masivas en viviendas por falta de disponibilidad de uno de estos aparatos.Y también cuenta con un nuevo lector de chip de animales.

Nuevos coches patrulla. Pero el equipamiento que esperan con más interés los agentes son los coches nuevos. En próximas semanas podrían llegar tres, los primeros que se incorporan a la flota desde 2015, de ahí que actualmente los haya rodando con 20 años de antigüedad y más de 320.000 kilómetros. Pero se esperaban el doble.

El Ayuntamiento sacó a concurso en noviembre la compra de seis coches patrulla repartidos en dos lotes, uno de ellos con tres vehículos dotados con kit de detenidos (con mampara, entre otros extras), que es el que se ha quedado sin adjudicar porque el presupuesto establecido resultó demasiado corto. 

El lote de tres coches sin ese kit, que salió con un coste máximo de casi 72.000 euros (IVA incluido), despertó el interés de cinco empresas y se lo adjudicó Noauto, concesionario Seat en Segovia, que se ofreció a suministrarlos por 65.393, lo cual supuso un ahorro de más de 6.000 euros. Sin embargo, el presupuesto máximo para el lote de tres coches con kit de detenidos se fijó en 78.226 euros y sólo entró una oferta, también de Noauto, por 87.068,3 euros, casi 9.000 por encima del tope. Así que ahora, mientras se aguarda la llegada de los tres coches ya comprados, la idea es volver a sacar a licitación «en breve» el lote de tres que quedó desierto con un presupuesto superior al de la primera vez, aunque tales trámites retrasarán su llegada, como poco, dos meses más.

Con cargo al presupuesto de 2020 también se espera comprar al menos otros dos, aunque la flota seguirá lejos de su renovación plena, con coches de más de diez años tras jubilar entonces otros más viejos. Y también se comprarán cuatro motos para renovar algunas de las 19 que hay, si bien los sindicatos dicen que la mitad no funciona.